jueves, 27 de mayo de 2010

Quo vadis, Mariano?


1. Quedan dos años para las elecciones generales. 2. Quedan dos años de ZP. 3. Quedan dos años de gobierno socialista. Estas tres frases, aunque parezca lo contrario, no significan lo mismo. Veamos una a una:



1. Que quedan dos años para las elecciones es casi un axioma; estoy convencido al 98% de que Mister Paz no va a adelantar las elecciones ni ordenándoselo Ohbama!, Merkel y Jintao juntos. Ni aunque se lo pidiera “por Azaña” el espíritu de su abuelo. Antes preferiría autoinmolarse que reconocer su fracaso en esta farsa tan bonita que él mismo se ha pergeñado en su mente iluminada y limitada.

2. Que quedan dos años de ZP es, por tanto, igual de probable; lo que no lo es tanto es que Mister Paz repita en las elecciones de 2012, ya sea por presiones de su partido, por presiones de su señora, por presiones de la comunidad internacional o por depresiones propias; sinceramente, creo que no repetirá, incluso me apostaría mi pensión.

3. Lo que cada vez se me hace más difícil de refutar es que quedan (sólo) dos años de gobierno socialista. De verdad, no me lo creo. Y me acojono al escuchar mis propios pensamientos, porque es terrorífico sólo el pensarlo. Después de lo que han hecho estos tipos y tipas durante 6 años de desgobierno, más los 2 que les quedan (que van a ser aún más aterradores), me parece increíble, imposible, inimaginable, impensable que pudieran volver a ganar y, lo que es peor, a gobernar. Pero repito, hoy por hoy, tengo el pleno convencimiento de que así será.


¿Y por qué soy tan pesimista antropológico? Pues sencillamente porque soy realista. Y objetivo. Y por tanto no me ciegan las consignas de partido, ni las falsas espectativas bienintencionadas, ni los fuegos de artificio pop, ni las lecturas miopes de encuestas ciscenses o de circos electorales (¿perder 60.000 votos en las elecciones vascas fue una victoria?). Como a muchos miles de ciudadanos de bien, no me convence la alternativa. No es que no me la crea, es que no me convence; y si no me convence a mí, que estoy predispuesto a ser convencido, imaginemos a quienes no sólo no están predispuestos sino que además están radicalmente en contra. ¡Ardua tarea, vive Dios!


Y es que los precedentes son malos augures: Mariano Rajoy ha perdido ya dos veces dos contra ZP. Una, la primera, porque el PP se perdió en su propia soberbia, por un lado, y en su necedad a la hora de gestionar el 11M por otro; lo demás sobra. En las siguientes elecciones, porque basaron su estrategia, durante 4 años, en comunicar el apocalipsis: “¡España se rompe!” (estatut) y “¡Traición!” (proceso de paz); estrategia que cayó como un cojo zancadilleado en cuanto el PSOE retrasó la sentencia sine die y la poli empezó a enchironar etarras y batasunos como quien lo ha hecho toda la vida. Resultado: otros 4 años de ZP. ¡Y qué 4 años! (sólo llevamos dos y parecen una eternidad infinita y más allá). Y yo no estoy dispuesto a que este iluminado o su más que probable sucesor (llámese Pepiño, Rubalcaba, Solana o quien ose) sigan destrozando España despropósito tras despropósito. ¡Me cabrea, me encocora, me desquicia, me enerva y me descorazona el solo hecho de pensar que van a ganar éstos otra vez! Me jode y me acojona, hablando pronto y bien.


Por eso, mi querido Mariano, mis queridos dirigentes y dirigentas del PP, mis queridos militantes y militantas del PP, en nombre propio y en el de millones de ciudadanos y ciudadanas que no ven otra salida a la crisis económica, política y moral que se está comiendo España, te hago una pregunta nada capciosa, aunque sí necesaria e implorante: ¿tienes el pleno convencimiento de que estás haciendo todo (repito, todo) lo que está en tu mano para ganar las próximas elecciones generales? Contesta sinceramente, por favor (recuerda: “todo lo que esté en tu mano”). Y contesta con un SÍ o un NO, no me vale un “sí pero no”, un “es quee…”, un “bueno, yo…” ni demás marianeces. Piénsate la respuesta, pero no te tomes un año, que se nos va el tiempo (y con el tiempo, todo lo demás).


