viernes, 9 de enero de 2009

Yo, yo mismo y Pilar Rahola en la franja de Gaza


Nunca imaginé que algún día diría lo que ahora voy a decir: estoy de acuerdo con Pilar Rahola. No sólo de acuerdo, sino absolutamente de acuerdo. Ya está, lo he dicho. Y no ha pasado nada. No ha caído un rayo sobre mi cabeza, ni me he transformado en mujer-feminista-izquierdista- catalanista por arte de birlibirloque, ni se me han caído mis convicciones al suelo para luego pisotearlas, ni he sido abducido por el diablo cojuelo, ni de repente voy a reconocer La Noria como un programa de televisión en lugar de un infinito pozo ciego, negro, profundo y pestilente como la moral de su presentador y de sus dos contertulios estrella.

¿Y qué es lo que ha pasado, oh cielos, para que hoy esté de acuerdo con alguien a quien antes casi, casi despreciaba? (digamos que no soportaba ni sus pensamientos ni el timbre de voz con el que los expresaba) Pues muy fácil: que esta vez ha expresado con certerísima nitidez exactamente lo que yo pienso. Palabra por palabra. Argumento por argumento. Conclusión por conclusión. Y lo ha hecho tan bien, que yo no lo podría haber expresado mejor, con tanta claridad, con tanta profundidad, con tanta valentía y, en su caso, con una sinceridad que la honra (por ser quien es y por estar donde está).

Por eso, suscribo totalmente y transcribo literalmente el artículo que ha llegado esta mañana a mi email, y que Pilar Rahola escribió el pasado 6 de enero.

La lucha por la libertad (Pilar Rahola)

«¿Por qué no vemos manifestaciones en París, o en Londres, o en Barcelona en contra de las dictaduras islámicas? ¿Por qué no lo hacen contra la dictadura birmana? ¿Por qué no hay manifestaciones en contra de la esclavitud de millones de mujeres, que viven sin ningún amparo legal? ¿Por qué no se manifiestan en contra del uso de niños bombas, en los conflictos donde el Islam está implicado? ¿Por qué no ha liderado nunca la lucha a favor de las víctimas de la terrible dictadura islámica de Sudán? ¿Por qué nunca se ha conmovido por las víctimas de los actos de terrorismo en Israel? ¿Por qué no considera la lucha contra el fanatismo islámico una de sus causas principales? ¿Por qué no defiende el derecho de Israel a defenderse y a existir? ¿Por qué confunde la defensa de la causa palestina con la justificación del terrorismo palestino? Y la pregunta del millón, ¿por qué la izquierda europea, y globalmente toda la izquierda, sólo está obsesionada con luchar contra dos de las democracias más sólidas del planeta, Estados Unidos e Israel, y no contra las peores dictaduras? Las dos democracias más sólidas, y las que han sufrido los atentados más sangrantes del terrorismo mundial. Y la izquierda no está preocupada por ello. Y finalmente, el concepto de compromiso con la libertad. Oigo esa expresión en todos los foros propalestinos europeos. ‘¡Estamos a favor de la libertad de los pueblos!’, dicen con ardor. No es cierto. Nunca les ha preocupado la libertad de los ciudadanos de Siria, de Irán, del Yemen, de Sudan, etc. Y nunca les ha preocupado la libertad destruida de los palestinos que viven bajo el extremismo islámico de Hamás. Solo les preocupa usar el concepto de libertad palestina, como misil contra la libertad israelí.
Una terrible consecuencia se deriva de estas dos patologías ideológicas: la manipulación periodística.
Finalmente, no es menor el daño que hace la mayoría de la prensa internacional. Sobre el conflicto árabe-israelí NO SE INFORMA, SE HACE PROPAGANDA. La mayoría de la prensa, cuando informa sobre Israel, vulnera todos los principios del código deontológico del periodismo. Y así, cualquier acto de defensa de Israel se convierte en una masacre y cualquier enfrentamiento, en un genocidio. Se han dicho tantas barbaridades, que a Israel ya no se la puede acusar de nada peor. En paralelo, esa misma prensa nunca habla de la ingerencia de Irán o Siria a favor de la violencia contra Israel; de la inculcación del fanatismo en los niños; de la corrupción generalizada en Palestina. Y cuando habla de víctimas, eleva a la categoría de tragedia a cualquier víctima palestina, y camufla, esconde o desprecia a las víctimas judías.
Acabo con un apunte sobre la izquierda española. Muchos son los ejemplos que ilustran el antiisraelismo y el antiamericanismo que definen el ADN de la izquierda global española. Por ejemplo, un partido de izquierdas acaba de expulsar a un militante por que ha creado una web de defensa de Israel. Cito frases de la expulsión: ‘Nuestros amigos son los pueblos de Irán, Libia y Venezuela, oprimidos por el imperialismo. Y no un estado nazi como el de Israel’. Otro ejemplo, la alcaldesa socialista de Ciempozuelos cambió el día de la Shoá por el día de la Nakba palestina, despreciando así a más de 6 millones de europeos judíos asesinados. O en mi ciudad, Barcelona, el ayuntamiento socialista ha decidido celebrar, durante el 60 aniversario del Estado de Israel, una semana de ’solidaridad con el pueblo palestino’. Para ilustrarlo, invitó a Leila Khaled, famosa terrorista de los años 70, actual líder del Frente de Liberación de Palestina, que es una organización considerada terrorista por la Unión Europea, y que defiende el uso de las bombas contra Israel. Y etcétera. Este pensamiento global, que forma parte de lo políticamente correcto, impregna también el discurso del presidente Zapatero. Su política exterior cae en todos los tópicos de la izquierda lunática y, respecto a Oriente Medio, su actitud es inequívocamente pro-árabe. Estoy en condiciones de asegurar que, en privado, Zapatero considera a Israel culpable del conflicto, y la política del ministro Moratinos va en esa dirección. El hecho de que el presidente se pusiera una Kefia palestina, en plena guerra del Líbano, no es una casualidad. Es un símbolo. España ha sufrido el atentado islamista más grave de Europa, y ‘Al Andalus’ está en el punto de mira de todo el terrorismo islámico. Como escribí hace tiempo, ‘nos mataron con celulares vía satélite, conectados con la Edad Media’. Y, sin embargo, la izquierda española está entre las más antiisraelíes del planeta.
¡Y dice ser antiisraelí por solidaridad! Esta es la locura que quiero denunciar con esta conferencia.


