viernes, 22 de mayo de 2009

De ministras científicas y benjaminas mentales

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Situación: Durante una acalorada discusión sobre si es discriminatorio que las mujeres laponas lleven gorritos de colores sin haber sido previamente consultadas, la Ministra de Igualdad explica al Ministro de Economía qué significan las siglas MP y VM.

«—¿No me digas que no has oído hablar de los MP y VM? —le preguntó aleteando interminablemente con sus pestañas superlargas— MP y VM son las siglas de Mujeres Padres y Varones Madres (…) Es decir, transexuales que tuvieron hijos o los adoptaron antes de cambiar de sexo: un colectivo emergente con problemática específica.
—Joder, y tan específica —exclamó el ministro.
—Es interesantísimo —añadió con gran entusiasmo la Ministra de Igualdad—: se dan incluso casos de transexuales que tuvieron o adoptaron hijos antes y también después de cambiar de sexo. De modo que hay quien, por ejemplo, es padre de dos niños y madre de un tercero.
—Y eso qué tiene de interesantísimo, yo lo encuentro un lío tremendo —objetó el ministro.
—Naturalmente que es interesantísimo: estos ejemplos de intercambio de roles parentales son de un valor incalculable para la equiparación de la mujer en todos los planos (…)
—A vosotras se os va un poco la pinza con la cosa de los roles…
—A los que se les va la pinza con los roles, eh, es a cierta generación de varones al borde de la andropausia, que al parecer aún arrastran resabios patriarcalistas…
—Ah, sí: pues ahora resuélveme un problema, tú que eres tan lista y tan moderna: qué pasará cuando al hijo de un transexual se le ocurra hacerse transexual, ¿eh?
—Oggg: ya está el ala conservadora buscándole tres pies al gato...: pues según el sujeto sea en cada momento hombre o mujer, será hijo o hija de su padre o madre según el sexo que éste o ésta tuviera o tuviese en el momento del nacimiento de su hijo o hija… Más claro, el agua.»


Este diálogo, que hoy es absurdo pero mañan podría ser real, es un extracto de la divertidísima novela “Sakamura, Corrales y los muertos vivientes” de Pablo Tusset. Leídas en su contexto ficticio, las ocurrencias de la ficticia Ministra de Igualdad son verdaderamente hilarantes, por increíbles. Lo malo es cuando la Ministra de Igualdad verdadera suelta ocurrencias como la última que ha soltado en la radio amiga, y que no es en absoluto hilarante, aunque sí parezca verdaderamente increíble. Supongo que la conocerán hasta el hartazgo y/o la vergüenza, pero no por ello voy a dejar de plasmarla una vez más negro sobre blanco, más que nada por comparar científicamente la absurdez ficticia con la verdadera, o sea, la de la Ministra de Igualdad de la novela Tusset con la de Ministra de Igualdad del Reino de Ezpaña…

«Para mí un feto —de trece semanas— es un ser vivo, claro, pero no podemos hablar de ser humano porque no tiene ninguna base científica».

Y ahora explíqueme científicamente, señorita ministra, que vivo en un sinvivir con el tema éste de los seres vivos y sin embargo inhumanos: si lo que una mujer embarazada aloja en su matriz no es un ser humano, entonces ¿qué es? ¿El eslabón perdido en su último escalón? ¿Un bonobo en la recta final de la evolución? ¿Un parásito con piececitos, manitas, corazoncito y demás engañosa apariencia humana? ¿Un apéndice en plena mutación? ¿Un mutante sin mutar? ¿Un zombi a la inversa? ¿Un extraterrestre de la especie Alien, el pasajero sin pasaje? ¿O más bien tirando a las lagartas de “V”, aquellas bichejas interplanetarias con tan lograda apariencia humana como maldad inhumana?

Y una curiosidad más, señorita Aído; usted, cuando flotaba plácidamente en el seno de su madre materna —esa señora que no interrumpió voluntariamente su embarazo, afortunadamente para usted y para ella; no tanto para los demás—, dígame, ¿qué clase de ser vivo e inhumano era entonces, señorita ministra? Y lo que es más importante, ¿qué clase de ser vivo e inhumano es usted ahora? ¿Ha evolucionado desde aquel entonces? Y en caso afirmativo, ¿hasta qué eslabón?

