jueves, 2 de febrero de 2012

Educación para la Progresía o Manipulación de la Ciudadanía


Históricamente (y a menudo histéricamente) nuestros progres se han autoproclamado, sin excepción, ‘intelectuales’. Aunque algunos y algunas apenas sepan hablar sin patear cruelmente el DRAE. Y mientras ellos y ellas van de representantes genuinos de la cultura progresista, que es la única que existe, su obsesión, paradójicamente, es convertir a la sociedad en un rebaño iletrado, sin información, sin valores, sin pensamiento propio, sin iniciativa. Más manejable, esto es, más manipulable. Un rebaño de ovejas burras, para entendernos.
De ahí sus denodados ímpetus por convertir la Educación en una escuela de zoquetes, vagos, irresponsables, asilvestrados e inmaduros. ¿Que has suspendido 4? No te preocupes, chaval, que para no causarte trauma te dejamos pasar de curso y todo olvidado. ¿Que la profe te tiene manía? Pues dale caña, amenázala, abóllale el coche, tírale el i-pod a la cabeza y que te indemnice por el destrozo. Esto es, básicamente, lo que supuso la LOGSE en el felipismo, lo que el aznarismo no supo corregir (esa LOCE fantasma) y lo que el zapaterismo llevó a sus más altas cotas de (in)excelencia.
La máxima, para la progresía, es que los jóvenes se diviertan, forniquen como locos y se olviden de estudiar, y del esfuerzo y de la autosuperación, que eso es represivo y demodé. ¿De qué sirve hacer una raíz cuadrada si dominas las técnicas masturbatorias? ¿Para qué vas a aprender historia si eran todos unos machistas y xenófobos? ¿Por qué estudiar inglés si puedes ver las pelis de Almodóvar en V.O.? ¿Qué tiene Cervantes que no tenga Belén Esteban? Al final, la educación de nuestros jóvenes y jóvenas se ejerce no en los colegios y universidades, sino en los botellones, en Internet, en el Marca, en el cine patrio y en las series y programas de televisión. En la escuela de la vida, vamos. La idea de fondo es tan simple como terrorífica: crear una Generación Ni-Ni-Ni (Ni estudia Ni trabaja Ni piensa). Y a fe que lo han conseguido, con creces.
Cuando la progresía nos vende una política educativa de vida fácil para los niños, está creando una generación sin concepto de la realidad que va a fracasar en su vida laboral. Porque la vida no es fácil y no van a salir preparados de la universidad para enfrentarse a ella. Pero a los progres lo único que les interesa es crear asnos en el país de Jauja, una generación feliz y vacía, sin valores, sin expectativas, sin ideas, sin principios, jóvenes ni-ni-ni que les vote sí-sí-sí en cuanto cumplan los 18 años.

Capítulo aparte merece esa asignatura de adoctrinamiento puro y duro que bautizaron con el sugerente nombre de Educación para la Ciudadanía. Una asignatura absolutamente clave para la progresía, tanto es así que no sólo había que estudiarla a conciencia (y nunca mejor dicho), sino aprobarla con nota. Y sin posibilidad de objeción, ni por parte de los profesores ni de los alumnos. Aunque invadiera parcelas de la más estricta intimidad individual, la conciencia y la moral. O precisamente por eso. A modo simplemente informativo, he aquí algunas educativas lecciones de esta ejemplar manipulación, asignatura ésta que los progres no tienen pendiente, precisamente.

Economía
«El capitalismo impone su orden totalitario con infinitamente mayor eficiencia que todos los campos de concentración nazis juntos» (Akal). «El neoliberalismo económico, en principio, perjudica a todos los trabajadores, pero sobre todo a las mujeres trabajadoras» (McGraw). «Los países desarrollados en buena medida lo son porque históricamente colocaron a los países más pobres a su servicio y los han mantenido así» (Serbal).

Matemáticas
«...Puestos a creer en milagros y misterios, más seguro que fiarse de eso de que una virgen pueda parir a un niño que además sea el hijo de dios... es mejor creer en las matemáticas» (Akal)

Historia
«Desde que Colón descubrió América en 1492, Occidente ha colonizado el mundo; y desde la revolución industrial del s. XIX lo ha explotado a conciencia» (Serbal). «En 1917 otra revolución, en Rusia, derrocó a los zares, devolvió al pueblo el poder e instauró un régimen de igualdad y libertades colectivas que se llamó socialismo» (Serbal). «En la ‘historia de la persecución’ los comunistas han sido víctimas de la represión, igual que los homosexuales o los judíos» (Octaedro).

Educación sexual
«...Pero una cosa es el sexo biológico con el que nacemos, y otra, la identidad sexual que construimos a lo largo de nuestra vida» (Pearson Educación-Alhambra). El aborto es una «ampliación y consolidación de los derechos de las mujeres» (Octaedro). «La diferencia en las relaciones de género no es algo natural ni biológico, sino aprendida y, muy a menudo, impuesta» (Ed. Algaida). La anticoncepción postcoital o píldora abortiva es «el método anticonceptivo más seguro» (Octaedro).

Sociedad
Viñeta con la conversación entre unos niños pijos: «lo bueno de la dictadura de mercado (en negrita) es que tiene lo bueno de los fascismos precedentes pero sin el mal rollo ese de los desfiles y las marchas militares» (Akal).

Si esto no es adoctrinamiento, que venga Lenin y lo vea. Lo reconoció el insigne demócrata Gregorio Peces Barba: «La asignatura de Educación para la Ciudadanía es la mejor expresión de la moralidad de una cultura secularizada y laica que considera al hombre el centro del mundo» (le faltó decir «y al liberalismo el centro del infierno»). Por eso es reconfortante la decisión del ministro Wert de suprimir EpC y, al mismo tiempo, devolver a los docentes la autoridad y la dignidad perdidas (masacradas); a los alumnos los valores de esfuerzo y respeto, a los profesores y así mismos; y a las familias el papel de educadores en cuestiones morales y de conciencia, que nunca debió haber quedado en manos de los profesores. Se trata de crear ciudadanos educados (en el sentido más amplio), no borregos adoctrinados.

Esperemos que no quede en lo que quedó la LOCE.