Decía Maquiavelo, que de política sabía más que Pepiño, “vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse”. Pues eso, hagamos. Hagamos mucho, hagamos todo. Si se hace bien, seguro que no nos arrepentimos. Así que, mientras te piensas la primera respuesta, Mariano, aquí van otras preguntas que debes hacerte y que también exigen respuesta rápida y contundente, porque de ellas depende nuestro futuro y el de nuestros hijos (y no es una metáfora).

¿Soy el más indicado, de entre todos los y las dirigentes de mi partido, para liderar un proyecto 100% ganador en 2012? ¿Soy el líder más valorado por los simpatizantes y votantes del PP? ¿Y por los votantes que no son del PP (ésos que te hacen ganar unas elecciones)? ¿Tengo capacidad, atractivo y poder de seducción suficientes para atraer, convencer y conquistar a cientos de miles de nuevos votantes? ¿Tengo a los mejores candidatos posibles, 100% ganadores, en comunidades clave como Cataluña y Andalucía? ¿Me rodeo siempre de los más capaces, de los mejor preparados en cada puesto, del equipo óptimo para ganar? ¿Voy a dejar la campaña electoral en las manos más expertas, profesionales y especializadas (las mejores agencias de Publicidad y Comunicación)… o voy a seguir confiando en los amiguetes? ¿Voy a seguir desarrollando la misma estrategia de comunicación que ha fallado dos veces? ¿Con qué tono voy a convencer a mis votantes potenciales, con el Barbismo de Rita o el Nadismo de Arriola? ¿No habrá un término medio y más eficaz? (Ver análisis de la in-comunicación del PP en el Blog de Mister Paz: “¡Es la comunicación, estúpido!”).


¿Cuáles son mis motivos/prioridades: yo, mi partido, mi país? ¿Tengo bien definidas mis ideas, mis valores, mis principios y así lo hago saber invariablemente, con claridad y contundencia, para no confundir al electorado? ¿O por el contrario reculo, me desmiento o me rectifico con frecuencia? ¿Me adelanto a los acontecimientos o voy siempre a rebufo? ¿Transmito entusiasmo, frescura, optimismo, pasión por nuestro proyecto? ¿Soy un ganador nato o me conformo simplemente con participar? ¿Creo al 100% en mi propio éxito? ¿O prefiero esperar, haciendo lo justito, el fracaso de ZP? ¿Sé positivamente que estoy poniendo todo mi empeño, toda mi energía, toda mi fe, toda mi voluntad, toda mi experiencia, toda mi inteligencia en GANAR las elecciones de 2012? ¿O creo, honradamente, que puede haber un candidato (o candidata) mejor? Esta pregunta, por favor, repítetela al menos una vez al día.


En definitiva, quo vadis, Mariano? ¿Adónde vas? ¿Tienes clara tu meta? Porque, lo queramos o no, adonde tú vayas vamos todos detrás. La decisión es tuya. La responsabilidad también. Y la culpa, si la hubiera. Quedan dos años para 2012, y si vuelves a perder, si vuelve a ganar el PSOE por tercera vez (¡tercera!), con ZP o sin él, millones de españoles no te lo perdonaremos nunca. Nunca.


Decía Gandhi que la diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer alcanzaría para solucionar la mayoría de los problemas del mundo. Imagínate los problemas de España.


jueves, 20 de mayo de 2010

Trini y la venganza de la criatura. Una historia de terror gótico


La última gilipollez (con perdón por el término machista) de este imaginativo gobierno que nos desgobierna, esta vez vía Trini, es lo de las criaturas. ¡Manda huevos! (y perdón de nuevo). La excusa ahora es que “recién nacido” es un término sexista, y claro, eso no se puede permitir, faltaría más, dónde vamos a ir a parar. Aunque yo, que debo ser muy rarito, la verdad es que nunca he tenido problema de denominación sexista a la hora de referirme a mis vástagos el día que su santa madre los trajo al mundo: cuando nació mi hijo mayor nos referimos a él como “recién nacido”; cuando lo hizo nuestro hijo mediano también lo mirábamos y mimábamos como a un “recién nacido”; y cuando nació nuestra hija, que ahí podíamos haber tenido un grave conflicto sexista, decidimos tirar de sentido común y de riqueza lingüística castellana y nos arriesgamos a llamarla “recién nacida”; así, con un par, utilizando el femenino para referirnos a una fémina como antes habíamos utilizado el masculino para referirnos a sus hermanos, tan varones ellos. Y oye, la cosa ha ido bastante bien. Y cuando nos referimos a los tres a la vez, que ahí podría germinar otro grave conflicto sexista decimos “nuestros hijos” y, lo juro, nuestra hija pequeña ni se ofende ni se trauma ni se siente desplazada y/o ignorada. Incluso conozco gente que ha ido más allá, valientes ellos (y ellas), y los han llamado “bebés”. Así, sin sexo ni nada, en plan más neutral que Suiza. Pero es una palabra tan desagradable, tan violenta, tan fea, tan… machista, que no me extraña que la ministra a la que llaman Trinidad (¡qué putada ser laica y llamarse Trinidad!) quiera desterrar o enterrar semejante término. Bebé ¡puaj! Suena… no sé… a… ¿recién nacido?

