martes, 14 de abril de 2009

Los progres deben estar locos

Recuerdo aquella simpática película en la que la aparición de una simple botella de Coca-Cola vacía revolucionaba la vida, las creencias, las costumbres y hasta la inocencia de una tribu bosquimana, especialmente la del simpático e incansable Xi, que no paraba hasta devolver el “regalo” caído del cielo a sus legítimos dueños, antes de que su tribu se autodestruyera por su causa. ‘Los dioses deben estar locos’, se llamaba. Humor simple, ingenioso y espontáneo; y un mensaje claro: la civilización es locura.
No es que uno esté en contra de la civilización o del progreso, ni mucho menos, pero uno sí empieza a estar un poquito bastante harto de ciertas progresías que no son más que auténticas estupideces, del género gilipollez infinita, para más señas.

Que me expliquen si no por qué al mismísimo Jefe de Estado de un país le entra la pataleta legislativa y se declara en huelga de hambre para cambiar la ley de ese Estado y poder perpetuarse en el poder. ¿Pero es que somos tontos o qué? Señor Morales, por favor, eso igual le funcionaba a usted cuando tenía 5 años, allá en Isayabí, pero a los 50 años, y siendo presidente de un país que incluso está en la ONU, pues no es serio, qué quiere que le diga. Vamos, que eso lo hacía el cachorro del orgulloso jefe hispano Sopalajo de Arriérez y Torrezno, mi tocayo Pepe, que aguantaba la respiración hasta ponerse más rojo que el exministro Bermejo, y colaba, porque Astérix y Obélix eran unos santos (y Pepe, en el fondo, se dejaba querer). Pero a su edad y en su cargo, Don Evo, no lo haría ni el jefe de la tribu bosquimana de la Coca-Cola. Porque no es serio. Ni es digno.

Y que me aclaren por qué, si queremos rehacer en Europa la imagen de España como el país serio y responsable que un día fue —más que Bolivia, seguramente—, por qué, insisto, enviamos a Maleni a la Eurocámara. ¿Es que queremos dinamitar la poca credibilidad que nos queda? ¿Pero alguien se ha parado a pensar en cómo van a quedar las disparatadas incontinencias verbales de Maleni en inglés, francés o alemán? ¿Queremos matar a los traductores de un infarto o qué? ¿O es que cree que se va a hacer entender en flamenco? Y además, ¿es que esta chica no se cansa nunca de viajar? ¡Por Dios, si parece Willy Fog cruzada con Miguel Strogoff!

Que me expliquen también cómo se le ocurre a un Ayuntamiento supuestamente serio como el de Gerona —tan serio como la república de Bolivia, o más— proclamar una ley que obligue a los amos a sacar a sus perritos al menos 20 minutos al día, salvo pena de multa gorda y probable reprobación social. Y yo me pregunto, ¿quién va a cronometrar la duración del periodo de solazamiento del feliz can? ¿Habrá un vecino chivato en cada comunidad, tipo Cuba, que compruebe cada salida y llegada? ¿Y si uno lo saca 40 minutos el lunes, puede quedarse en casita el martes? ¿Y si el perro está delicado de salud, debe entregar en el Ayuntamiento el certificado del veterinario? En fin, una ley mal hecha que deja muchas lagunas, especialmente en el cerebro del ocurrente legislador.

Y hablando de los derechos de los progres, digo… pobres perritos, que me cuenten por qué una protectora de animales muy militante ella (PETA, para más señas), que nos condena y fustiga sin piedad por comer carne, vestir pieles, torear, investigar con ratas, cazar legalmente o llevar a los niños al circo se carga al 95% de los animales que tiene a su cargo, o sea, que se fulmina a 2.124 animales domésticos en 2008 (según denuncia Center for Consumer Freedom), y nadie grita de espanto. Si esto es la progrección, pues joder con la progrección! Y por cierto, ¿estos de PETA no son los que se dedican a bañar de sangre los desfiles de pieles? ¿Y esa sangre… de dónde sale?

[Claro, que este asunto explica la universal y desproporcionada expectación generada por el perrito de los Obama —un cachorro de aguas portugués blanco y negro (of course) que se llama "Bo"—, que debe pertenecer al afortunadísimo 5% de animalitos protegidos por PETA que se han salvado de la quema anual. Otro milagro de Ohbama!]

Pero sobre todo, que me justifiquen, ilustren o razonen qué pinta una organización de consumidores llamada FACUA pidiendo al Delegado del Gobierno en Castilla La Mancha que las cofradías que osen mostrar el lacito blanco en defensa de la vida sean disueltas “incluso con antidisturbios”, pues estarían convirtiendo procesiones entendidas como “folklore y parafernalia” en “actos reivindicativos por el derecho a la vida”. Y digo yo, qué manía tiene esta gente (o gentuza) de politizar y/o religionizar una expresión de conciencia individual tan íntima como la defensa de la vida. Y además tan solidaria con un colectivo tan frágil como los no nacidos. ¿Es que no tenemos lacitos para reivindicar toda causa solidaria habida y por haber? ¿Alguien se ha quejado del lazo rojo contra el SIDA? ¿O del lazo azul de rechazo a ETA? ¿O del lazo verde a favor del clima (¿?), o del rosa en apoyo a las afectadas por el cáncer de mama? ¿Alguien prohibiría mostrar el lazo morado contra la violencia de género, o el negro de luto por las víctimas del 11-M, o el lazo arcoiris que reivindica el orgullo gay? ¿Les echamos a los antidisturbios el día del desfile? ¿Y no hay también lazos para apoyar la lucha contra la leucemia, el alzheimer, la espalda bífida, el cáncer infantil, la inseguridad vial, el suicidio, la esquizofrenia o la osteoporosis, todos en defensa de la vida? ¿Y no tenemos incluso lazos y colores a favor de la tolerancia religiosa y la libertad de expresión? ¿Qué tal les quedarían éstos en sus grises solapas, señores de Facua? Probablemente ustedes preferirán ese lacito naranja, tan bonito y solidario, que reivindica los derechos de los animales. Una reivindicación que, seguro, no les supone ningún problema. Como a los del PETA.


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