¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA!...
Hoy es uno de esos contados días en que los españoles podemos gritar el nombre de nuestro país sin que nos llamen fachas, fascistas, franquistas, derecha extrema, extrema derecha, ultras, plus ultras, asesinos, españolistas, cavernícolas, retrógrados, especie a extinguir, putos españoles, "derecha miserable, gótica, mediocre, cerril y venenosa" y demás sutilezas. E incluso sin que te maten en ciertos lugares de "este país" que hoy tiene nombre propio y hasta compatriotas. Aunque sólo sea por haber ganado un partido de fútbol (¡manda huevos!). Así que, por si acaso perdemos contra Rusia, aprovechemos el momento.
¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA!...
Bueno, y si pierde contra Rusia también: ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA!...
Y si gana la Final, ¡HASTA VEREMOS BANDERAS ESPAÑOLAS POR LAS CALLES DE ESPAÑA! ¿Será que, en el fondo, somos un país como los demás, de esos que tienen bandera, himno, nombre y ciudadanos que presumen de país sin complejos? No, no me lo creo. Esto es un espejismo futbolero y nada más. Así que, aprovechemos antes de que se imponga otra vez la triste realidad, ¡Y QUE LOS PROGRES TAMBIÉN GRITEN!:
¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA! ¡ESPAÑA!...
TIRARSE LOS MUERTOS PARA GANAR LA PARTIDA
Hace 2 semanas
2 comentarios:
Si Pepe, sí. Hoy podemos gritar ¡Viva España! a pleno pulmón, como españoles que somos. Pero claro, no podía quedarse así. El aparato propagandístico del enemigo que no descansa nunca ha bautizado más que apodado a la selección como "la roja" y aún han ido más allá, la plaza de Colón es ahora la plaza Roja. Pobre Colón, pobre España.
El consuelo, en lo que a la plaza respecta, es que cuando los de la Cuatro se vuelvan a su trinchera de plató ese pedazo de bandera rojigualda, que colocó Trillo y que tanto gustaba a Bono, seguirá ondeando en Colón mirando a todos estos progrecitos desde lo más alto.
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