Pues eso, que donde estén las criaturas que se quiten los recién nacidos y las recién nacidas; o los/las bebés. Lo paradójico de la tontería ésta es que el término criatura viene del latín creatūra y significa “creado por Dios”, que es precisamente la primera acepción del DRAE: “Criatura f. Toda cosa creada por Dios”. O sea, que ahora la Trinidad se nos ha vuelto creacionista, así, como quien no quiere la cosa. Será por el nombre.

Pero uno, que no se fía de los políticos ni de las políticas, y mucho menos de los/las socialistas de boquilla que dicen gobernarnos, llegó hace tiempo a la conclusión de que en este circo no hay nada casual. Pero nada de nada. Todo es perfecta y absolutamente intencionado, aún más, todo está maquiavélicamente premeditado. Y vista la cruzada laica contra los no nacidos y las no nacidas, no me extrañaría que esto de las criaturas fuera otra palada de tierra sobre el nonato, o sea, ese ser vivo pero no humano que predicaba la científica Bibiana. Que yo de éstos y éstas me fío lo justo, o sea, nada. Rien de rien.

Porque para mí que lo que quiere la doctora Trini y su Mrs. Hyde es que veamos a esos inocentes niños y niñas como miembros y miembras de la tercera acepción del término criatura, esto es: “Ser fantástico e imaginario que causa terror”. O sea, como Rubalcaba si Rubalcaba no fuera tan real. Quieren que nos den miedo, como los niños de Ibáñez Serrador o los “chicos del maíz” de Stephen King. Y es que uno, que ha mamado Poe, Lovecraft, Le Fanu, Stocker, James y demás maestros; que ha zampado cientos de Creepys rellenos de Corben, Wrightson, Adams, Fancetta o Boix; que era el único de los hermanos que veía “Historias para no dormir” con los ojos abiertos y hasta ha visionado El Exorcista a solas y a oscuras; uno, que ha disfrutado como un niño con las pelis de terror de la Universal y las adaptaciones de Roger Corman y los míticos Karloff, Lorre, Price, Cushing, Lee o el mismísimo Lugosi; uno, en fin, que ha sido más gótico (intelectualmente) que las hijas de Mister Paz, sabe mucho de criaturas; y sabe que cuando te refieres a una criatura no estás hablando de un inocente bebé de rechonchos mofletones y chupete en ristre. No es, precisamente, la criatura de El padre de la criatrura de Lazaga y el insufrible Martínez Soria. No. Te estás refiriendo a la criatura de la laguna negra, o a la criatura del foso contra la que luchaba el Dr. Who; o a la criatura pseudomarina que se vengaba de todo quisque en las películas de Jack Arnold; o a la más reciente criatura perfecta, mutación genética caníbal y vampírica; o a la criatura asesina por excelencia, también conocida como Alien; o a la criatura del pantano, que era una especie de cocodrilo gigantesco y glotón; o a la Criatura de la Noria, alias María Antonia Iglesias; o a la criatura entre las criaturas, que no era otra que el engendro creado (¡creado!) por el Dr. Frankenstein. Un mito que nació de la pluma de Mary Shelley la misma noche que otra criatura terrorífica, el Vampiro, de William Polidori, ambos engendrados durante aquel mítico verano sin verano de 1816 en la villa suiza de Lord Byron.

Criaturas las hay celestiales e infernales. Y también mágicas, mitológicas y fantásticas. Y criaturas de la noche, y criaturas salvajes y criaturas del averno, que son las peores. Y criaturas inocentes y criaturas extrañas y criaturas vengativas y criaturas feroces y criaturas legendarias. Y criaturas necias, absurdas y manipuladoras. Estúpidas, en una palabra. Como Trini, Bibiana y el jefe de ambas dos, que tiene más peligro que la criatura de la laguna negra, Drácula y Alien los tres en uno; con el cerebro de la criatura del Dr. Frankestein. O sea, cero zapatero.

