viernes, 4 de junio de 2010

La última cima. Una película española donde el bueno es el cura.


Hoy, 4 de junio, se estrena en Madrid La última cima, y después en salas de toda España. Una película que no va a dejar indiferente a quien la vea. En el buen sentido.


La última cima no es una película al uso, desde luego. Tampoco Pablo Domínguez es un protagonista típico. A priori puede parecer duro acudir a una sala de cine, y pagar la entrada, para ver un documental sobre un cura (por muy excepcional que éste sea), pero la realidad es que resulta ser una experiencia sorprendente. Tiene mucho humor y aventura y emotividad y ritmo y complicidad con el espectador; tiene una impactante banda sonora (rock sacerdotal incluido), escenarios espectaculares y una gran fotografía; tiene un guión muy original y secundarios de lujo; y tiene, sobre todo, un final feliz. Ah, y está absolutamente recomendada para todos los públicos, creyentes o no. ¿Qué más se le puede pedir a una película?


Pablo era ese tipo de sacerdote que más odian los que odian a los sacerdotes. Porque lo tenía todo: era joven, simpático y afectuoso, muy humilde (“todo es mérito de Dios”, decía) y enormemente humano; pero también era un intelectual apasionado, no en el sentido abstracto, sino perfectamente entendible. Además, “era un sacerdote que vivía su sacerdocio con plenitud e identificación con lo que es el sacerdote en la Iglesia, sin dudas”, en palabras de Rouco Varela, que ofició su funeral.


Para todos los que lo conocieron era un sacerdote inteligente, bondadoso y entregado; a otros, les enseñó a amar profundamente la Verdad; otros destacan su alegría, su sentido del humor casi de niño, cómo sabía reírse de sí mismo y conquistar a los inconquistables a través de la risa. Para muchos, tras su muerte está más vivo que nunca; y para algunos, incluso, es ya casi un santo.


Pablo era, como él mismo se definía, “sacerdote, sacerdote y sacerdote”. Pero además de sacerdote era Doctor en Filosofía y en Teología, catedrático de Filosofía Sistemática de la Facultad de Teología San Dámaso desde 1998 y delegado del Gran Canciller para la dicha facultad, autor de 4 libros, conferenciante apasionado y ameno, director espiritual “cotizado”, hijo, hermano, tío, amigo y, sobre todo, montañista.Un gran aficionado a la escalada, que había coronado los picos más importantes de España y otras latitudes. Allí, en las alturas, contemplando el espectáculo de la Creación, Pablo se encontraba más cerca de Dios; y por eso le gustaba celebrar la Eucaristía cuando coronaba una cima. Y así lo hizo aquel 15 de febrero de 2009, con su habitual compañera de montaña, la doctora Sara de Jesús, en la cumbre del Moncayo. Después de celebrar Misa se dispusieron a descender hacia la vida terrena. Pero, a pesar de su amplia experiencia en la montaña, algo debió fallar en la bajada que les hizo resbalar en el hielo y precipitarse al abismo. La muerte de ambos fue instantánea. Pablo tenía 42 años.


Conocerle era quererle, cuentan quienes lo conocieron. Porque, sobre todo, Pablo era una persona cercana, generosa, entregada, que no sabía decir que no a nada. “Es que me hace bien”, afirmaba. Y debía ser verdad, porque igual atendía espiritualmente a las monjitas cistercienses (que reclamaban asiduamente sus ejercicios espirituales), que cuidaba a los enfermos moribundos, confesaba a cientos de niños en un colegio, acompañaba a una amiga en un parto difícil o “hacía el ganso” con sus sobrinos tirado por el suelo. Se ponía al servicio de quien tuviera delante en ese momento, sin más; simplemente te decía “si puedo ayudarte en algo, pídemelo”, y tú se lo pedías y Pablo lo hacía. Porque lo decía de verdad.


El bueno de la película

Pablo Domínguez fue una buena persona y un buen cura. Como tantísimos otros. Y ésta era ya de por sí una buena razón para hacer una película sobre él. Pero si además descubrimos que su estela está transformando a multitud de personas después de su muerte, la historia se antoja aún más interesante de contar.

