jueves, 21 de julio de 2011

El tonto que llegó a presidente. Y se quedó.

Hace 3 años y medio, cuando empecé a escribir la novela Bienvenido, Mister Paz, en honor del ya iluminado presidente Zapatero, lo único que tenía claro era el título y el perfil del personaje. El título es un homenaje a la maravillosa película Bienvenido, Mister Chance (basada en la no menos maravillosa novela de Jerzy Kosinski , Desde el jardín) protagonizada por un insuperable Peter Sellers: un jardinero analfabeto y de mente más bien limitada (sólo sabe lo que ha aprendido viendo la televisión), que rige su vida por una falsa visión de la realidad –con una ausencia total de futuro: sólo existe el presente- y que va llevando a los demás a su propia irrealidad, a su mundo absurdo, simplón y desconcertante. A base de metáforas jardinescas y malinterpretaciones de los poderosos de turno, Chauncey Gardiner acaba siendo el economista más influyente del país y asesor del mismísimo Presidente de los Estados Unidos. Su laconismo, producto de la ignorancia, se confunde con sabiduría y se le toma por un optimista visionario, sin que en ningún momento haya dado señal alguna de inteligencia; pero con frases como “Esta es tan solo otra estación más para el jardín, donde en primavera todo crecerá sano y fuerte; árboles nuevos, flores nuevas de todas clases” o “se necesita un jardinero muy bueno, que cuide mucho el jardín (para dirigir al país durante los periodos de crisis)” convence a políticos, economistas, periodistas y ciudadanos de que es, simplemente, un genio.

La diferencia esencial entre Chance y Zapatero es que el primero casi llega a vicepresidente económico y que el segundo llegó a Presidente del Gobierno. Y lo que es peor, cuatro años después repitió.

Hoy, con la perspectiva que dan los años, los logros, las frases, las ocurrencias, las omisiones, los ridículos nacionales e internacionales, los desbarajustes y las iluminancias en general, parece que todo el mundo (¡incluido Cebrián, oiga!) se ha caído del guindo y se ha topado, al fin, con la verdadera y dura realidad de Mister Paz. A buenas horas, mangas rojas… Los que llevamos más de 7 años diciéndolo, y además aportando pruebas, hemos sido llamados de todo menos guapos, simpáticos y progres. Pero, huelga decirlo, teníamos razón (¡te lo dije, te lo dije!). Ahora, hasta el más progre cejudo clama por la despedida del iluminado; ahora, hasta el más fiel de sus leales cortesanos reza (laicamente) por su abdicación definitiva; ahora, hasta su guardia pretoriana le clavaría un puñal si tuvieran la certeza de que eso acabaría con él.

Pero Mister Paz no se va. Se ha aferrado al escaño como el coyote de la Warner a la rama que le salva de caer al fondo del barranco. O, por terminar con el genial Peter Sellers, como el patoso e inocentón Hrundi V. Bakshi en esa obra maestra que es El Guateque, que sigue tocando la trompeta, una y otra vez, sin previsible final, sin acabar de morir, mientras es acribillado a balazos por sus enemigos (en el caso de Mister Paz, también por sus amigos y sus simples conocidos). La deuda sigue creciendo, la crisis de sigue agravando, el número de parados sigue aumentando, el prestigio internacional sigue menguando… y el presidente en funciones permanece en babia, en su país de las maravillas, en su iluminancia perpetua, en su mundo de Mister Chance o de Hrundi V. Bakshi (con el pie sobre el detonador de la dinamita), sin darnos opción de salir del pozo. Porque mientras él siga al mando de la nave, España seguirá siendo el Titanic. Y de ésta no nos salvan ni los botes.

Ha sido el peor gobernante que hemos tenido en siglos, pero él sigue convencido de su misión salvadora, de que todo lo que hace es por nuestro bien. Y eso, sinceramente, es lo más triste. Y lo más cruel.

miércoles, 20 de julio de 2011

El candidato Alfredo, de la A a la R pasando por la P.

