viernes, 11 de marzo de 2011

La alucinancia de Zapatero no tiene precio

Cuentan las crónicas que hubo un sujeto en Pamplona que gustaba de correr el Encierro a su manera, que consistía en hacerlo en sentido contrario, es decir, en vez de delante de los toros, contra ellos. ¿Un loco? ¿Un suicida? ¡No! ¡Un innovador! ¡Un sabio! Porque al verlo venir corriendo a toda velocidad, las bestias se apartaban y le dejaban pasar entre cuerno y cuerno sin provocarle un solo rasguño. Así sucedió durante años, hasta que un intolerante Gobernador Civil decretó que el innovador e incomprendido sujeto pasara las horas de Encierro en comisaría.

Algo así sucede con el innovador e incomprendido presidente que gobierna esta encerrona nuestra antes conocida como España. Y es que si nos metemos mucho con José Luis Rodríguez, alias Zapatero, es sólo porque nuestro raciocinio humano y limitado no llega a entender, siquiera atisbar, la inmensidad de su pensamiento ilimitado e inabarcable. Esa luminiscencia restallante de inteligencia, ciencia, paziencia y conciencia que emana de su sonrisa inmaterial y de su cerebro insustancial es, lisa y llanamente, algo superior a nosotros, pobres ciudadanos ignaros y mortales. Simplemente, quedamos cegados por sobreexposición a su alucinancia; como lo de Kun-fu Panda, pero a lo bestia. En plan deidad, vamos.

No entendemos que la prohibición de fumar, la prohibición de los toros, la prohibición de parir, la prohibición de comer donuts, la prohibición de jugar a las muñecas, la prohibición de bajarse pelis y música, la prohibición de rotular en español, la prohibición de iluminar, la prohibición de gastar, la prohibición de criticar, la prohibición de rezar, la prohibición de pensar, la prohibición de elegir, la prohibición de trabajar… y las prohibiciones que vengan de aquí a 2012, son todas ellas medidas de ahorro integradas en un inteligente Plan Divino de Ahorro Estratégico Superior y Sostenible a Corto, Medio, Largo y Eterno Plazo, perfectamente estudiado, analizado, meditado, estructurado y desarrollado, que los ciudadanos de a pie, ignorantes mortales, no llegamos a comprender. Por eso (mal)pensamos que son una ristra de ocurrencias sin pies ni (sobre todo) cabeza, resultado tontuno de un think tank de balbucientes infantes escogidos, eso sí, de entre las más prestigiosas guarderías de España y parte del extranjero.

De entre todas estas medidas incomprendidas, la más incomprendida es, tal vez, la prohibición de conducir a más de 110 kilómetros por hora en autopistas y autovías, para ahorrar tres euros y medio del PIB (y gastar unos cientos de miles) de aquí a junio. Y claro, como no comprendemos, protestamos; y decimos cosas como que en un viaje yo ahorro bastante más a 140 km/h en sexta que a 110 km/h en quinta o cuarta; o que si es más peligroso adelantar a esa no-velocidad a un camión de 15 metros de eslora; o que si el 99,9 por ciento de mi gasto en gasolina se produce en atascos urbanos… y otras injustificadas excusas y desagradecidas críticas. Y es que, una vez más, la iluminancia inmarcesible de José Luis Rodríguez, alias Zapatero, se nos escapa a los enanos intelectuales como usted y como yo, que no compartimos ese don. Bueno, hasta ahora. Porque mis ojos han vislumbrado la luz. Mi minúsculo cerebro, mi intelecto infinitesimal ha comprendido, al fin, el verdadero alcance del Plan Divino de Ahorro Estratégico Superior y Sostenible a Corto, Medio, Largo y Eterno Plazo. ¡He visto la alucinancia, aleluuuya!

La cosa está tan clara que asusta. Y la clave no es otra que la huelga de AENA. Sí, sí, la huelga de 22 días que planean estos terráqueos trabajadores aéreos tan simpáticos es parte esencial del Plan Divino etcétera de la luminiscencia presidencial. Me explico: vacaciones = pasta, y si se viaja en avión, más (o sea, vacaciones + avión = más pasta); así que si los españoles no vuelan en Semana Santa, se ahorran un pastón; y si deciden ir en coche, a pesar de todo, como van a 110 por hora, pues siguen ahorrando. ¿Y los extranjeros que vengan a visitar este país nuestro que vive del turismo y que este año serán muchos más aprovechando las revueltas norteafricanas? Pues que vengan en coche, a 110 ahorrarán un turrón y así contribuimos a levantar también Europa; y en el caso de que se empeñen en viajar en avión, no problem: como las autovías y autopistas quedarán vacías de coches, las pueden utilizar los aviones, así, a 110 por hora gastarán muchísimo menos queroseno que si volaran a 910 por hora, que es una velocidad prohibitiva y despilfarradora. Y además cuidan el medio ambiente, el ozono y el calentamiento global. ¿A que es genial?

Pues eso, que ya verán como el Gobierno no declara el estado de alarma durante los 22 días de huelga salvaje porque, sencillamente, todo forma parte de una estrategia multiahorradora (el Plan Divino ése), sublime en su propia sencillez; pura alucinancia, oiga. Y luego decimos que improvisan.

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1 comentario:

el burladero dijo...

Esta gente del PESOE y mas el Presidente "Zaparo" siguen dandonos lecciones todos los dias. Nos dice la que debemos comer, que no debemos fumar, que seamos buenos,y no se cuantas cosas mas y ahora, no nos deja coon nuestros flamantes coches a mas de 110.
Esta claro¡¡Hay que recaudar mas mucho massss!!