miércoles, 21 de enero de 2009

Ohbama! Hosanna!

Hoy he tenido un sueño.

Y he visto a un presidente negro que abría las puertas de la Casa Blanca. Pero no he visto a un simple presidente, ni a un hombre corriente. Sino al nuevo héroe universal venido para rescatar el mundo, el planeta entero, de una destrucción inminente y fatal. Un nuevo Capitán América disfrazado de Capitán Tierra -¡Oh Capitán, mi Capitán!- con el poder omnímodo y la moral intacta para reconstruir el caos, el apocalipsis generado por el maligno; para salvar a la Humanidad de las cenizas en las que ella misma se había sumido, irremediablemente, en un alarde de suicidio genocida, revolcada en el valle de la desesperanza. Para iluminarnos -¡oh Capitán, los clarines claman!- en este nuevo amanecer, en un oasis de libertad y justicia, de paz y bienestar. De fe redimida -con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza- y de sueños, al fin, cumplidos -sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano-. Amén.


Hoy he tenido un sueño.

He visto al mundo rendido, postrado ante la llama etérea y eterna de la Historia, ante la imagen de la Inmortalidad, ante la inmortalidad de la Imagen. ¡Oh Capitán, mi Capitán! Y he escuchado tropeles de campanas gritando “¡que repique la libertad desde las alturas y desde la cúspide de los montes prodigiosos, que repique desde los picos nevados y desde las verdes colinas; de cada costado de las montañas, que repique la libertad!” Y he visto al pueblo, hambriento de héroes, hambriento de dioses, rezando y suspirando, oh capitán, por él: Por ti la multitud se arremolina, por ti llora, por ti su alma llamea y la mirada ansiosa, con verte, se recrea. Por ti se izan banderas y los clarines claman. Son para ti los ramos, las coronas, las cintas. ¡La Gloria! ¡Oh Capitán, mi Capitán!


Hoy he tenido un sueño.

Y he visto, entre los marmóreos e inmaculados muros capitolinos, donde en dorado trono el monarca se recostó, bajo la gigantesca cúpula del moderno Olimpo que aloja las campanas de oro -¡qué mundo de felicidad su armonía anuncia en el fragante aire de la noche!- he visto, digo, a los enemigos y a los hijos de los enemigos sentados en una mesa de hermandad, sus manos unidas, sus almas unidas en esa fe que puede trasformar el sonido discordante de una nación en una hermosa sinfonía de fraternidad. Esa fe con la que todos podremos renegar de nuestros odios –¡Oh, Dios!- para trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres. Y dignos. Dignos de ti, ¡oh Capitán, mi Capitán!


Hoy he tenido un sueño.

Y tras caminar largamente, penosamente por un sendero oscuro y solitario, encantado por ángeles malos, donde un ídolo, llamado BARACK, reina majestuosamente en un negro trono -¡escucha el tañido de las campanas! ¡Campanas de ébano!-, siento que nuestro azaroso viaje ha terminado. Al fin venció la nave y el premio fue ganado Ya el puerto se halla próximo, ya se oye la campana y ver se puede el pueblo que entre vítores, con la mirada sigue la nao soberana. ¡Oh Capitán, mi Capitán! Ohbama! Hosanna!


Hoy he tenido un sueño.

Y un instante antes de despertar, mi sueño me ha llevado a otro sueño -todo lo que vemos o parecemos no es más que un sueño dentro de un sueño-. Y he visto a un hombre mortal, temeroso y esperanzado, presto a enfrentarse a un reto imponente, mas reto humano, no divino. Un hombre corriente, desnudo de oropeles, vacío de superpoderes, que ha pedido responsabilidad, trabajo duro, patriotismo, lealtad, esfuerzo… y ha prometido decepciones -¡qué poco se van a hacer esperar para aquéllos que esperaban demasiado!-. Un hombre que no es un héroe ni un sueño ni un dios – y el sueño americano se hizo Hombre-. Un hombre, al fin, que será bueno o malo, o nada -¡Oh Capitán, mi Capitán!- “con la ayuda de Dios”.

So help him God.


“Amanece una nueva era”, dicen, los cursis. ¡Pues ya es hora de que despertemos!


Elaborado con la colaboración desinteresada de Walt Whitman, Martin Luther King y Edgar A. Poe

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo el Mundo embobado con Obama,,,,ya ha puesto la aprimera Piedfra,,,CONGELAR LOS SUELDOS DE LOS ALTOS CARGOS POLITICOS,,,, ¿ A VER CUANTOS VALIENTES EMPIEZAN A IMITARLE ?..VAMOS QUE SE VEA,,,TANTO ALARDEAR LOS POLITICOS,,,AHI QUIERO VER AL cROL rOVIRA CONGELANDOSE EL SUELDO,,,A PEPIÑO,,, A TODOS LOS DERROCHADORES DE DESPACHOS LUJOSOS...ANDA YAAAAAAAAAAAAAA

todo mentira...ESPAÑA LO QUE TIENE QUE SEGUIR LA SENDA QUE ESTAN ABRIENDO LOS JUECES,,,Y HUELGA AGENERAL,,,YA ..VN A SER LOS UNICOS QUE VAN A DARNOS PAN

Anónimo dijo...

¡Tío Pepe yo también quiero soñar!
Me gustaría que tal y como hizo Obama, ZP declarase públicamente que está en guerra contra el terrorismo. Y no en sus brazos.
Me gustaría que nuestro ZP pudiera decirle a los cubanos que les va a entregar Cuba sin tirano alguno, tal y como va a hacer Obama a los iraquíes gracias a Bush.
Me gustaría que ZP le pidiera ayuda a Dios tal y como hizo Obama y no a Giscard y sus amigos de la escuadra.
Me gustaría que ZP hablara de trabajo, perseverancia y meritocracia tal y como hizo Obama y no viera en esas palabras términos fascistas.
Me gustaría que ZP al igual que Obama pusiera al mando de la defensa nacional a un especialista en defensa y no a una pacifista.
En fin es tan grande mi carta a los Reyes Magos, que me contentaré con que nieve un poquito para poder seguir riéndome de la ministra de fomento de España cada vez que abre la boca. EEUU-España miren y comparen...
A veces me tengo que pellizcar para convencerme que no me está gobernando Barrio Sésamo.

Anónimo dijo...

Obama, hoy por hoy, es una incógnita. Pero muy previsiblemente será, más o menos, como cualquier presidente USA, entre los que no ha habido nunca grandes diferencias sustanciales; sí en el estilo y en hechos concretos (o guerras) que, a la postre, son los que marcan sus "reinados" (Vietnam, Muro Berlín, Cuba, Yugoslavia, Irak...). Eso de la "socialdemocracia" zapateril es un pedo al viento, las ganas de parecerse a alguien que está de moda hoy, pero del que renegarán mañana.

Anónimo dijo...

Personalmente me da pena que ZP trate desesperadamente de convencernos de que existen similitudes entre el y Obama, buscando tal vez contagiarse de la simpatia y esperanza que representa para muchos (personalmente soy exceptico) ¿no tendria que dedicarse a buscar soluciones para los PROBLEMAS de España? ¿No es precisamente para lo que le estamos pagando? Como una vez comento un amigo mio... no hay nada peor que un paleto audaz.