Alfredo. m. Alf, Alfie, Alfredito, Alfred. / pol. Exministro de Mister X, Exministro de Escuchas y Asuntos Oscuros, Exvicepresidentísimo Primero del Gobierno de Ezpaña, Exportavoz y Exportacoz del Gobierno de Ezpaña, Excorredor de los 100 metros lisos en menos de 10 segundos. / actualm. Llámame Alfredo, Candidato Alfredo. Pepunto (ver). Rubalcaba (ver).

Baltasar (Garzón). m. Dícese del otrora juez estrella y ahora juez estrellado, gran aficionado a las artes cinegéticas, especialmente a la suelta del faisán, afición que comparte desde hace años (2006) con su amigo, cómplice y camarada Alfredo. / col. pop. Chiste, chanza: Basaltar y se cayó.

Camacho, Antonio. m. Larva de Rubalcaba en proceso de metamorfosis. Actualmente en fase ministerial, después de haber pasado por la fase fiscal, fiscal-tribunal, fiscal-progresista y la secretaría de estado para la seguridad. Discípulo aventajado de su maestro, es también aficionado a la suelta del faisán. Es igualmente aficionado a compartir su teléfono móvil.

Dantesco. adj. Dícese de las escenas o situaciones desmesuradas que causan espanto. Horroroso, sobrecogedor. / actualm. Sinónimo de Ezpaña.

Eta. biol. Especie de serpiente venenosa y mortal procedente del País Vasco cuyo hábitat se ha extendido por toda la península, sur de Francia, Venezuela y otros países. Tiene la asombrosa capacidad de revivir con fuerza cada vez que está a punto de extinguirse. / pol. Hombres y mujeres de paz que gobiernan con alegría numerosos ayuntamientos e instituciones de Euskal Herria gracias al TC. / fig. Amigos o enemigos de Alfredo según el momento y/o lugar.

Faisán. m. Ave gallinácea de alas cortas e inquietas y pico largo, con un penacho de plumas en la cabeza (en edad joven) y el plumaje verde y rojizo con reflejos metálicos. Su carne es muy apreciada (en edad joven). / España. Pájaro de mal agüero que puede acabar de un plumazo con la longeva carrera política de Alfredo. Y la de su larva, Camacho.

Gal. Dícese del oscuro pasado de Alfredo (que a él y sus compinches les gustaría ver convenientemente enterrado -en cal viva- pero que es conveniente desenterrar de vez en cuando, para no olvidar de quién estamos hablando).

Hampa. f. Conjunto de maleantes y delincuentes, los cuales, unidos en una especie de sociedad, viven al margen de la ley y cometen toda clase de delitos y desafueros. Los hay de diferentes tipos o tipejos: ministros, exministros, secretarios de estado, jefes de la policía, jueces, fiscales, terroristas, etc., de forma que cada cual cumple una función determinada y actúan conjuntamente como una banda perfectamente compenetrada y sincronizada.

Ictiosauro. m. paleont. Reptil marino, de tamaño gigantesco, con el hocico prolongado y los dientes separados; ojos pequeños y rugosos rodeados por un círculo de placas ojerosas; cuello muy corto, un poco cargado de espalda; y cuatro aletas natatorias en permanente movimiento. Sobrevive de la época jurásica. Se han hallado restos fósiles en Cantabria y Madrid.

¡Jajay! interj. que expresa burla o risa. O sea, cachondeo, carcajada, guasa, risotada, choteo, befa, pitorreo, etc. de Alfredo hacia todos y todas los españoles y las españolas cada vez que abre la boca (y mueve las manos).

Krausismo. Teoría filosófica del alemán Krause según la cual Dios, sin ser del mundo ni estar fuera de él, lo contiene en sí y de él trasciende. Precursora del Alfredismo, el Pepuntismo y el Rubalcanismo.

Lacra. f. Vicio físico o moral que marca a quien lo padece y, según los casos, también hace padecer a los demás. / fig. Maldición, plaga, desastre, calamidad, desgracia, epidemia, peste. / Sinónimo de Gobierno de Zapatero.

