jueves, 11 de diciembre de 2008

El bombo de Berni y un hip hop por la vida

El Ministro de Sanidad, el ilustre Bernat Soria, es un modernete. ¡Vaya por Dios! Quién se lo iba a imaginar, con esa pinta de abuelete batallitas que gasta el tío. Pero los progres, ya se sabe, son modernetes hasta la muerte (y más allá, si creyeran en el más allá). Pues sí, un colega, el Bernat. Un tronko, el Berni. Ayer nos presentó a ritmo de hip hop o reggaeton (hay opiniones) la última campaña de promoción del preservativo y prevención de embarazos adolescentes (por cierto, ¿alguien ha investigado posibles negocietes de Berni y sus colegas con el sector?). Y, oye, éxito total. Nº 1 de los 40 principales en un solo día. Superventas elepés. Top de visitas en Youtube y megatop de bajadas en todos los rankings de politonos. Es que no se habla de otra cosa en el “insti”, jo tío (o jo tía). Les ha entrado un calentón a los teens que se han puesto como fosos, como pozos, y con koko o sin koko se van a poner a coronar bombos como lokos. ¿Verdad, Berni? Y es que «con koko yo gozo mogollón», pero como soy un tío guai y con coco, digo «Stop a los rollos con bombo».

Y con eso, problema resuelto. El propio Berni ha dicho, esta vez sin hip hop, que la campaña «no induce a mantener contactos sexuales», que para eso ya está Internet. Claro, y además de bombos también enseñan a poner bombas en Internet, y no por eso debemos fomentar el terrorismo internacional entre los adolescentes. Edad ésta peligrosa y no precisamente consciente ni madura. Más bien lo contrario. La última encuesta sobre el asunto es bastante reveladora de la precocidad de nuestros chicos y chicas. En 10 años se ha duplicado la tasa de embarazos en adolescentes. Eso a Berni le encanta, y a la Bibi también, porque demuestra que nuestros jóvenes y jóvenas son libres de tomar sus decisiones con 15 o 16 años y no están coaccionados por sus padres ni reprimidos por los curas. Pues vale. Y como el bombo ya no es problema, porque se pincha y punto, pues, oye, todos tan contentos. Y tan contentas.

Pues no, tronko. El problema no desaparece, sólo se desvanece. Se difumina. Se camufla. Si al feto lo llamamos bombo, el feto deja de ser un niño y se convierte en aire. Así es más fácil deshacerse de él. Vamos, que no hay ni que pensarlo. ¡BANG! Y adiós bombo. Ésta y no otra es la «nueva estrategia de educación sexual» del gobierno socialista. Banalización del sexo, cosificación del feto, irresponsabilidad disfrazada de responsabilidad. Decía Manny, el personaje de Clint Eastwood en Sin Perdón, «Es muy duro matar a un hombre, porque le quitas todo lo que fue y todo lo que pudo ser». Ahora, imagina por un momento todo lo que puede llegar a ser cualquiera de esos “bombos”…

Y yo me pregunto, Berni, si de verdad quieres reducir las cifras de abortos en España, ¿no sería más lógico enseñar a los adolescentes que el resultado de un embarazo es un ser vivo, un niño, no un bombo? Y si realmente quieres educar sexualmente con cabeza, con coco, ¿no sería más eficaz pregonar responsabilidad en lugar de banalizar las relaciones afectivas y sexuales? ¿Presentar el problema de frente en vez de ocultarlo a traición? ¿No crees que si una niña de 15 años supiera que el resultado de una relación sexual puede ser un hijo real, no un bombo, se lo pensaría dos veces antes de mantener esa relación? Y si a pesar de todo se queda embarazada, ¿no crees que si fuera realmente consciente de que lo que tiene en su interior es su hijo, y que abortar supondría matarlo, no crees, Berni, que se lo pensaría no dos, sino cien veces?

Y hablando de educación sexual, tal vez deberías echar un vistazo al número de noviembre de la revista Pediatrics. Lo ibas a flotar, tronko. A lo mejor hasta cambiabas la letra del hip hop. Me he adelantado y he creado una para ti. Te cedo los derechos (y a Teddy, que le den).

Stop. Tronco.

Lo que hay aquí no es un bombo.

No es un bicho, te lo he dicho.

Yo no pongo stop.

Somos dos.

Ni lo matas tú, ni lo mato yo.

Bombón.

Yo propongo

vida como modo.

Lo toco, lo abrazo, lo cojo.

Con niño yo floto, tronco.

Sólo con la vida,

sólo con coco.

Y además, querido Berni, colega, para mí que lo que tú quieres es coronar tu propio bombo, a ver si vas a ser uno de los afectados por la crisis de gobierno acechante. Tal vez por eso tienes prisa en pelotear al presi y te ha dado por promover también la eutanasia, no sea que otro se corone por ti. Pero del “derecho a que me maten dignamente” hablaremos otro día.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo único bueno es que a mucha gente le pasará como a mí que no me entero de qué va el anuncio. Ni leyendo la letra. No soy capaz. Lo han querido hacer tan guai que parece un slang latin king.
He tratado de recitar la letra en alto buscándole un sentido y me he recordado a Radomir Antic. Supongo que no debo estar entre el target de Berni...

Anónimo dijo...

Según he leído en algún foro, creo que ni los adolescentes se identifican con la tontería. El rap es un lenguaje minoritario y visto así, en el anuncio, parece más un musical chusco que un mensaje que les llene a los tronkos cono coco. En lo que sí están de acuerdo todos es en que follar mola, y esta campaña se lo recuerda a los que tenían dudas.
Y estoy de acuerdo con pepe, lo que consiguen es banalizar las relaciones sexuales: es un juego, como montar en bici, pero eso sí, con casco. la diferencia es que si te caes de la bici, no te sale un niño.

Anónimo dijo...

Bernat Soria también quiere legalizar la eutanasia cuanto antes. Ya están lanzando sondas para ver por dónde sale la opinión pública y, sobre todo, la opinión de la oposición. Si es que la tiene.