jueves, 23 de junio de 2011

Oda a Pepiño, que está tristiño por culpa de Alfrediño

Ay, Pepiño, Pepiño
¿qué te pasa, rapaz,
que andas tan tristiño?
¿Qué te ha hecho, dime,
el candidato Alfrediño?
¿Te ha dejado sin mando
en tu partidiño?
¿Te ha dado un puntapié
en todo el culiño
después de haberle entregado
tu alma y tu corpiño,
tu eterna fidelidad
y tu amor más puriño?
¿Por qué, por qué?
(que diría Mourinho)

Ay, Pepiño, Pepiño,
que me miras con desaliño,
¿onde están esos ojos
antaño tan graciosiños?
¿Onde está tu mirada
de astuto y osado topiño?
¿Onde está tu descaro,
tu valentía de niño?
¿Do, tu regate dialetico
al estilo Robinho?
¿Y onde tu amigo Z,
Onde está su cariño,
su estima, su confianza?
Dime, ay, mi Pepiño
¿No te habrá desterrado
de su corazonciño?

Ay, Pepiño, Pepiño,
¡que no puedo verte así,
que la diño!
Y cuídate de la Elena,
que quiere tirarte al Miño
con una urna de piedra
bien amarrada al tobiño.
Que ésta se arrima mucho
al oscuro Alfrediño
y ha salido con ganas
de comerte los carballiños.
¡Joder con la Valenciano,
bulldog de Rubalcabiño!
Sólo de verle la cara,
ay, me giño.

Ay, Pepiño, Pepiño,
héroe del atril,
estratega del aliño,
¡no llores nunca mais
que se me estremece el corpiño!
¡No sufras mais, carallo,
que se me encoje el rabiño!
¡Que vuelva a ti la alegría
entre ríos de albariño!
¡Que escampe la nevada
Y bailen los pingüiños!

Ay, Pepiño, Pepiño,
que no puedo verte así,
¡Que me estriño!
¿Cómo he de consolar
esos ojiños tristiños?
¿Hundiendo otro Prestige?
¿Comprándote otro atiquiño?
¿Conxurando a trasgos y meigas
para eliminar a Alfrediño?
¿O erigiéndote en líder de Sol
Y de sus indignadiños
Al grito de "¡Muera la Pepa
y que Viva el Pepiño!"?

Ay, Pepiño, Pepiño,
¡cómo has podido caer
en las garras de Alfrediño!
Te ha metido la gaita
por el mismísimo calzonciño.
Te ha estampado el botafumeiro
en tu prominente fuciño.
Te ha maquinado en exclusiva
la Crisis del Pepiño.
Mas no te preocupes, rapaz,
que "O chegar o San Martiño,
mátase o porco
e bébese o viño".
Hasta entonces no llores mais,
no humedezcas tus ojiños.
Busca nuevos proyetos
lejos de Zapatiño,
lejos de Valenciano,
lejos de Alfrediño.
Lejos, muy lejos del mar
—no como tu atiquiño—.
Lejos, ya puestos, de España
¡Que nos tienes hasta os güeviños!

Ay, Pepiño, Pepiño,
que no puedo verte mais,
¡Que la diño!

jueves, 16 de junio de 2011

Carta a María San Gil

Viviste el asesinato cobarde de tu jefe y amigo en directo, a bocajarro y a tan sólo unos centímetros de distancia; guiada por tu coraje, saliste en (inútil) persecución del asesino, que huía cobardemente por las callejuelas de la parte vieja; y años después, en el juicio, te enfrentaste a la mirada del asesino con la misma valentía y firmeza con la que viviste aquel asesinato cobarde y con la que vives cada día desde entonces. Es lo que distingue a los valientes, su firmeza y determinación frente a la cobardía.