Llamada. f. Acción y resultado de llamar. / cineg. En la suelta del faisán, acción de aviso a la presunta presa con el resultado de la huida de ésta. Suele utilizarse un teléfono móvil. La llamada puede ser de fácil rastreo en las manos adecuadas.

Maquiavélico, ca. adj. Que tiene características consideradas propias del maquiavelismo, como la perfidia, la falta de escrúpulos o la astucia. / Cita de M.: “Los hombres son tan simples, y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar.”

Negociación. f. Comercio con mercancías o valores para obtener unas ganancias / O sea: renegar de valores y principios para comerciar con terroristas y obtener una ganancia en votos.

Ombligo. m. fig. Creerse el medio o centro de cualquier cosa. En el caso de Alfredo, el ombligo de su partido, el ombligo del Congreso, el ombligo de PRISA, el ombligo de Ezpaña y el ombligo del mundo. / biol. Que se sepa, el faisán no tiene ombligo.

Pérez. Originalmente, apellido paterno de Alfredo al que el propio Alfredo renunció voluntariamente al transformarse en “candidato Alfredo”. Fue sustituido en primera instancia por Pepunto para posteriormente ser eliminado en su totalidad (punto incluido). Se desconoce la razón de tal negación paterna.

Quina. f. Corteza del quino / loc. col. Ser más malo que la quina: ser una persona muy mala / loc. col. Tragar quina: soportar una situación desagradable disimulando el disgusto (con tendencia a disimular cada vez menos).

Rubalcaba. m. Apellido materno de Alfredo, del que no sólo no ha renegado sino que además ha convertido en su marca electoral. / deriv. v. Rubalcabrear: indignar, enfadar y/o mosquear a base de engaños, mentiras, trampas, inquinas, manipulaciones, maldades, vilezas, intrigas, agitaciones y juego sucio. / Otras loc. con R de Rubalcaba: ruin, rastrero, roedor, rancio, rabioso, rapiñador, raposo, rúbeo, rebuscado, reincidente, rufián.



miércoles, 6 de julio de 2011

El gilipollas

Vaya, vaya la que se ha armado con lo de la SGAE, la SDAE, el amigo Teddy, su segundo Neri y su particular micro-génesis (su mujer, su cuñada y su hija), los habituales de la ceja y algún que otro espontáneo de la cosa cultural patria, que cuando abren la boquita casi nunca es para decir algo inteligente («cuando tan torpe la razón se halla, / mejor habla, señor, quien mejor calla» que ripió Calderón; y no pienso pagar por la cita, que conste). La tontería ganadora la ha soltado esta vez el amigo Calamaro (ése que tuvo algún momento de gloria como Rodríguez y ahora saca ristras de canciones como quien pesca salmones en una piscifactoría), que no se le ha ocurrido otra cosa que comparar la detención de unos (presuntos) chorizos con el 23F, al más puro estilo Almodovariano y su golpe de estado pepero del 11M. Pues vale, Andrés. Olé tus huevos.

El millonario Alejandro Magno-Sanz también la lía como sólo él sabe liarla en twitter y acusa de «cortitos, rabiosos y oportunistas» a todos los que protestan en Internet por el mangoneo autoral. Pues vale. Y Caco (¡caco!) Senante, que es un tipo grandote que una vez compuso una canción sobre el mojo picón y se le agotaron las ideas tras la indigestión, sospecha que es una conspiración pre-electoral. Pues vale. Y un tal Caballero (que rima con Quevedo y su “poderoso caballero es don dinero”) remata la cosa con el victimismo habitual: «el transfondo social de todo es que la gente no quiere a los artistas» (snif). No, amigo, la gente a quien no quiere es a los aprovechados y a los mangantes, sobre todo cuando roban a manos llenas y encima te llaman ladrón a ti (lo del canon digital, ya saben).

