miércoles, 10 de febrero de 2010

La conjura de los imbéciles


Este Pepiño es un genio. Hemos pasado en dos días de la confluencia planetaria a la confabulación planetaria. Lo importante para él es, en un alarde de responsabilidad infinita, que la culpa siempre es de otros. Da igual si es del Financial Times, del Independent o del Liberation; de Aznar, de Reagan, de Franco o de Marco Tulio, puestos a remontarnos; de la transparencia oral de Corbacho ("podemos casi afirmar que estamos ya casi probablemente en el ajuste final y habría que ver si puede producirse". Y este tío es ministro), de la patronal corrompida y capitalista o del traidor que maneja las encuestas del CIS. Da igual de quién, mientras la culpa sea de los demás. Y si es del PP, con más razón: "el PP encabeza el desprestigio de España en el mundo" con el objetivo de "destruir la imagen del Gobierno". Con un par.

Ahora resulta que, según afirma el estadista Pepiño, existe una especie de complot exterior contra España cargado de "comentarios apocalíticos que en nada benefician a nuestro país"; una campaña "perfetamente definida para demonizar al presidente del Gobierno"; y añade: "algunos han llegado a la conclusión de que sólo pueden ganar las eleciones destruyéndolo personalmente"; y como no estaba del todo satisfecho, ahondó más en la cosa: "nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluido las editoriales de algunos periódicos del estranjero, es casual o es inocente; todo responde a un ojetivo; en este momento estamos viendo que hay… eh… una, un ataque –hay que hablar con claridad- al euro, y hay que dar una respuesta"; y de paso, denunció "maniobras turbias y resistencias claras" por parte de los especuladores internacionales, que no quieren que se regulen los mercados "ahora que ven que estamos saliendo de la crisis". O sea, que el mundo entero se ha confabulado contra Mister Paz como antes los necios se confabularon contra Ignatius J. Reilly: "Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él" citaba John Kennedy Toole a Johnatan Swift en su inmortal La conjura de los necios.

Y eso es lo que nos cuenta Pepiño: que la Prensa internacional (económica y generalista), el Gobernador del Banco Mundial, el Comisario Europeo de Competencia (compañero de Partido), el Gobernador del Banco de España, los Ministros de Finanzas europeos, el FMI, el FBI (el de la peluca-Llamazares), la CIA, el MI-6, el Mossad, The Fellowship (los del Desayuno Deuteronómico), el Vaticano, Intereconomía, Vocento, Planeta, Prisa (a ratos), hasta Barreda (el muy Judas)… o sea, todo el universo menos la SGAE, se ha confabulado contra el presidente del gobierno español y de la UE en una conjura de destrucción selectiva orquestada desde Génova 13. ¡Y luego dicen que Rajoy no tiene carisma!

O sea, que los 4 millones y pico (creciente) de parados, el 19,5% de tasa de desempleo, el déficit del 12%, la deuda pública estratosférica, el despilfarro autonómico y astronómico, la desconfianza extrema del mercado, las medidas anticrisis inexistentes o de cortísima duración (un par de horas o así), la ruina del campo, la farsa de la gripe A y los millones gastados en vacunas y mascarillas, las peligrosas tonterías de Garzón, el caos legislativo, el caso Faisán, lo de Benicassim, la ´colada´ de Mr. Bean, el arbitraje anti Barça, la lesión de Nadal… todo todito todo es consecuencia de la conjura peperocapitalista. La conspiración judeomasónica, a su lado, cosa de niños; como jugar a los clics, vamos.

Pero la conjura de los necios contra el genio Mister Paz se me antoja más la conjura del imbécil y sus imbéciles contra esta España que heredaron sanísima y ahora tienen ingresada en la UCI; y además de sus evidentes semejanzas con el estrambótico, inútil y desesperante Ignatius, yo le añadiría a nuestro genio particular la infantil estupidez de Mr. Bean, la simplonería mal interpretada de Mister Chance (Chancey Gardiner) y la torpeza mental del inspector Clouseau. Y puestos a comparar con los geniales personajes del genio Peter Sellers, al fiel Pepiño, el genio propagandístico del presidente del gobierno, lo que le va es el Dr. Strangelove de Teléfono Rojo, ¿volamos hacia Moscú? (S. Kubrick, 1964), el tenebroso y antipático asesor del presidente… y ex científico nazi. Aunque sólo sea por el dominio que tiene Pepiño de los famosos Principios de la Propaganda que definió, y tan bien manejó, su tocayo Joseph Goebbels. Por ejemplo:

Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo. (O sea, el PP. Ni los nacionalistas radicales, ni los islamistas, ni los talibanes, ni siquiera ETA. El PP, sólo el PP y nada más que el PP)

Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan." (La culpa del paro la tiene el PP porque no arrima el hombro; la crisis económica es culpa de Aznar y los neocón; todo es un invento del Financial Times, etc.)

Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

(Para los nazis fueron los judíos, para el PSOE todo lo que huela a "conservador").

Pues eso.

3 comentarios:

Ramón Morcillo Valle dijo...

En mi blog he escrito au artículo titulado ¨La conjura del Necio".
Con eso está todo dicho. SAludos

Vivir con humor es mejor dijo...

Este Pepiño me recuerda al tonto de la clase, que como suspende todo, va llorando porque la seño le tiene manía.
¡Qué desastre!

Lola dijo...

¿Cómo es que criticáis a Pepiño? Pero si este chico es.... es.... ¡genial!
Yo diría que, "prefetamente" "prefeto", como la conjura mundial que hay contra nuestro "inconmesurable" Zapito, (ya se va quedando en menos)
¡Ay Dios mío! Cuanto tonto hay en el mundo..... ¿Por qué nos han tocado tantos a nosotros?