Durante todo este tiempo, María, has sido un permanente ejemplo de superación y sacrificio; un referente moral, humano y político; un modelo de cercanía, de claridad de ideas, de fidelidad a tus principios y a tus valores, ¡incluso de simpatía! (eso que tanto se reclama ahora desde tus filas y que tú has ejercido sin necesidad de renunciar a ti misma ni de reinventarte al estilo ‘pop’); has sido la cara amable y sincera, el lenguaje directo y transparente, la sencillez en persona, la honestidad, siguiendo fielmente la estela de tu amigo y mentor asesinado.
     Has sido la gran luchadora por la libertad, junto a las demás y los demás valientes que viven cada minuto como auténticos héroes y verdaderos condenados (al silencio, al desprecio, a muerte), y que ahora renuevan su heroísmo tras el envenenado triunfo de la serpiente. Algo que hay que padecer día a día para entender de qué pasta estáis hechos; y para entender también de qué pasta están hechos, no ya los asesinos (que no engañan a nadie que no se deje engañar), sino quienes los subvencionan, quienes los justifican, quienes los utilizan, quienes los amparan, quienes los equidistancian… quienes los legalizan; aquellos que se ponen o se quitan la máscara según la conveniencia del momento, pero cuyo rostro es siempre, ha sido siempre, el mismo rostro hipócrita, falso e inmoral desde los tiempos de Miguel Ángel Blanco y el pacto de Estella. Esos mismos que os han apuñalado, a ti y a los tuyos, tantas y tantas veces; que os han despreciado, que os han insultado, que os han escupido –incluso muertos- tantas y tantas veces.

Por eso, María, estuve contigo cuando te fuiste, hace tres eternos años. Volviste a tomar una decisión valiente, sincera y honesta, como no podía ser de otra manera siendo tú. Una decisión generosa y sacrificada, como tu propia vida; y leal, aunque haya quien diga lo contrario, leal a tus ideas, a tu gente y a tu partido (por mucho que algunos trataran de hundirte miserablemente, utilizando incluso tu cáncer para atacarte). Y aunque te fuiste –asqueada- de la vida política, nunca nos dejaste del todo, pues siempre has estado presente, e implicada, en todas aquellas causas en las que crees, sin dar la espalda a tus principios, sin ponerte siquiera de perfil, encarándolos con la mirada firme, de frente, con valentía, sin complejos. Has estado con las víctimas del terrorismo, siempre, pero también con las otras víctimas, las más inocentes de todas las víctimas: te recuerdo en la gran manifestación por la vida, hace un par de años, llegando a una rebosante Puerta de Alcalá, literalmente acosada por tus fans, pidiéndote un autógrafo, un abrazo, una sonrisa (esas sonrisas tuyas); echándote de menos como se echa de menos la voz de la conciencia en los momentos de incertidumbre; necesitando tu regreso como se necesita, de vez en vez, un soplo de aire fresco y limpio entre tanto aire viciado.
Ahora, después de un tiempo desaparecida (a veces literalmente, por seguridad), regresas para contarnos tus vivencias, tus miedos, tus esperanzas, tu lección de vida en tu 'media' autobiografía. No es mal momento para volver a escuchar tu voz, ahora que tu Donosti querida, la ciudad por la que Goyo Ordóñez fue asesinado cobardemente en tu presencia, ha caído en manos de la serpiente. Igual que mi Zarauz querido. ¿Quién nos lo iba a decir, verdad, después de tantos años luchando, llorando y muriendo? “Hemos perdido un terreno que nos va a costar mucho recuperar”, lamentas; y peor aún, porque esto es sólo el principio del fin, pero no de ETA, sino del País Vasco. "Los terroristas no están ganando porque nos hemos entregado. Y para entregarse ahora, que nos lo hubieran contado hace 20 años y a lo mejor hubiéramos sufrido menos." La pena es que hubo un momento, no hace mucho, en que estuvimos muy muy cerca de vencer. Y tantos mártires involuntarios habrían tenido un cierto sentido.

Ahora que has vuelto, aprovecho para pedirte un favor: nunca calles, María. Por favor. Necesitamos, además de leerlas, escuchar tus palabras, tus mensajes, tus ideas claras y valientes. Como eran las de Goyo. Y créeme, tu voz va a tener eco. Porque la voz de los valientes siempre resuena en los corazones honestos. Y de esos, a pesar de todo, aún quedan muchos.


miércoles, 8 de junio de 2011

El Señor de las Moscas en Sol


Pareciera como si el escritor William Golding (que, por cierto, cumple años el mismo día que un servidor) se hubiera paseado hace 57 primaveras por la Puerta del Sol de esta primavera de Madrid, que lleva ya camino de las tres semanas y no tiene visos de terminar la cosa, o sí, pero no mañana, ni pasado, aunque tampoco en una “fecha infinita”, como apuntaba el otro día un indignado, que además debe ser uno de los listos de la plaza tomada.