Pero, pese a la disputada competencia de sus colegas directivos y amiguetes de la SGAE, la palma (asturiana) se la ha llevado el nieto del abuelo Vítor, que fue picador allá en la mina (el abuelo, no el nieto) y poeta-pelota del franquismo (el nieto, no el abuelo); o sea, Víctor Manuel, que no se corta un pelo y habla directamente de “mano negra” (¿se referirá a la de Alfredo Pepunto?) y llama directamente gilipollas a los que osen decir que han desaparecido 400 millones de euros. Y qué quieren que les diga, tiene razón el nieto Vítor, que siempre ha tenido muy claro lo de ser gilipollas (en una entrevista afirmó, contundente, «yo soy comunista, no soy gilipollas», cuando se le preguntó por su amor a los frutos del capitalismo y su rechazo al reparto de los bienes… propios). Tiene razón porque el dinero, como la energía, no desaparece, se transforma; ergo los 400 millones de euros no han desaparecido, se han transformado. Lo que hace falta saber ahora es en qué (descapotables, chaletitos, pensiones vitalicias, generosos regalos, maletines, producciones musicales propias…), que 400 millones de euros son muchos millones y tienen una capacidad de transformación notablemente más versátil que los transformers y Mortadelo juntos. Y dan para muchos trajes, por cierto.

Dan también, por ejemplo, para que el amigo Teddy cobre unos 30.000 euros al mes como capo de la SGAE y se asegure, además, una pensión vitalicia de casi 300.000 euros anuales, unos 24.500 euros al mes, cifra que excede levemente la pensión media de los españolitos de a pie; de los que tengan, claro. A lo mejor hasta le da para subirle la pensión a su ex mujer, que malvive por las calles con su guitarra y los 350 euros que le pasa el oneroso Teddy. Desde luego, sí le da para sus amiguetes: la SGAE invirtió entre 2002 y 2008 más de dos millones de euros en un plan de pensiones para sus directivos. Por si perdían las elecciones, digo yo.

Y es que para pagar las pensiones, los sueldos, los negocietes y los vicios de estos tipos y tipas hace falta mucha pasta gansa. Por eso recorren cada rincón de España, al más puro estilo Sheriff de Nottingham, recaudando con indisimulada voracidad el impuesto revolucionario en bodas, bautizos, funerales, peluquerías, ascensores, restaurantes, conciertos benéficos, tarareos electorales, funciones de colegio, silbidos a pie de obra y (todo llegará) nanas a pie de cuna. En la Era Teddy Recaudeitor todo vale. Y es que desde que interpretó a Judas en la maravillosa versión patria de Jesucristo Superstar («a mí por el fango se me arrastrará (…) ahora la historia me condenará» predijo, con gran tino), Teddy Bautista le ha cogido un gustillo a las monedas de oro que raya en lo enfermizo; no sé si es pura avaricia, mala leche o una especie de síndrome de Gollum («¡es mío, sólo mío… mi tesorooo!») que piensa que un 20% de todo el dinero que suena en España es de su propiedad (¿intelectual?); nada escapa a su oído y a su peaje. Y mientras reparte las monedas entre sus colegas y familiares, acusa de robar a todos los ciudadanos porque sí y nos cobra el canon preventivo. Eso sí, con su jubilación vitalicia de 24.500 euros al mes. Ya lo decía Pink Floyd: “Money, it’s a crime”. Y ya lo decía Vítor Manuel, “yo soy comunista, no soy gilipollas” (igualico que su señora, por cierto, que facturó 57.813 euros al Ayuntamiento socialista de Toledo por un concierto benéfico que recaudó 11.800 euros. ¡Toma caché, Ana Belén!).

No, si aquí los gilipollas somos todos nosotros, que nos dejamos mangonear e insultar por estos piratas y encima les pagamos el retiro. Hasta que ha llegado el juez Ruz, el nuevo héroe de las causas justas. «Mi mente clara está / por fin descubrí dónde todos vamos a parar» cantó Judas-Teddy en la obra magna de Camilo Sesto. Pues eso, todos a la cárcel (si son culpables, claro; que aquí no condenamos gratuitamente): Teddy, Neri y familia, Caco, Caballero, Sinde… y el nieto Vítor, si se tercia. Por gilipollas.