No sé si estará buscando una respuesta científica al estadio físico y mental de su presente condición humana. Me da igual, se la voy a dar de todas formas. Lo dijo precisamente un eminente científico, que no sé si le sonará a usted; se llamaba Einstein:

«Hay dos cosas que son infinitas: el Universo y la estupidez humana, y de la primera no estoy seguro.»

Se la cedo gratis (tiene los derechos caducados, creo; si no, ya sabe: a pagar canon). Y la invito a compartirla con su compañera de partido, de condición benjamina y de enanez mental, la señorita Pajín, a ver si se le pega algo en la neurona que le queda sin retorcer y acaba de comprender que el acto sexual sólo puede ser seguro o no seguro mientras se actúa, no semanas después de la actuación. Que ahí lo más seguro es, según las bases científicas que manejan las benjaminas mentales, abortar. O sea, cortar por lo sano.

En fin. Si no estuvieran en juego miles de pequeñas e inocentes vidas humanas (¡sí, humanas!), la cosa sería para partirse de risa. Como en la novela de Tusset.

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6 comentarios:

Dostoyevski dijo...

¡¡UFFF he tenido una iluminación!! Hoy he descubierto que me "siento" MACHISTA PROGRESISTA y quiero mis derechos. Hablaré con ZP, él me comprenderá.
- Quiero que a las mujeres no se las considere de la especie humana hasta que no hayan pasado por la "mano" masculina.
- Quiero que una vez casadas heterosexualmente pasen a ser propiedad de los maridos.
- Quiero que se despenalice la violación, los malos tratos y en general cualquier violencia de género ya que no las considero seres humanos.
- Quiero que se le reconozcan derechos a las simias y a las muñecas hinchables y se subvencione esa industria.
- Quiero un ministerio de igualdad dirigido por el violador del ensanche que sea capaz de entender las diferentes sensibilidades que la sociedad masculina demanda.
- Quiero campañas de publicidad para que matar mujeres o zurrarlas sea políticamente correcto y se pueda comprender bien el progreso de estas medidas.
- Quiero una política de sanidad reproductiva donde el padre tenga el derecho de cometer el sati. (infanticido femenino)
- Quiero la inclusión de la clitoridectomía dentro de la política de género machista progresista.
- Y quiero la restitución del derecho al asesinato por dote.
Vamos ZP, anímate, habla con Peces-Barba el positivista, y hacerme un par de leyes de estas y os voto seguro, yo y el lobby machista progresista.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que la Pajín es realmente una de las lagartas de V con apariencia humana; tiene una expresión en la cara de permanente repugnancia por comer ratones.

carolina dijo...

Yo soy un caso de quien siendo padre, años depués ha reasignado su género. No hay ningún problema para nadie. Mi hijo me llama Carolina, yo le llamo hijo y se terminó el problema.Lamento que esto asuste a la gente, pero es así. El problema lo tendrán otros, ni mi hijo, ni yo. Y para liar más el lio, además estoy casada con otra mujer. Y tanto si fuese transexual o decidiera ingresar en un seminario, solo le podría ayudar en el derecho a su libertad de elección.

powermax dijo...

Estupendo comentario. Sólo echo en falta la mágica frase de ZP con eso de no interferir en la decisión de sus hijas menores. Me gustaría ver la cara del presi cuando lleguen a casa, ya amaneciendo, bajo los divertidos efectos del botellón, insultando a su padre por no tenerles la cama abierta para solazamiento de ellas mismas y de sus respectivos churris; y echando la bronca a su madre por ensayar sus grititos a deshora, que las desconcentra en el juego amatorio y luego tienen que abortar por haberse olvidado de las precauciones. Vaya mierda de padres, pensarán, con toda la razón.

maitica dijo...

Muy bueno el artículo con su pizquita de ironía. Yo me pregunto si ZP pone en su gobierno mujeresquitando a M.Teresa que a esa la tiene para que le haga el trabajo que él no hace las elige tontas de remate para que así su imbecilidad no se note tanto. Porque estoy segura que en el PSOE tiene que haber mujeres inteligentes, preparadas y que nos harían a las demás mujeres sentirnos orgullosas de que estén en el gobierno. Pero es que ahora es de traca

Martha Colmenares dijo...

Muy merecido tienes el El “Premio 11 de abril 2009”
http://www.marthacolmenares.com/2009/05/25/fiesta-de-premios/
Abrazos