Eso es lo que pensó Juan Manuel Cotelo, director y productor de La última cima. Lo último en cine alternativo: una película española sobre un cura bueno, argumento bastante inusual en estos días aciagos. Sorprendente, cuando menos. Sobre todo si tenemos en cuenta que, aún sin estrenar, ya se han interesado por ella más de 20 países, en sólo tres semanas ha habido 200.000 descargas del trailer desde la página web y multitud de personas anónimas de 80 países, sin haber visto la película, escriben preguntando sencillamente “¿qué puedo hacer yo para que se vea?”.


La conclusión quizá sea que hay una enorme necesidad de esta película. Algo debe tener. Fiel al estilo de su protagonista, “la película no es un discurso, dice Cotelo, son personas que hablan con el corazón, que cuentan de qué modo ha afectado a sus vidas el hecho de conocer a Pablo. Cómo escuchaba, cómo nunca hablaba de sí mismo o cómo brillaba su alegría en los momentos más difíciles; o con qué naturalidad amaba a Dios como Padre y amigo, siendo él un intelectual, un doctor en Teología y en Filosofía”. Y ése es precisamente el objetivo de La última cima. “No es una película sólo para creyentes, sino para todo tipo de público”, recomienda Cotelo; y él sabe por qué lo dice. “Es un ejemplo vivo y cercano de una fe que está al alcance de cualquiera. En definitiva, una historia de Amor”.


La última cima muestra la huella profunda que puede dejar un buen sacerdote en las personas con las que se cruza. Y que revela cómo, después de su muerte, Pablo sigue coronando cimas en las almas de miles de personas, conmovidas por el ejemplo de su vida, de su enorme fe, de su entrega a todos, de su alegría sin límites.

Vivimos un tiempo en que los sacerdotes son tratados en el cine, en la televisión, en la prensa, como seres perversos o caricaturescos. Especialmente en España. Y son miles los sacerdotes generosos, alegres, serviciales, humildes… Sacerdotes anónimos que sirven a Dios, sirviendo a los demás. Ésos son los sacerdotes buenos de los que nadie habla, que son casi todos. Sacerdotes como Pablo Domínguez, que fue precisamente eso, un buen cura. Nada más. Y nada menos.


Id a verla, os garantizo que será el comienzo de una gran amistad.



Podéis informaros de las fechas y salas de estreno pinchando aquí: laultimacima.com

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13 comentarios:

Miguel dijo...

Yo no soy muy religioso, pero fui ayer a ver esta película por curiosidad , y me decepcionó bastante, recomendaría a la gente que NO vaya a verla. Es propagandística, y como cine deja mucho que desear: Es el típico documental en el que aparece mucha gente hablando, y tiene un ritmo bastante cansino. Una película hecha a la desesperada para captar adeptos. Y en cuanto a Pablo Domínguez, hay muchos como él en la sociedad , que ni siquiera son creyentes, y sobre los cuales no se ha hecho ninguna película.

M. Angeles dijo...

No hay sólo un cura bueno, hay miles, pero no los conoces. Yo sí conozco muchos que han entregado sus vidas a los demás, a los más pobres y desfavorecidos, siendo felices y mostrando el verdadero rostro de Dios. Aunque entiendo que no sólo hay que ser bueno, sino parecerlo también. Estoy orgullosa de tener amigos curas que me han dejado huella, y me han mostrado el amor y la misericordia de Dios. He visto el trailer de LA ULTIMA CIMA,y he visto a Pablo en algunas imágenes. Pablo enganchaba y un cura debe hablar a Dios de los hombres y a los hombres de Dios. Enhorabuena a los que han llevado acabo este proyecto de LA ÚLTIMA CIMA. En Málaga la esperamos. Quiero felicitar a Jesús y Miguel Angel que se ordenan pronto. El Señor os bendiga.

Pablo D. dijo...

Me gustaría poder ver la película. Enhorabuena por todo lo que hacéis y decís de Pablo. La gente buena tiene que salir a la luz para iluminar.

Irene dijo...

Yo fui al preestreno y la verdad es que me sorprendió muchísimo. Es una película que hay que ver, porque sólo hace bien. Pablo era una buena persona y un buen sacerdote, como casi todos. Y su ejemplo nos hace ser mejores también a nosostros. Hay que animar a la gente a que la vea.

Miguel Angel dijo...

Ayer fui con mi novia a ver la película. Nos encantó. Da gusto ver películas así. Enhorabuena a la productora y al director. Y rezamos por Pablo, ¡y que él rece por nosotros!

