martes, 2 de septiembre de 2008

Carta rendida a María Antonia Iglesias


Querida, admirada y respetada María Antonia (¿puedo llamarte Mari Toni?), te escribo estas emotivas líneas para mostrarte mi más sincera solidaridad con tu persona, tan injustamente vilipendiada por la derechona extrema y pendenciera. No es justo que digan de ti que eres prepotente, intolerante, jacobina, zafia, mamporrera, mezquina y maleducada, cuando todo el mundo sabe que eres dulce, educada, sutil, ecuánime, independiente, amable y divertida como la que más. Y quien diga lo contrario miente como un bellaco.


Tampoco entiendo cómo pueden tacharte de insensible con las víctimas del terrorismo, sólo porque achacaste las críticas que hizo Marimar Blanco al presidente Z y el dolor que sentía por su negociación con ETA a que Mari Mar es del PP. ¡Insensibles son los que te critican! Y seguro que te llamaron de todo menos guapa cuando afirmaste, demostrando una vez más tu inmenso talante democrático, que «Batasuna debe participar en las elecciones porque es dejar sin voz a medio millón de vascos». Puede que hasta te llamaran traidora, falsa y exagerada por regalar 300.000 votos extra a los demócratas etarras y por asegurar, fiel a tus inquebrantables principios democráticos, que era «una imbecilidad» no estar de acuerdo con tus posiciones. ¡Ay, qué injustamente se porta la vida contigo, mi pobre Mari Toni!


Ni puedo aceptar tu fama de resentida integrista del progre-republicanismo más progre-republicano que te achacaron tus enemigos fascistas cuando afirmaste, con todo el sentido común e histórico, que el Desfile de la Fuerzas Armadas del Día de la Hispanidad era «partidista porque sólo desfiló la bandera bicolor representando a España y no la tricolor republicana», pues «la bandera bicolor es cosa de Franco y excluye a los españoles derrotados en la guerra civil». Seguro que además te tacharon de estúpida, ignorante y maniquea. ¡Con la pedazo de memoria histórica que tienes tú, que has vivido in situ la historia de España desde que nació, por lo menos!


Pero lo que más me repatea es que te califiquen de sectaria sólo porque llames fascista a todo el que no comulga con tu siempre acertado criterio o a los votantes/simpatizantes/ militantes del PP sólo porque lo sean o porque defiendas el democrático cordón sanitario de Lupi o porque justificaras las democráticas agresiones a las sedes del PP afirmando (con toda razón) que eran ellos quienes las provocaban. Si son unos fascistas de mierda y unos fachas y unos asesinos, ¿por qué no se lo vas a llamar? ¿Es que no hay libertad de expresión o qué? Y si en las tertulias televisivas interrumpes continuamente a todo el que cuestione las tesis oficiales de tu jefe oficial, es porque no merecen hablar. Y punto en boca. Y además lo haces con tal elegancia, gracejo y sutileza que no se te puede ni reprochar la (presunta) falta de educación. ¡Pero si los interrumpidos quedan incluso agradecidos por tus inteligentes a la par que elocuentes multi-interrupciones! (y si se quejan, es que son unos antidemócratas mercenarios de la extrema derecha). Y quien ose decir que segregas bilis en cada palabra y supuras odio en cada argumento es un mentiroso, un exagerado, un asqueroso y está corroído por la envidia más envidiosa y fea (con perdón).


Y ya me sublevo y me revelo y me revuelvo, mi querida Mari Toni, cuando cuestionan tu ejemplar profesionalidad, tu imparcialidad, tu independencia, ¡tus valores democráticos sin mácula! sólo porque fuiste directora de los servicios informativos de TVE en los años de la (presunta) corrupción, del (presunto) GAL y la (presunta) cal viva, de los (presuntos) fondos reservados y demás presunciones de la era González, tu idolatrado, tu bienamado. Y buena prueba de tus 100 años honradez (o más) es que cuando fuiste directora de la revista Interviú no abusaste de tu posición para salir en portada, haciendo también gala de tu modestia y de tu buen gusto y probablemente salvando alguna vida.


Y me cabreo y me indigno y me exacerbo cuando te comparan con el seboso monstruo Jabba el Hutt de la Guerra de las Galaxias o te llaman “albóndiga estalinista” o “albóndiga roja”. ¡Es que no lo puedo soportar! ¡Qué falta de educación, qué grosería infame, qué zafio comportamiento ante una gentil dama! ¡Mira que mezclar la comida con la política!


En fin, mi querida, admirada y respetada María Antonia Iglesias, nombre de reina desafortunada y apellido de casta vocación (aunque sé que tú nunca perderás la cabeza como la monárquico-fascista María Antonieta; y que tampoco ejerces la castidad, al menos voluntaria, como los curas de la COPE), sólo quiero añadir que estoy contigo, que te aprecio por lo que eres y por cómo eres, que te quiero por tus muchas virtudes y tus escasísimos defectos; y te prometo, con el corazón en la mano, que cada vez que te vea en las tertulias de la tele sonreiré con deleite, sólo por verte, sólo por escucharte. Y a los que no te comprenden, ¡que les den morcilla! Porque, ah, Mari Toni, ¿quién puede dudar de tu belleza interior? Si tú eres la prueba viviente de que LA CARA ES EL ESPEJO DEL ALMA.


Besos... bueno, abrazos... estooo, un saludo afectuoso

Tu rendido PP.


PD. Y dile a tu amigo y compañero Enric que sonría un poco, ¡hombre!, que da pena. No entiendo cómo puede tener esa cara de amargado perenne compartiendo bancada con tu bellísima persona.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

María Antonia Iglesias no le perdona a Aznar su destitución al frente de los Servicios Informativos de RTVE, cuando el Partido Popular llegó al Gobierno de España. Por otra parte, algo muy normal en todos los gobiernos, cuando un partido determinado accede al poder.

Esta mujer es revanchista, mal educada, insolente, rencorosa, no deja hablar a nadie y siente un profundo y endémico odio hacia todo lo que represente la derecha. No es nada objetiva y es mentirosa hasta la saciedad.

Anónimo dijo...

María Antonia Iglesias no le perdona a Aznar su destitución al frente de los Servicios Informativos de RTVE, cuando el Partido Popular llegó al Gobierno de España. Por otra parte, algo muy normal en todos los gobiernos, cuando un partido determinado accede al poder.

Esta mujer es revanchista, mal educada, insolente, rencorosa, no deja hablar a nadie y siente un profundo y endémico odio hacia todo lo que represente la derecha. No es nada objetiva y es mentirosa hasta la saciedad.

Anónimo dijo...

Amigo Pepe, hoy he recibido, via eMail, transcrita esta carta y atribuida (su autoría) al preclaro Alfonso Ussía. Yo creo que este Sr. y su negro, no tienen las suficientes uniones neuronales que les permitan el uso de la sutileza desplegado en la carta. Por ello, ¿quién puñetas ha escrito la dichosa cartita?

Pepe Álvarez de las Asturias dijo...

Querido Anónimo: esta Carta es enteramente de un servidor y fue escrita, como indica la fecha, hace más de dos años. Que se la atribuyan a Ussía supongo que será un halago, pero bastante fama tiene él ya como para restarme de la mía, mucho más escasa.

Por cierto, Ussía y yo veraneamos juntos, nos conocemos e incluso se ha leído mi libro de Mister Paz.

Un saludo y gracias por el comentario (no te puedo responder directamente en el email)

Pepe Álvarez de las Asturias dijo...

Ah, se me olvidaba: también la publiqué en mi blog El Malecón, sito en El Semanal Digital