miércoles, 12 de abril de 2006

Carta al Señor Pérez Rubalcaba

Señor Pérez Rubalcaba, como nuevo y flamante Ministro del Interior he de hacerle una confesión: tengo miedo. Tengo miedo de una banda de asesinos que quieren acabar con mi país. Tengo miedo porque sé que sus ansias nacionalistas, soberanistas y anexionistas siguen vigentes en sus cabezas como el primer día. Tengo miedo porque sé que 30 años de lucha no van a acabar en una rendición de mínimos. Tengo miedo porque sé que el “alto el fuego permanente” es una trampa permanente. Y mi miedo crece, Señor Pérez Rubalcaba, porque ahora es usted el Ministro del Interior. Tengo más miedo porque es usted “un hábil negociador” y sé que va a negociar todo lo negociable y todo lo innegociable. Y sé que va a conceder a los asesinos lo suficiente para que callen sus pistolas mientras convenga a sus intereses (los de ellos y los de usted, Señor Pérez Rubalcaba). Sé que les va a dar la legalización, y los presos, y Navarra, y tiempo, y subvenciones, y coartada… Y sé que luego nos lo va a vender a los españoles como una victoria de la Democracia, de la Libertad, de la Paz. Y tengo miedo porque muchos le creerán. Porque usted sabe mentir muy bien, Señor Pérez Rubalcaba, tan bien que da miedo. Es usted un maestro de la manipulación, del engaño, de la demagogia, como ya demostró en los tiempos negros del GAL y la corrupción, o en el 13-M, en el incendio de Guadalajara (provocación rastrera incluida), en el opaco Estatut o en la “inexistente” negociación con ETA durante ¿tres? años.

Sí, Señor Pérez Rubalcaba, tengo más miedo porque es usted un ser siniestro con rostro de Papá Noel. Un “hábil negociador” que va a vender una parte de España a precio de saldo y con mil muertes de propina; que va a darnos un beso de Judas por 30 votos y luego nos va a convencer de que era un beso de Amor, de Democracia, de Paz.

Sí, Señor Pérez Rubalcaba, tengo miedo, pero no sé qué me da más miedo, si ETA o usted.