José Antonio Hidalgo dijo...

Soy un religioso sacerdote, que tuve la gran suerte de conocer a Don Pablo y el ímpetu con que nos daba las clases y su amor a la iglesia me hacía remontar al día de Pentecostés. De él aprendí mucho como profesor , pero sobre todo a dar gracias a Dios por sentirme miembro de la iglesia y a estimar cada día más mi sacerdocio. El decía primero sacerdote, segundo sacerdote y tercero sacerdote. Desde el cielo nos está ayudando a todos. José Antonio

Ramón Fco. dijo...

Soy Boricua, deseo ver la pelicula lo antes posible. Estoy convencido que esta pelicula, impactara mucha gente. Felicito a todos mis buenos Sacerdotes. Siempre que me acuerdo rezo por todos ellos. Amen

Paco dijo...

Mensaje para Miguel: creo que cometiste varios errores: uno, ir a ver el documental esperando, no sé, ¿que pusieran mal al cura? ¿que hubiera sexo, violencia y persecuciones para darle ritmo? Dos: si por propagandistico entiendes que una película homenaje a una persona se nutra de testimonios de amigos de esa persona, pues sí, lo es; pero, ¿se te ha ocurrido pensar que en esta película habla todo el mundo bien de Pablo porque, sencillamente, no hay nadie que hable mal? Y tercero: por supuesto que hay no creyentes que ayudan a la sociedad; y de ésos sí que se habla y sí que se han hecho películas; te aseguro que muchísimas más que de curas o misioneros o monjas que se dejan la vida (literalmente) por los demás. ¿O quién te crees que está con los leprosos o los infectados de sida en su lecho de muerte?
Un saludo, y sí, id a ver la película. No ganará un Goya, pero sí os hará reflexionar.

Jorge dijo...

Les escribo desde Lima (Perú)pues contarles que ya es toda una noticia la película "La Ùltima Cima", a mis amigos, familiaresy a mí, nos gustaría ver. Decir otra cosa más, que en el mundo hay miles sacerdotes y religiosos -y aquí en Perú- que son fieles a su vocación y dan su vida entera para llevar el mensaje del Evangelio entre los más pobres. "Cuando un árbol cae, hace mucho ruido, cuando muchos se mantienen en pie, hay silencio".

GRANADA dijo...

ACABO DE VER LA PELÍCULA “LA ULTIMA CIMA” CON DOS ADOLESCENCIAS DE 15 AÑOS EN ESTADO PURO: MI HIJO Y MI SOBRINO. CUANDO LES DIJE QUE LES INVITABA AL CINE POR LA NOCHE (TRUCO DE TODA LA VIDA PARA MOTIVARLES MÁS), IMAGINÁROS QUÉ CONTENTOS ESTABAN ("ACCIÓN, PELEAS, LUCHAS, MUEEETE!, SANGRE!...PALOMITAS) , LES COMENTÉ QUE, BUENO..., ERA LA HISTORIA DE UN CURA; EMPEZARON LAS PROTESTAS TIPO "UUH, JJOÉ,VAYA ROLLO, PERO SI YO NO VOY A SER CURA , VAMOS POR LAS PALOMITAS QUE SI NO..., PERO QUE RARA ERES!.". Y YO, A LO MÍO QUE ES LO SUYO. (COMO ESCUCHÉ UNA VEZ: "VAMOS A INTENTAR QUE SE SALGAN CON LA NUESTRA"). FUIMOS AL CINE EN METRO Y, CLARO, ELLOS SABIENDO DÓNDE IBAN, SE ENTRETENÍAN CON TODO TIPO DE SALTOS AVERSILLEGOALTECHO, MIRANDO CARTELES EN LAS PAREDES AVERSIADIVINASQUIENESESTETÍO; Y YO, IMPACIENTÁNDOME ("ALE ALE, QUE ES GERUNDIO" QUE DECÍA ALGUIEN). POR FIN LLEGAMOS AL CINE, Y NI PALOMITAS NI PORRAS QUE ESTÁ EMPEZADA LA PELI (AQUÍ PODEIS VOLVER A LEER LAS PROTESTAS TIPO QUE TUVE QUE ESCUCHAR UNOS MINUTOS).......
......Y TODO CAMBIÓ CUANDO NOS SENTAMOS EN LAS BUTACAS, NOS ATRAPÓ LA PANTALLA Y MIS ADOLESCENCIAS YA SÓLO REÍAN CON ESAS CARCAJADAS QUE SÓLO ELLOS SABEN ENTONAR, DE VEZ EN CUANDO COMENTABAN ALGO-POCO “JOQUETÍOCÓMOMOLA”, ALGUNA LAGRIMILLA TEMBLONA MODELO HEIDI; Y AL ACABAR LA PELÍCULA, MIS ADOLESCENCIAS SE PUSIERON A APLAUDIR COMO LOCOS Y A DECIR. BRAVO!, BIEN!. (SÓLO LES RECUERDO APLAUDIENDO DESPUES DE VER "THIS IS IT" DE MICHAEL JACKSON). SALIERON ENCANTADOS! Y A RAIZ DE TODO LO QUE HABÍAMOS VISTO, NOS DIÓ PARA UNA LARGA CHARLA MIENTRAS TOMÁBAMOS UN HELADO CON UNA MARCHA EN EL CUERPO....HABLAMOS DE ALEGRÍA, DE GENEROSIDAD, ("CUANDO TE MIRAS MUCHO EL OMBLIGO TE SALE CHEPA" FRASE DE UN HERMANO MÍO QUE ME ENCANTA. LA FRASE Y MI HERMANO), DE DEPORTE, DE SEXO, DE SENCILLEZ, DE MATERIALISMO, Y DE MUCHAS MÁS COSAS QUE SURGIERON A RAIZ DE LA PELI.
PARA MÍ, QUE TE HACE LA PUESTA A PUNTO EN EL MOTOR GENERADOR DE ILUSIÓN Y DE ESPERANZA. DESPUÉS DE TODO ESTO, POR SUPUESTO OS ACONSEJO QUE
NO DEJEIS DE IR A VERLA!!!!!
P.D.: GRACIAS A PRODUCTORES, GUIONISTAS, REALIZADORES, DIRECTOR, FAMILIA Y AMIGOS.