Y es que las semejanzas con El señor de las moscas del autor británico van mucho más allá de la mera cuestión higiénica (que en este caso sería El señor de las pulgas, según comprobación propia). Empezando por el principio, lo que comenzó siendo una (tal vez justa) utopía, rebosante de ilusión revolucionaria, de quimérica voluntad de cambiar el mundo, de sincera y necesaria indignación en pos de una sociedad ideal, en busca de la democracia perdida, ha terminado siendo justo lo contrario: la utopía se ha pervertido y ha mutado en distopía, la realidad se ha impuesto al idealismo, la ilusión ha sido explotada (en ambos sentidos) por la manipulación y el adoctrinamiento y, en fin, la presumible sinceridad de intenciones se ha convertido en una gran farsa, y la democracia ideal en una caricatura asamblearia, burocratizada, totalitaria y castradora de voluntades.

Como en El señor de las moscas, la aparente benevolencia de la causa no es sino una excusa de los fuertes para mantener el control absoluto de algo que ya no se sostiene, ni se enmienda. Han paladeado el sabor del poder y se han enganchado. Y lo peor de todo es que se lo creen. Como la caracola de Ralph y Piggy, los indignados han acogido el megáfono como símbolo de su (presunto) poder y como instrumento de permanente convocatoria asamblearia. Como en El señor de las moscas, las guerras de clanes afloran cada día en el escenario democrático ideal, y se acaban imponiendo los radicales, que son siempre los únicos que tienen las ideas claras. Los okupas han okupado Sol y de paso han okupado todo el Movimiento15M, que ya no va a ningún lado (salvo hacia la izquierda). Y el “ágora permanente para todos, para todas y para todes” (literal, lo juro) se ha convertido en un gran estercolero físico y mental.

Como en El señor de las moscas, la responsabilidad de los primeros días, las obligaciones y las buenas costumbres han ido degenerando día a día, noche tras noche: sexo, droga y rock’n roll, vaguería, suciedad, reyertas, mendigos okupas, pulgas, chorizos, Paris Hilton, inseguridad generalizada y porquería, mucha porquería. No queda nada limpio en Sol (ni en Cataluña ni en etc.), literal y metafóricamente hablando. Dicen que quieren mantener la fogata viva, como Ralph y Piggy, pero ese fuego está quemando los negocios y las vidas de los comerciantes de la zona, que ya andaban bastante chamuscados tras siete años de socialismo utópico reformista, pacifista, nacionalista, feminista y anticapitalista.

Como en El señor de las moscas, han cazado un gran cerdo y se creen los reyes del mambo; han sido noticia durante unos días y se ven como el ombligo del mundo; han levantado simpatías por doquier (¿un 80% de la ciudadanía? ¡Ni de coña!) y han organizado un gigantesco festejo democrático con sus pinturas tribales, sus rastas y sus tambores de guerra (¡muerte al banquero, al sistema, a la oposición, al que se oponga!). De ahí no les sacan ni con tanquetas, como en los viejos tiempos donostiarras, cuando los borrokas salían por patas en cuanto el primer pikoleto ponía un pie en el bulevar.

Pero, como en El señor de las moscas, los “peques” se quieren ir a casa, tienen miedo y hastío, y cansancio. Y sensación de fracaso. La cosa no funciona, al menos así. Los primeros días tal vez, pero desde el día de las elecciones, la (presunta) revolución democrática no tiene sentido. Hay que replantearse los argumentos y los métodos y las reivindicaciones. Hay que ser serios y operativos, y razonables. Inteligentes, ¡coño! La bestia del radicalismo ya se ha hecho con el poder en la isla de Sol, el manifiesto okupa ha enturbiado la paz y la armonía neohippie de los primeros momentos; el flower power ha sido aniquilado por el anarko power y los héroes de la democracia pura son ahora los villanos del totalitarismo cabezón, los pesados del “no nos moverán”, los guarros del chabolismo revolucionario e ilegal. Jack y sus salvajes se han hecho con la isla y la civilización ha sido vencida por la barbarie. Como en El señor de las moscas, los indignados de Sol han acabado perdiendo la razón. Y su hoguera se está apagando. O la encienden en un lugar donde vuelva a arder con sentido (internet, un partido político, asambleas de barrios, un movimiento civil y cívico) o toda su isla de avatar va a terminar devorada por las llamas que ellos mismos han prendido, pero que ya no controlan.


Han clavado la cabeza de un cerdo en una estaca y la han colocado en medio de la Puerta del Sol; dicen que es la cabeza del sistema, pero no saben que es su propia cabeza. Y se está llenando de moscas.


