Entra un tipo en un bar y le dice a otro que estaba en la barra: «Perdone que le haga esta pregunta, ¿es usted bombero». Y el otro responde, sorprendido: «Pues sí. ¿Cómo lo ha adivinado?». «Yo es que soy muy psicólogo, y nada más entrar me he dicho, ‘éste es bombero’. Por su forma de apoyarse en la barra, por su estilo al coger el vaso, e incluso por lo que ha pedido; también por su mirada, que es muy de bombero; y por su tono de voz y por sus rasgos característicos y por su altura, que es la altura típica de bombero. Y también, claro, por las botas, el casco, el uniforme... ¡la manguera!»
Recordando el otro día este chiste, que parece una tontería (y probablemente lo sea, pero es mi chiste favorito desde que me lo contaran una noche tonta allí en mi añorado Zarauz, 30 años ha), no pude evitar pensar en otro bar, el “Faisán”, y cómo quedaría una especie de adaptación al caso; sin pizca de gracia, eso sí. La cosa quedaría más o menos así:
Entra un tipo en el bar Faisán y le dice a otro que estaba en la barra: «Perdone que le haga esta pregunta, ¿es usted la X del chivatazo a ETA?» Y el otro responde, sorprendido: «Pues sí. ¿Cómo lo ha adivinado?». «Yo es que soy muy psicólogo, y nada más entrar me he dicho, ‘éste es la X del chivatazo a ETA’. Por su forma de mover las manos, así en plan maquinador permanente; por su tono de voz pausado y bonachón pero lleno de matices oscuros; por la forma de sus orejas, que parecen diseñadas para captar las escuchas más sutiles; por sus ojillos malévolos y su sonrisa disimuladamente siniestra; por su amplia frente sabia, arrugada y limpia de cabellera, que debe encerrar una inteligencia superior, aunque esté al servicio del mal; por su espalda levemente encorvada, probablemente por el peso de un pasado tenebroso… todo muy de señor X.
»Y por la negociación con ETA, y el acercamiento de presos y los escandalosos beneficios penitenciarios y porque usted llegó al Ministerio del Interior 15 días antes del chivatazo, y por las conversaciones entre Joseba Elosúa y sus colegas, que desvelan que la "txakurrada" (policías) le había avisado de los seguimientos para "no joder todo el proceso"; y porque en otra conversación Elosúa tranquiliza a los suyos ya que “el Gobierno no va a tocar los cojones" y se felicita por el nombramiento de Rubalcaba, que "ése, ése ya sabes que es blando"; y porque el hijo de Elosúa reconoce lo mismo sin vergüenza ninguna; y porque las cintas de vídeo del Faisán se cortaban 3 minutos 26 segundos justo en los momentos clave; y porque el juez Garzón, el del GAL, quiso cerrar el caso rechazando los informes periciales por “absolutamente improcedentes”; y porque el Fiscal General del PSOE, Conde Pumpido, pidió que se archivara la investigación porque sí; y porque el Gobierno Zapatero y Rubalcaba, el del GAL y el del 11-M, han cambiado de tema las 30 veces en que han sido preguntados en el Congreso; y porque el principal implicado, el ex director de la Policía Víctor García Hidalgo ahora es miembro del PSE con todos los honores y cuidados; y porque el móvil de Hidalgo tenía una tarjeta prepago activada por Interior, para recibir llamadas de los terroristas; y porque en las actas de negociación con ETA el enviado del Gobierno, Gómez Benítez, dijo a los terroristas que el chivatazo avalaba al Gobierno en la negociación con la banda; y porque los atestados y análisis de centenares de llamadas intervenidas desvelaban la existencia en el Cuerpo de Policía de una red de mando paralela trazada por amistades personales y fidelidades para ocultar la delación; y porque en los minutos previos y posteriores al soplo hay inusuales cruces de llamadas entre Hidalgo, Camacho, Telesforo Rubio (Comisario General de Información) y los policías implicados, situados en las cercanías del bar Faisán.
»Y porque los agentes de la Policía supieron de la filtración a ETA el mismo día que se produjo, el 4 de mayo de 2006, desvelado por una chicharra (baliza) en el coche del jefe de la trama de extorsión, Joseba Elosúa; y porque los implicados son altos cargos del Cuerpo Superior de Policía del País Vasco, y el Secretario de Estado Antonio Camacho y el ex dirigente del PNV Gorka Agirre (ya fallecido), amigo de Josu Jon Imaz, que en esos momentos se reunía con Zapatero para ofrecerle su apoyo en la negociación con ETA; y porque Elosúa, recaudador de ETA y dueño del bar Faisán, reconoció el soplo desde el primer momento, tras su detención en 2006; y porque el Gobierno lleva 5 años tratando de tapar el asunto, con la complicidad de Garzón y Conde Pumpido, y si no es primero por el juez Grande Marlaska y ahora por el juez Pablo Ruz, que ha reactivado la investigación en contra de la opinión de la Fiscalía, nos habríamos quedado una vez más en la oscura ignorancia, sin saber a ciencia cierta que la orden de avisar a ETA de que se iba a desarrollar una operación policial en el Bar Faisán contra su red de extorsión, mientras el Gobierno de Zapatero negociaba con la banda, partió del propio Ministerio del Interior, dirigido por Pérez Rubalcaba… Ah, y por la manguera».
Y en eso que el tipo se fija en uno que se parecía a Mister Bean, y que que estaba agazapado detrás de la X, y le dice: «Perdone que le haga esta pregunta, ¿es usted la Z del chivatazo a ETA?...»
No hay comentarios:
Publicar un comentario