En fin, querida Trinidad, criaturita de Dios, lo importante es que no importa cómo lo llames: un recién nacido siempre será... un recién nacido. O una recién nacida. Y oye, estando la cosa como está, que nazca ya es un logro. Aunque sea una criatura.
...

jueves, 13 de mayo de 2010

Los niños de ETA

Otegui, el hombre de paz, arrimado a su hogar dulce hogar (presoak etxera!), Iñaki de Rentería libre como una glondrina con capucha, Elosúa fumándose un puro en el Faisán, Josu Ternera missing in action, De Juana Chaos missing in Eire, Usabiaga en casa para cuidar a su sanísima mamá, gracias a otra garzonada; y ahora llegan los Bony & Clyde con txapela, o sea, Fernando García Jodrá y Nerea Bengoa, alias "Comando Barcelona" —asesinos de Ernest Lluch, de los concejales del PP Francisco Cano Consuegra y José Luis Ruiz Casado y del guardia urbano Juan Miguel Gervilla Valladolid— que dicen que se quieren mucho y que desean más que nada en el mundo tener un bebé y que como el vis a vis no inspira, que necesitan un tratamiento de fertilidad más bien carete y que por qué no se lo pagamos entre todos, o sea, nosotros, los españoles. Y vamos nosotros, los españoles, y pagamos los 6.000 eurakos que cuesta la felicidad de esta linda parejita, condenada por cuádruple asesinato, que quiere preservar la especie, con toda la razón, claro, no vayamos a colocar a la serpiente en el listado de animales en peligro de extinción.


No, para eso tienen crías, las serpientes. No digo yo que todas las crías de la bestia sean o vayan a ser bestias también. Pero los que conocemos el percal sabemos que tienen muchas probabilidades, porque sus progenitores A y B se cuidan muy mucho de que no escojan otro camino. La última prueba fehaciente es la foto que publicó el diario ABC el pasado lunes: unos inocentes niños de menos de 10 años haciendo apología de ETA por obra y gracia de sus nada inocentes padres, que les engancharon pegatinas con fotografías de presos etarras mientras se exaltaba al héroe Joseba Fernández Aspurz, el "Guindi", uno de los terroristas que asesinó al policía francés Jean-Serge Nérin. Eso sí, fue en un acto lúdico-festivo, durante las fiestas de los Calderetes, en el barrio de La Chantrea de Pamplona. Para no perder el alegre tono infantil, digo.

Y yo ahora abro un paréntesis y me pongo en plan reivindicativo. Porque hace una semanas publiqué en este mismo blog un artículo titulado "Carta a la hija de Otegui", en el que, metafóricamente, me dirigía a la adolescente para explicarle en plan resumen el curriculum vitae de su padre cuando integraba comandos etarras activos que secuestraban, extorsionaban y asesinaban. Fueron muchos los comentarios recibidos (aún siguen llegando), los más a favor (especialmente en foros de la Policía Nacional) y algunos en contra. Y entre éstos, por ejemplo, el reproche de dirigirme a una menor, o que si ella no tiene la culpa o que si yo no tengo escrúpulos, que si soy de la misma calaña que Otegui, que si soy carroña y huelo mal, que si la víctima es la hija de Otegui, que si es una basura de artículo, que si no me da vergüenza, que si los verdaderos asesinos son Fraga y Aznar o incluso las propias víctimas de ETA, que si la gente como yo hacemos el mundo mucho peor o, en fin, que es un abuso por mi parte, que soy un cobarde y que qué pena doy, meterse con una niña de 14 años, y que dónde está el defensor del menor.

Pues bien. Me haría muy feliz que todos esos anónimos que dejaron tan halagadores mensajes en el post "Carta a la hija de Otegui", dejaran también en el presente artículo sus comentarios y pareceres sobre la manipulación de estos menores de 10 años en las fiestas de Los Calderetes (que no es, ni de lejos, un hecho aislado). Y, de paso, les recomendaría que se dieran un paseo por las calles de Donosti, de Plentzia, de Markina, de Oyarzun, de Rentería o de Astigarraga, sobre todo en fiestas, y preguntaran a los futuros etarras cuántos años tienen. ¿Qué se creen, que los colegas de Segi son treintañeros? ¿Qué los reclutan con veinte años? No, amigos; la serpiente empieza a manipular a sus crías con menos de 10 años, les enseña a odiar con 12, a tirar piedras con 14, a fabricar cócteles molotov con 16, a disparar con 17 y a los 18 están en Francia haciendo el Cursillo Acelerado de Terrorismo Teórico-Práctico en 7 Días. La serpiente lleva manteniéndose así, fresca y lozana, desde hace unas cuantas décadas; y como es muy prolífica, por cada gudari detenido salen otros 10 de la camada Segi. Cada vez con menos experiencia, cierto, pero con el mismo odio y la misma enajenación. Y con el mismo veneno.