PD. Dicen que se van el domingo. ¿Se pondrán de acuerdo en la hora? 

jueves, 2 de junio de 2011

La mano (siniestra) que mece la cuna


Cuenta una vieja crónica de sucesos el caso que aconteció en un tribunal berlinés, allá por 1967. Un astuto abogado defendió a su cliente, acusado de robo, alegando que había sido únicamente la mano del inculpado la que había realizado la sustracción, de forma que no había lugar a responsabilizar a la persona entera de la acción de su mano. El juez, haciendo gala de su sentido del humor, condenó a la mano del ladrón a dos meses de prisión; en ese instante, el ladrón desatornilló su mano derecha artificial, la depositó sobre la mesa del boquiabierto juez y salió tranquilamente –y libre- de la audiencia.

Este pasado fin de semana, el Vicepresidentísimo, Ministrísimo y Oscurantísimo señor Rubalcaba (¿por qué renegarán todos de su apellido paterno?) se la ha jugado a sus colegas de partido más o menos como el chorizo berlinés a su juez. Después de quitarse de en medio a “la niña” de Zapatero de un vil empujón (que me la han dejado llorando por las esquinas y los desfiles, los muy…), apareció el flamante Multi-ísimo en el Komitern socialista, ante todos sus varones (sí, con ‘v’), alguna fémina de cuota para la foto y el omnipresente Zerolo y, después de un maravilloso discurso de su predecesor en el poder (emotivo, entrañable y deportivo; si parecía Carros de Fuego), Rubalcaba se desatornilló la mano diestra, la dejó sobre la mesa de Zapatero con su mano más siniestra y se descojonó de todos sus colegas y de España entera mientras exclamaba:    
     “Yo, por la autoridad que me concedo a mí mismo, me he señalado, erigido y ungido como vuestro salvador, vuestro faro, vuestro guía, vuestro futuro; esta mano –que no es mía y devuelvo a su dueño- representa el pasado, el fracaso; ella y solo ella es la que os ha hecho mal, la que nos ha llevado a la debacle, la que ha arruinado España… así que ¡fuera! Y ahora yo, con mi mano de verdad, que es la siniestra, os voy a llevar derechitos a la ¡¡victoriaaa!!”

     Las hordas dirigentes (y dirigidas) bramaron al unísono clamando a su nuevo líder, ensalzando sus inmarcesibles virtudes democráticas, que nunca ninguno puso en duda. Y hasta los varones (sí, con ‘v’) más críticos, los mismos que exigían dos minutos antes unas primarias sí o sí, o un congreso sí o sí, se deshicieron en aplausos, vítores, ovaciones, loas, alabanzas, ensalzamientos y bajadas de pantalón como no se había visto desde tiempo inmemorial (bueno, desde el último mitin de ZP). Y el Omni-vice, la mano siniestra que mece la cuna, prosiguió:
     “Hay que mirar hacia delante, olvidar el pasado; todo eso del GAL, y el 11-M, el Faisán, la crisis, los parados, los indignados y demás falacias pretéritas deben quedar enterradas en cal viva. ¡El futuro es nuestro horizonte! Sangre nueva, ideas renovadas, lozanía, empuje, juventud… ¡Eso es lo que necesita el Partido y lo que necesita el País (a España, me refiero, no a mi periódico). Yo soy la prueba viva de esa nueva fuerza renovadora que corta con el oscuro pasado y sólo ve futuro; y para demostraros que ya sólo miro hacia delante, os presento a mi nueva guardia pretoriana, a mis jóvenes guerreros de espíritu renovador y empuje adolescente, a mis chicos sin pasado, sin culpa, sin mancha, sin responsabilidad, recién saliditos de la inocente e inmaculada cuna: ¡Manoliiito Chaves! –aplausos- ¡Pepiiiiño Blanco! –vítores- ¡Eleniita Salgaaado! –piropos, silbidos- ¡Raaaamontxu Jáuregui! –ovación- y… ¡Triiiini Jiménez!” –aplausos, silbidos, piropos, vítores, banderitas y ovación clamorosa.

Los cinco jóvenes y jóvenas ministros y ministras se desatornillaron sus respectivas manos diestras y las posaron sobre la mesa de su ex jefe, muy ordenaditas; y con ellas han dejado atrás toda responsabilidad en la debacle electoral, en la (indi)gestión de la crisis económica y en el hundimiento del país en general, y ahora se van de gira con su nuevo jefe, a reconquistar al pueblo confundido, a recuperar la confianza perdida, a revitalizar la militancia adormecida y a mantener la poltrona de la Moncloa, el poder y la gloria… ¡como sea! Y ese “como sea”, leyendo en los oscuros ojos del Presidentísimo Rubalcaba, se me antoja que va a ser sonado. En marzo de 2012, unos estratégicos días antes de las elecciones generales, lo escucharemos. Atronadoramente.