Ha muerto Arthur Penn, el director de la mítica y violenta Bonnie & Clyde, de obras magistrales como El milagro de Anna Sullivan, Pequeño Gran Hombre o El Restaurante de Alicia o la desmitificadora El Zurdo, su debut. Pero, sobre todo, el director que supo retratar como nadie la violencia gratuita del ciudadano medio, convertido en turba impensante por simple sinrazón, en implacable cazador del hombre por el hombre, a muerte, como una jauría de lobos plautianos; y con una excusa cualquiera, llámese racismo, miedo, alcohol, frustración, aburrimiento, miseria moral, demostración de poder… o simple deseo de violencia. La película, claro, La jauría humana (The Chase, 1966), uno de los más impresionantes repartos de la historia del cine (Marlon Brando, Angie Dickinson, Robert Redford, Jane Fonda, E.G. Marshall, James Fox, Robert Duvall, todos en verdadero estado de gracia) y un retrato implacable de la degradación moral de un pueblo presuntamente pacífico y adormecido al que le basta (y le sobra) un chispazo para estallar en una orgía de salvaje violencia persecutoria: un negro falsamente acusado, un fugitivo que vuelve a casa, unos cuernos, unos celos, unos litros de whisky, un extraño con una pistola y la fiesta acaba en tragedia, con paliza casi mortal al sheriff y con caza mortal al hijo pródigo. Y luego, de la violencia inconsciente del sábado noche a la resaca de culpa y conciencia el domingo por la mañana. Hasta que otro chispazo, otra excusa, vuelva a sacar a la jauría humana a la calle, a la caza.
Dos días después de la muerte de Arthur Penn, el sindicalismo patrio ha rendido devoto homenaje a La jauría humana. Fue ayer, en Sevilla, en Barcelona, en Gijón, en Valencia. Y especialmente en Madrid ("vamos a parar Madrid por las buenas o por las malas"). Es preocupante el odio visceral que estos representantes (en fin) de los trabajadores le profesan a la presidenta de la Comunidad Autónoma que más puestos de trabajo ha creado en los últimos años. Curioso que crucifiquen a Esperanza Aguirre por decretar unos servicios mínimos más suaves que, por ejemplo, Patxi López. Paradójico que la califiquen de "excesivamente agresiva" los mismos que revientan escaparates, lapidan esquiroles o queman coches patrulla. Como la jauría humana de Arthur Penn.
La huelga ´general´ de ayer no fue más que eso. Una demostración de matonismo sindical, de violencia gratuita (aunque nos ha costado nosecuántos millones de euros), de turba descerebrada, de acoso criminal (la ley dice que "será reo de una pena de 6 meses a 3 años quien quisiera imponer coactivamente a un trabajador el iniciar o continuar una huelga contra su voluntad") y persecución implacable al abuelo, al escolar y al trabajador que quería ejercer su derecho al trabajo, pero se lo impedían los representantes del trabajador. Fue la dictadura de estos demócratas del palo, la silicona, la pedrada y la amenaza disuasoria estilo ´naranja mecánica´. Piquetes informativos o cognitivos o convencitivos o como quieran que los llamen ahora, que no son más que matones a sueldo de la subvención. "Sois el piquete de la libertad (…) Esparcid la simiente de la libertad, el antídoto contra la resignación (…) Somos los garantes de la libertad" declamaron sin asomo de vergüenza unas horas antes de la huelga. Los ´garantes de la libertad´, dicen. Eso suena tan cruelmente paradójico como aquel "El trabajo os hará libres" que se leía, forjado en siniestro hierro, a las puertas de Auschwitz.
Hola trabajador, yo te defiendo, soy el garante de tu libertad, pero si trabajas hoy te rompo la crisma, o el negocio, o el camión, o la dignidad. Hola parado, yo te defiendo, soy el garante de tu libertad, pero en 3 años de crisis galopante no he movido un dedo para que conserves tu puesto de trabajo, ni tu dignidad. Eso sí, he garantizado el puesto del maître y los camareros de El Chaflán, el Tse-Yang y demás lujosos templos gastronómicos pagando con tarjeta a cargo de vuestras cuentas corrientes y menguantes.
Leo en un periódico que el lamentable Gobierno y los anacrónicos Sindicatos han empatado en la huelga, que todos contentos, al cincuenta por ciento y así. Puede ser. Lo que sí es seguro al cien por cien es que hemos perdido todos los demás. Como siempre. Y lo que nos queda por perder, al menos hasta que nuestros gobernantes y nuestros apoltronados sindicales hagan huelga indefinida. Pero de hambre.
Mientras, nos seguiremos viendo reflejados en el Robert Redford perseguido y cazado por la sinrazón de la jauría humana. Democracia, la llaman.
2 comentarios:
La huelga un fracaso mayoría de la gente que no trabajó es porque no los dejaron,
No porque hicieran huelga.
A la Moncloa no tuvieron huevos de ir y a la moraleja tampoco.
Solo joden a los trabajadores.
Estamos en la miseria y sin trabajo, no tenemos futuro para nuestros hijos, mientras
Los Socialistas, los matones del sindicato, y los extranjeros viven de puta madre.
Moraleja, por mal que me fuese con la derecha con la izquierda me va mucho peor.
1º Los Socialistas les dieron
papeles a millones de Extranjeros para abaratar los Salarios, ¡¡NO HIZIMOS NADA.!!
2º Los Socialistas les consintieron a los empresarios, incluso les animaron a que despidiesen a millones de españoles para reemplazarlos por extranjeros más baratos, ¡¡NO HIZIMOS NADA.!!
3º Los Socialistas nos subieron la Luz una burrada, ¡¡NO HIZIMOS NADA.!!
4ª Los Socialistas nos subieron el agua una burrada, ¡¡NO HIZIMOS NADA.!!
5ª Los Socialistas pactaron con terroristas, (Eta, Musulmanes) y les pagaron con el dinero de los trabajadores, ¡¡NO HIZIMOS NADA.!!
6ª Los Socialistas les pagaron a CCOO y UGT con el dinero de los trabajadores miles de millones, Para crear un sindicatos de matones, leales a los Socialistas. ¡¡NO HIZiMOS NADA.!!
7º Los Socialistas subieron los Impuestos a las Empresas y robaron sus beneficios, las empresas lógicamente si no tienen beneficios cerraron. ¡¡NO HIZIMOS NADA.!!
8º Por culpa de los Socialistas millones de trabajadores se fueron al paro, ¡¡NO HIZIMOS NADA.!!
9º Por no hacer nada a final de mes cierra la empresa que me da de comer y ya no podre pagar mi vivienda, ni mi coche, ni la comida de mis hijos. ¿AHORA QUE VOY A HACER?
Estamos en la miseria y sin trabajo, no tenemos futuro para nuestros hijos, mientras
Los Socialistas, los matones del sindicato, y los extranjeros viven de puta madre.
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