A la espera quedo, pues. Y mientras espero, celebro el primer aniversario de Patxi López como jardinero de las ramas, las hojas y las raíces del árbol de Guernica, con la generosa aquiescencia de Antonio Basagoiti. No es que yo crea que López lo esté haciendo mal. Al contrario, ha conseguido demostrar que se puede vivir mejor sin el extraterrestre Ibarreche y que no cae el cielo sobre nuestras txapelas si el PNV está en la oposición. Ha empezado a normalizar las ikastolas y los mapas del tiempo y la Ertzaintza y la EITB y la dignidad de las víctimas. Y eso, para un año, ya es mucha normalización, después de tres décadas de, digamos, desnormalización (que si pongo subnormalización se me echan encima).

"Estamos mejor que el año pasado —ha dicho López—, hemos subido un peldaño más hacia la libertad plena de todos, estamos ganando la batalla a ETA. Hemos puesto a las Policías a trabajar conjuntamente, colaboramos con la justicia, hemos expulsado a los violentos de nuestras plazas y calles y hemos expulsado la vergüenza de nuestros muros para construir un país decente, pero sobre todo, ha sido la ciudadanía vasca la que ha desterrado a los violentos".

Pues ale, a seguir así; desterrando y machacando a la serpiente. Y (re)educando a sus crías antes de que les salgan los colmillos y aprendan a morder. Eso sí, Patxi, átame bien a Ibarguren que éste cuando lo sueltas un poquito se pone a negociar. Y eso no es bueno, por mucho que se empeñe el jefe. Ni es digno. Ni es práctico. Ni es inteligente.

Porque ETA-Batasuna "no tiene ninguna intención de dejar de hacer lo que hace, de asesinar para intentar conseguir objetivos políticos —ha dicho Basagoiti, con toda la razón, ante los nuevos afanes recaudatorios de los mafiosos—. Las cartas demuestran que esta gente quiere tener fondos para seguir en su actividad terrorista". Y lo que te rondaré, moreno.


miércoles, 5 de mayo de 2010

El exorcismo de Leire Pajín


Siempre sospeché que esta chica ocultaba algo. No sé, una especie de personalidad oscura, misteriosa, inquietante. Que estaba poseída. El otro día lo confirmé. Desde el amanecer de la nueva era interplanetaria, el puño amenazante alzado al paso alegre de La Internacional, el aborto como la forma más segura de disfrutar la sexualidad, el no usar champú ni de marca blanca, el PIB masculino o el deseo de que "el poder sea más tía", no sé, había algo en esta chica que me escamaba y azaraba a más no poder. Luego llegó la conspiración de Benidorm, y nos mostró su cara más maquiavélica y astuta a través del rostro de su madre tránsfuga (a tiempo parcial), que ahora vuelve al partido cuan madre pródiga para ocupar el número dos o el uno de la cosa electoral. Ay, y además la endiablada maniobra para hacerse, de paso, con el psoe valenciano, echando al legítimo para poner a papá. Todo queda en familia. Como la mafia o así.

Mas no fue hasta la semana pasada cuando se me abrieron definitivamente los óculos y las carnes ante la realidad oscura de Leire Pajín, ante su lado Mrs. Hyde, para entendernos. O mejor dicho, ante su lado Louis Cyphre, o sea, Robert de Niro en El Corazón del Ángel. Lui-Cifer, para el que no haya visto la única película memorable de Mickey Rourke. En efecto, la semana pasada se hizo la luz (o más bien la tiniebla) y se disiparon todas mis dudas acerca de la lozana secretaria de organización del partido socialista Obrero español y su tenebrosa realidad.