CONCLUSIÓN.
No soy judía, estoy vinculada ideológicamente a la izquierda y soy periodista. ¿Por qué no soy antiisraelí, como la mayoría de mis colegas? Porque, como no judía, tengo la responsabilidad histórica de luchar contra el odio a los judíos y, en la actualidad, contra el odio a su patria, Israel. La lucha contra el antisemitismo no es cosa de judíos, es obligación de los no judíos. Como periodista, estoy obligada a buscar la verdad, más allá de los prejuicios, las mentiras y las manipulaciones. Y sobre Israel no se dice la verdad. Y como persona de izquierdas, que ama el progreso, estoy obligada a defender la libertad, la cultura, la convivencia, la educación cívica de los niños, todos los principios que las Tablas de La Ley convirtieron en principios universales.
Principios que el islamismo fundamentalista destruye sistemáticamente. Es decir, como no judía, periodista y de izquierdas tengo un triple compromiso moral con Israel.
Porque, si Israel fuera derrotada, serían derrotadas la modernidad, la cultura y la libertad.
La lucha de Israel, aunque el mundo no quiera saber, es la lucha del mundo.»

Gracias, Pilar, por escribirme el artículo. A partir de ahora te miraré con otros ojos y te escucharé con otros oídos... y puede que hasta acabe soportando tu timbre de voz.


(Y todo esto me recuerda una de las escenas más surrealistas y metafóricas de mi novela "Bienvenido, Mister Paz" en la que Z, disfrazado de Moisés -no me pregunten por qué; lean el libro- y después de asistir a una reunión de la Yihad, trata de derribar el Muro de las Lamentaciones a bastonazos, ante la mirada atónita de turistas y fieles, mientras clama a grito pelao: "¡Derribaz el muro! ¡Derribaz el muro!" (pensando que se encuentra ante el muro del apartheid) . Pues eso.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con Pilar Rahola, pero no estoy de acuerdo contigo en lo del tono de voz de Pilar Rahola, a mi si me gusta, me gustan los acentos catalán, andaluz, gallego y demás.

Anónimo dijo...

No me refería al acento, sino a su timbre de voz; gasta un tono demasiado agudo para mis sensibles oídos.
Aunque, ya puestos, el acento catalán no es de mis favoritos, precisamente, el vasco me entusuasma e inspira (se me queda durante días cada vez que charlo con algún amigo vasco) y el gallego me hace gracia. El andaluz, aunque me toca de familia, me pone un poquito nervioso. Pero son manías sonoras, no políticas.
Saludos.

Anónimo dijo...

Por una vez, estoy de acuerdo con Pilar Rahola. ¡Ojalá que otros muchos periodistas, se dejen de complejos y la imiten!. Si fuera así, otro gallo cantaría.
Gracias Pilar por tu valentía, aunque en otras ocasiones hayamos pensado que eras una radical.

Anónimo dijo...

Oh, Moratinos sonriente/

donde vas tú a Oriente /

oh, Moratinos sonriente/

dónde vas tú so prepotente.

Anónimo dijo...

Israel es un estado terrorista, que se pasa por el forro la legalidad internacional y las resoluciones de la ONU: 194, 242,338,446,478,497, 3236,1322. Desde luego tienen el record del mundo en su vulneración, además siguiendo el razonamiento del propio Estado sionista, que fue a su vez fundado por una resolución de la ONU, la 181, y dado que Israel deslegitima a la ONU, el Estado de Israel no tiene razón de existir, en tanto en cuanto fue fundado por una legalidad internacional que los mismos sionistas niegan.

Anónimo dijo...

Un poquito de historia contemporánea para "titireteros" y demás indigentes culturales de la prensa. Miren simplemente el pedigrí de los palestinos y reflexionen;
- Segunda guerra mundial aliados de los nazis.
- Trás la segunda guerra mundial aliados de la Unión Soviética.
- Trás la caída del muro aliados del régimen Baasista de Sadam Hussein.
- Con la caída de Sadam están en los brazos del los chiíes de Irán.

Me encanta que ZP defienda a todos los terroristas del mundo. Estoy esperando la estatua conmemorativa a su partido, el PSOE, por terrorismo de estado. GAL. Eso si iba a ser memoria histórica.

Anónimo dijo...

Y yo que pensaba que Pilar Rahola había degenerado hacia no sabe donde. Una de dos, o fué así y recobró la cordura. O bien jugaba al despiste.
Sólo te falta Pilar en lo que dices, que es cierto, una pequeña crítica hacia Israel. Aún teniendo gran razón, como tiene y estar apoyado por la historia, se muestra (No sé si por esa razón-holocausto, etc.)., muy hermético al mundo exterior, dá la sensación que sólo confía en USA. Cuando hoy la gran batalla, tal como tu apuntas se libra en los medios de comunicación. En este capítulo Israel no está haciendo las cosas bien. Si tiene razón (Que tu y yo creemos que sí)., debe legitimarla al resto del mundo y que no salga legitimada la basura tóxica palestina o musulmana de Hamás, Herzbollah, etc., que no dejan de ser terroristas sedientos de sangre.