Anónimo dijo...

Bueno, Miguel, no te preocupes. Hasta hace poco, yo era un auténtico gilipollas, igual que tú. Entre los 14 y los 45 años me manifesté agnóstico y apóstata a berrido limpio. Perdí varias oportunidades de oro en mi vida, que ahora lamento. Cometí errores a punta pala. Y me revolqué en tópicos y lugares comunes, me empapé de buenismo y de "rebeldía", de cientifismo y de búsqueda de evidencias científicas, de falsación de hipótesis y demás. En fin, gilipolleces, ya sabes.
Pero no hay mal que cien años dure, y además pocos vamos a vivir cien años. De manera que, no hace mucho, comenzaron en mi vida una serie de sucesos que me hicieron cambiar. Y me convertí (joder, quién me lo iba a decir, es como si Keith Richard se hace monje cartujo). Si lo pienso desde mi antiguo punto de vista agnóstico, es para acojonarse de verdad. Nunca pensé que podía pasarme una cosa así, una auténtica "desgracia". De manera que, sí, chaval, acojónate, porque te puedes convertir. Lo creas o no, lo de San Pablo y el caballo pasa a menudo. ¿Qué es lo que encontré, qué es lo que me parece tan maravilloso como para practicar el catolicismo? Bueno, pues cosas que son importantes para mí, cosas mías. Si por un casual improbable sientes curiosidad, tendrás que buscar tú mismo, porque a mí no me da la gana contarte más. Pero será mejor que te acojones, y que no montes a caballo, ni siquiera en bicicleta, porque estas cosas pasan. Un abrazo.

Pepe Alvarez de las Asturias dijo...

Para el anónimo que se dirige a Miguel: no sé si leerás este comentario, pero no tengo otra forma de contactar contigo. Me encantaría conocer tu historia y, si se tercia, contarla. Creo que puede hacer bien.

Un abrazo.
Pepe(el autor del blog)

Anónimo dijo...

CREYENTE O NO CREYENTE, ESTA GENTE DEBE SALIR A LA LUZ PUBLICA, ENTRE LA PORQUERIA DE SIEMPRE, FARANDULA, SNOBS Y NECEDADES DEMOS A CONOCER ALGO SIGNIFICATIVO DE UNA BUENA VEZ. ESTA GENTE TE MUEVE EL PISO Y TE INVITA A SER UNA MEJOR PERSONA