Estaba yo viendo la tele el pasado miércoles, zapeando inocentemente por la tdt, cuando de pronto el dedo se me detuvo como quien no quiere la cosa, involuntariamente, en la retransmisión de no sé qué sesión que tenía lugar en el Senado (en el nuestro, especifico, que estoy viendo la serie Roma y a veces me lío). Y mis ojos la vieron. Y mis oídos la escucharon. Y mi alma tembló. Y mi corazón se detuvo (¡Oh, Dios mío!). Porque lo que vi y escuché fue… ¡a Leire Pajín poseída! Sí, sí, poseída por el maligno. La escuché parlotear en lenguas extrañas y al instante me vino a la memoria, como un zarpazo, el padre Merrin (o el padre Karras, no me acuerdo) explicando que uno de los signos más característicos de la posesión demoníaca es hablar idiomas que se desconocen; y recordé que también era bastante inequívoco lo de hablar con voz ronca, y tener una fuerza sobrehumana, e incluso levitar. Y entonces me fijé en su voz, y noté que era (es) cavernosa y desagradable, como si estuviera siempre de resaca; e intuí su fuerza masculina y destructiva (y amenazante, sobre todo cuando levanta el puño); y me acordé de que siempre levita cuando habla de Ohbama! o de Mister Paz, alias ZP, y entra en éxtasis y pone los ojos en blanco; y vi su cabello graso y apergaminado, y su rostro hinchado, como abotoxado, y sus ojillos maliciosos y sus orejas sobresalientes… y aunque su cabeza no giró, sí vomitó palabras feas y mentiras e insultos viles (nada nuevo, empero).

Sí, amigos; escuchar a Leire Pajín hablando "con toda naturalidad" en euskera, catalán, valenciano, gallego y castellano fue demasiado para esta alma sensible. Y gracias a Dios no llegó a utilizar el silbo ni el bable ni el aranés ni el caló ni el andaluz profundo. Y, aunque sabía que no iba a servir de nada, y a falta de un padre Karras como Dios manda, yo mismo desde mi casa comencé el ritual de exorcismo. Recité el Salmo 4 y el pasaje de Juan 1 y el de Marcos 16. Y luego exclamé (tratando de aparentar frialdad y convencimiento): "Te exorcizo, muy vil espíritu, mismísima encarnación de nuestro enemigo, espectro entero, sal y huye de esta criatura de Dios. Él mismo te lo manda, el que manda al mar, los vientos y la tempestad. Escucha y teme, enemigo de la fe, adversario de la raza humana, productor de la muerte, ladrón de la vida, destructor de la justicia, raíz de los males". Y entonces, no sé por qué, escuchando estas últimas frases exorcizantes, pensé en Mister Paz. Y mi alma tembló con más enjundia. Acojonadita, vamos.

Y en mi cabeza resonaban las palabras del padre Merrin aleccionando al padre Karras: "Es especialmente importante evitar todo diálogo con el demonio. Sólo haremos preguntas relevantes. Todo lo demás es arriesgado. Es un mentiroso. Mentirá para confundirnos. Mezclará mentiras con verdades para atacarnos —y yo, curiosamente, seguía pensando en Mister Paz—. Su ataque es psicológico, Damien, y muy fuerte. Así que no le eschuche. Recuérdelo: no le escuche". Pero yo le escuché. No pude evitarlo. En boca de Leire Pajín lo escuché, y en cinco idiomas.

Y tras horas de agotador e infructuoso exorcismo pensé: ya no hay remedio. Está poseída. Y Mister Paz está igual de poseído. Y el gobierno. Y los nacionalistas. Y el Senado. ¡Todos poseídos! Poseídos por la más absoluta estupidez, por el absurdo elevado a la máxima expresión en cinco idiomas, por la cretinez suprema, por la devergüenza más infame. ¿Qué, si no, es gastarse millón y medio de euros para incomunicarse en las cinco lenguas oficiales, pudiendo incomunicarse en una única lengua común, como hasta ahora? Y una curiosidad: ¿acaso se llevará cada senador a su traductor para traducir las conversaciones de barra y pasillo? ¿Y si no hay para todos, callarán o hablarán en su lengua sin importarles que el otro les entienda? Y puestos a decir barbaridades ¿habrá que rediseñar todos los cartelitos, los menús, los indicadores de "servicios", las placas, los avisos de "no fumar" y demás mensajes para rotularlos en cinco idiomas, cueste lo que cueste?

Al final, lo único que nos queda para expulsar a toda esta panda de poseídos por la estupidez infinita es el exorcismo de las urnas. Ése, en principio, funciona. Pero no nos dejemos engañar otra vez, por favor. Cuando llegue el día, gritemos todos a una "¡Yo os expulso! ¡Yo os expulso! ¡Seres corruptos, mentirosos y malvados que habéis dejado a España en las tinieblas! ¡¡YO OS EXPULSO!!
"Pues eso, que amén.
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