martes, 22 de abril de 2008

¿Somos tontos o qué?

Perdemos frente al “Peor Gobierno de la Historia de la Democracia”, según nuestra propia definición, y aún así nos sentimos ganadores. ¿Ganadores de qué? Ya hace cuatro años perdimos con el “Mejor Gobierno de la Historia de la Democracia”, también según nuestra propia definición, y aún hoy no sabemos ni siquiera por qué. Seguimos perdidos. Muy, pero que muy perdidos. Los ideales se diluyen, las convicciones se evaporan, los valores se camuflan; mientras, los personalismos afloran y se fortalecen. Pero representando ¿qué?, ¿a quién? Y lo más importante, ¿frente a qué?, ¿frente a quiénes?

Ha pasado más de un mes desde las elecciones, desde la derrota electoral. Sí, sí, DERROTA, y además frente al “Peor Gobierno de la Historia de la Democracia”. Y a lo largo de estas semanas, ¿qué hemos hecho? ¿qué hemos dicho? Durante veinte (¡veinte!) días: NADA. Cero patatero (tanto que hablamos del zero zapatero). Ante los orgasmos de Zerolo, nada; sobre el voto nulo de Pepiño, el inteletual, nada; frente a los desmanes de la justicia (así, en minúscula), nada; contra el esperpento de los no-trasvases, nada; ante la ridícula soledad patria de Bucarest, nada. Sobre la “desaceleración”, las suspensiones de pagos (ahora sí), los nuevos “miembros de las listas de parados”, las subidas generalizadas y demás síntomas de la no-crisis, nada de nada de nada. Chitón. Silencio total. Ssssssshhhh.

Cuando -¡por fin!- ya tenemos voz y portavoz, entre refrán y refrán, entre frase hecha y frase hecha ¿de qué hablamos? ¿De ETA, de ANV, de Mondragón, de Urkullu, de Egibar? Pues no, hablamos de Espe. ¿Hablamos, acaso, del aborto, del “doctor” Marín, del asesino de Mari Luz, de la imparable violencia “de género”? No, ¡qué va!, hablamos de Espe. ¿Hablamos quizás de la desastrosa huelga de los funcionarios de Justicia y de la eficacísima gestión de su bermejo ministro? ¡Quiá! Hablamos de Espe. ¿Hablamos de los trenes aguadores, del derrumbe inmobiliario, del último ataque en Afganistán, de la inmersión lingüística (ahora también en Baleares), del mini-trasvase, de la copa de vino de Sebastián, de las drag queens violadoras en libertad (tras sólo unos meses), de los nuevos/nuevas ministros/ministras, del “apoyo” del Gobierno al Tíbet, de...? No, no y no. Hablamos de Espe. Ah, y del bigote de Pujalte.

Esto es lo que se llama un buen comienzo de legislatura. Sí señor. ¡Viva la Oposición! ¡Seguros hacia la victoria en 2012!

Pongámonos las pilas, por favor. Dejemos las rencillas, los personalismos, los amiguismos, los peloteos, los fuegos cruzados, las pullas y las puñaladas traperas. Hagamos una seria reflexión y una muy crítica autocrítica. Seamos severos con nosotros mismos, con los resultados electorales, con la organización del partido. Renovemos en serio, no en serie. Utilicemos (de “útil”) a los mejores para cada puesto, ésa es nuestra especialidad. Hagamos EQUIPO. Aprovechemos todos nuestros recursos, valores y valías, que son muchos: humanos, profesionales, políticos, morales. Volvamos a ganarnos a la gente, seamos cercanos, sinceros, hasta simpáticos; pero lleguemos a ellos como somos, sin tratar de diluir nuestras convicciones. Nuestro problema no son nuestras ideas, es lo mal que las transmitimos. Punto.

Por favor, SEAMOS LISTOS: hablemos de lo que interesa al ciudadano (y hagámoslo en su lenguaje), utilicemos todos (¡todos!) los medios y recursos para comunicarnos con él... y, sobre todo, ¡no desperdiciemos ni una sola oportunidad de meternos con Mister Paz y su Gobierno! Cada día un titular, una portada, un editorial, UN CHISTE. Ésa es la clave. Ir por delante. Si seguimos yendo a rebufo otros 4 años, nos volverán a dar por detrás. Y por tontos.

jueves, 10 de abril de 2008

El cambio fanático

Es curioso cómo siempre remamos hacia el lado que nos conviene, y normalmente es hacia la orilla de la demagogia más políticamente correcta. Usted que va de ecuánime y mentalmente abierto por este mundo en peligro es un fanático más del cambio climático, y cualquier persona o personaje que cuestione mínimamente su opinión es para usted un absoluto analfabeto, un absoluto anormal, un absoluto insolidario, un absoluto fascista o simplemente un asesino del mundo mundial, así, sin más (¡eso es ser demócrata). Y sin embargo, hay miles de científicos igual de serios o más que los de la ONU o que el primo de Rajoy, que también se cuestionan el tema, sus consecuencias y sus causas (la Ciencia es cuestionarse, dudar, discutir; lo otro es fanatismo, insisto). Bjorn Lomborg, Martin Durkin y tantos otros condenados al ostracismo simplemente por escépticos (o sea, por científicos); y mientras, el tan cuestionable señor Gore (tipo listo) forrándose a costa de todos ustedes, de su papanatismo y de su cambio fanático.
De verdad, sigo pensando que para tener una opinión objetiva hay que conocer todos los puntos de vista, pero ustedes no lo permiten; insultan a quien lo plantea y ya está. Queda muy gracioso y muy irónico y muy al gusto del público, pero, sinceramente, dice muy poquito de usted (espero que sobre esto sí me deje opinar).
Para terminar, si usted fuera tan ecuánime, tan justo, tan solidario y tan objetivo como se cree, debería recomendar a sus lectores, por ejemplo, el libro "Las mentiras del cambio climático" de Jorge Alcalde (director de QUO); aunque sólo sea por conocer el otro lado, el de los insultados, el de los parias, el de los anatemas del nuevo e irrefutable mesías Gore. Quién sabe, a lo mejor alguno empieza a opinar por sí mismo (y eso sería bueno... ¿o no?).