martes, 20 de septiembre de 2011

El cachondeo de Bildu y la triste impunidad

Mientras el presidente zombi espera anhelante el momento de dedicar lo que le queda de vida a supervisar las blancas nubes (en su mundo de fantasía no existen nubes grises) recostado en una hamaca en su flamante chaletito leonés, junto a su señora y sus góticas niñas; mientras el candidato Pérez continúa su particular tour “porque soy listo” por todos los rincones del país y de El País (y de RTVE, y de EFE y de etc.), repartiendo demagogias económico-justicieras a diestra y (sobre todo) siniestra; mientras la ministra Salgado va pidiendo limosna por las esquinas de Europa y el ministro Pepiño se va durmiendo por las esquinas patrias y al resto de ministras y ministras ni están ni se les espera; mientras la justicia, la fiscalía y la abogacía del Estado han cogido ya definitivamente el sueño de los justos y han entrado en la fase REM más insondable, en la inconsciencia más inconsciente… hay unos que no se dedican a supervisar nubes en su caserío, ni a parodiar a Robin Hood, ni a pedir limosnas por Europa, ni a dormirse siquiera un minuto, ni mucho menos a entrar en fase REM salvo, quizá, en lo que respecta a su conciencia. Ellos (y ellas) sí están, siempre están; y nunca se les deja de esperar. Y no defraudan, la verdad. Siempre cumplen las peores expectativas.

Ahora, además, lo hacen con descaro, recochineo, rechifla y reguasa. O sea, que se descojonan de nosotros en nuestra cara con total y absoluta impunidad. Y ése es precisamente el quid de la cuestión. La impunidad. Antes lo hacían con rabia, con odio, con miedo (más de uno se hizo caquita en los pantalones), incluso cubiertos con capucha. Pero es que ahora lo hacen de chirigota, disfrazados de guardia civil, policía nacional, falangistas, legionarios y Rey de España. Así fue la jocosa bufonada que organizaron las cuadrillas de la villa navarra de Alsasua, con la bendición de la simpática alcaldesa bilduetarra, Garazi Urrestarazu Zubizarr-eta, y la complicidad del pueblo en pleno. Una risa, oiga.

Al más puro estilo NO-DO, los katxondos katxorros de Alsasua se chotearon de las fuerzas de seguridad, del ejército, de la Iglesia (el paso era una muñeca hinchable sobre una cruz) y del Jefe del Estado, ambientados con esvásticas, banderas nazis, brazos alzados, discursos fascistas y vivas a España con el consiguiente “¡una, grande, libre!”, desde la balconada del ‘Gure Etxea’ (de propiedad municipal) comparando el evento con la situación actual de los oprimidos vascos y las oprimidas vascas; y para rematar el cachondeo, dos encapuchados –estos sí- denunciando la “asfixiante presencia de los cuerpos policiales”, a los que que ni se les quiere ni se les necesita y, por si las dudas, desplegando una inmensa pancarta con un contundente "¡Que se vayan a hacer ostias!” (con perdón).

Esto sucedió el 3 de septiembre y, que se sepa, ni el fiscal general, ni la justicia, ni el gobierno foral, ni la Guardia Civil, ni la Policía Nacional, ni el ministerio de justicia, ni el de interior (¡ja!), ni la delegada del Gobierno, ni el TS, ni la AN ni el ejército ni yo qué sé quién más ha movido un dedo ni siquiera para señalar a los katxondos katxorros de Alsasua y decirles “¡chicos malos!” Ná de ná. Impunidad total, oiga. Aquí lo de nemo me impune lacessit (“nadie me ofende impunemente") que reza el escudo escocés, como que no. Normal, teniendo en cuenta que el propio TS ha legalizado al brazo político de ETA y les ha llenado los bolsillos de pasta gansa, pagada por usted y por mí. Y claro, esto es lo que pasa cuando el niño te pide una chuche y tú le das una bolsa de chuches de 7 kilos, le llevas a Disneylandia, le abres una cuenta ahorro y le compras un descapotable para cuando sea mayor. Y cuanto peor se porta, más le das. Para que no se enfade, la criatura. Y es que la impunidad es la mejor invitación al delito.

Y así llevamos desde el 22M. Con Bildu choteándose en nuestros morros con todo tipo de provocaciones, declaraciones, festejos, homenajes, reivindicaciones, comilonas, recepciones y farras varias, dejando nítida y cristalina su relación con la serpiente (como si no lo supiéramos de antes), que por cierto acaba de corroborar la AN condenando a Otegui y Usabiaga por pertenencia a banda armada. Y aquí no pasa nada. Pero nada de nada. Y Bildu en la impunidad y el choteo. Y la Guardia Civil en la calle, manifestándose contra el acoso. Y aún nos queda Sortu.

"Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo." Ahí estamos, amigo Sófocles, ahí estamos.

1 comentario:

el burladero dijo...

Esto es un"cachondeo" pero no solo en el pais Vasco, no no, tambien en resto de España, en donde se hacen las leyes, pero no se cumñplen, donde la "Chusma" acampa donde quiere, donde el idioma se castellano no se enseña en los colegios etec.-
SALUDOS CORDIALES.-