«Estamos sufriendo tergiversaciones de la realidad, insultos y todo tipo de ataques. Pero vamos a responder. Ante los insultos, argumentos; ante la falsa información, hechos concretos; ante los que gritan y levantan mucho la voz, la respuesta es que no consentiremos que nadie se sienta con autoridad para querer elegir nuestra vida». Aunque parezca increíble, esta frase no ha sido pronunciada por ningún dirigente del Partido Popular después de ver el último vídeo electoral de los socialistas. La ha voceado a sus rendidas huestes la señorita Leire Pajín, secretaria general del PSOE. Con un par.
Pero empecemos por el principio. Uno de los principios básicos de la Publicidad dice que si tienes algo bueno que contar de tu producto, cuéntalo. Luego, ya entrará en juego la creatividad o los fuegos de artificio para adornarlo más, menos o nada. Bien. Los cuatro vídeos publicitarios que nos ha regalado el PSOE en esta carrera de cuadrigas hacia las elecciones europeas no sólo no hablan bien de su producto, sino que éste ni siquiera aparece. Curioso, ¿verdad? En ninguno de los cuatro spots hemos siquiera vislumbrado el megasonriente rostro del candidato Juan Fernando López Aguilar, ni hemos escuchado su cadenciosa voz ni hemos conocido una sola palabra acerca de su programa. En el primero de los anuncios, llegamos a pensar que era el mismísimo Obama el candidato del PSOE al Parlamento Europeo y que, además, no se enfrentaba a Mayor Oreja, ¡sino a Bush! (vídeo que, por cierto, protestó enérgicamente la presidenta del Partido Demócrata en España por el abuso y mal uso de las ideas –no socialistas- de su presidente); en el segundo, un parlamentario socialista español, que tampoco era López Aguilar, resultó ser el heróico salvador de todos los parias del planeta Tierra al conseguir, él solito (cuan flamante Caballero sin Espada del s. XXI), derrotar al capitalismo salvaje que quería imponer a latigazos la jornada laboral de 65 horas; en el tercero, ¡ay, el tercero!, aquí es donde queríamos llegar y donde nos vamos a detener un poquito más. Aquí, no sólo no cuentan nada bueno de sí mismos sino que además cuentan cosas muy malas de la competencia: otro principio no escrito de la Publicidad dice que no es juego limpio insultar a la competencia gratuitamente; y que si además mientes, la cosa se vuelve contra ti.
[El cuarto spot, en el que tampoco aparece López Aguilar, sino… ¡Aznar y Bush!, no merece ni ser mencionado por lo tonto, infantil y enfermizo]
Hay que reconocer que la estrategia del PSOE en esta campaña es coherente con su idea de la democracia, es decir, que la cosa sólo vale si ganan ellos, que son los buenos, y queda deslegitimada al instante si ganan los otros, que son los malos y sólo quieren el poder para ser más malos. ¿Y quiénes son los ‘otros’? Pues un nazi homófobo, un cura fundamentalista, una aristócrata cruel, un trabajador xenófobo, un empresario sin escrúpulos, un agricultor que (¡oh Dios!) niega el cambio climático… O sea, lo peorcito de cada casa, lo más extremo y cavernícola, todo muy juntito y feliz anidando en los partidos que representan a la derechona europea (...también los de Sarkozy, Merkel, Berlusconi, Cameron... ¡qué visión diplomática!). «El problema —concluye el inteligente vídeo— no es lo que piensan, es lo que van a votar». Y encima, se aprovechan de la democracia, los muy fascistas.
Pasemos ahora de los principios de la Publicidad a los principios de la propaganda. El PSOE es un gran admirador de los famosos 11 Principios de la Comunicación Política que definió y bien que amortizó Goebbles. Los usan uno a uno con medida eficacia. En este vídeo, por ejemplo, encontramos nítidamente el Principio del método de contagio (si éste, que es de derechas, es homófobo, xenófobo, etc., entonces todos lo son), el Principio de la vulgarización (toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos), el Principio de la transposición (cargar sobre el adversario los propios errores) o el Principio de la transfusión (partir de un complejo de odios y prejuicios preexistentes). Ellos, los de izquierdas, son almas puras, limpias, níveas; son ecologistas, tolerantes, solidarios, abiertos, optimistas y modernos; son tan, tan buenos que parecen personajes del Disney más empalagoso. Y utilizan exactamente el mismo juego maniqueo y simplista del genio Walt: buenísimos contra malísimos. Punto. A Disney le funcionaba de maravilla con los infantes; ¿será igual de eficaz el invento del PSOE con sus votantes? (¿con los mismos que han votado dos veces a ZP?)
Pero a mí, como profesional de la Comunicación, el anuncio me causa rechazo no sólo por manipulador, simplista, maniqueo, demagogo, torpe, mentiroso, negativo, agresivo o propagandístico, en el sentido goebbelsiano de la palabra. No me gusta, sobre todo, por decepcionante. Esperaba más, siceramente. Más inteligencia, más mensaje, más argumentos, más concreción. Más originalidad. Y más complicidad con sus votantes (a los que considera de una gran pobreza intelectual).
No. El spot no es bueno. Porque no vende, insulta. No convence, manipula. No atrae, violenta. No explica, tergiversa. O sea, lo que más mola a la señorita Pajín y a su jefe, el insigne Mister Paz. Para ellos es sencillamente perfecto: provoca, divide, radicaliza, asusta. Evita pensar. Desvía la atención. Y encima, triunfa en internet. Un auténtico boom, vamos. Pero presiento que les acabará explotando en sus pinochescas narices.
La respuesta, en las urnas.
PD. Y no me resisto a preguntarme, una vez más, ¿qué pasaría si el PP (o quien fuera) hiciera exactamente lo mismo, si jugara con idénticas no-reglas, si realizara un vídeo igual de travieso? Veríamos, por ejemplo, comandos antiglobalización asaltando comisarías; sonrientes etarras sentados en el parlamento vasco; escucharíamos a Mister Paz hablando de Alianza de Civilizaciones mientras se autoinmola un niño suicida; o al Dr. Montes prometiendo a los enfermos un mundo sin dolor; veríamos soldados muriendo en la guerra de Afganistán; y fetos de 20 semanas cortados en trocitos ante la mirada de sus madres adolescentes; veríamos a la simpar Maleni, amenazando a los votantes con echarles a los sindicatos rabiosos; y a Pepiño vendiendo camisetas con el lema “si no estudias, serás ministro”. Y, en fin, colas infinitas de hambrientos parados ante las puertas de los comedores de Cáritas. Y rematando: «El problema no es lo que piensan, ni siquiera lo que votan: es lo que hacen».
Podríamos realizar un spot así de divertido. Y también provocaría y triunfaría en internet y radicalizaría posturas. Y también desviaría la atención.
La diferencia está en que todo sería verdad.
TIRARSE LOS MUERTOS PARA GANAR LA PARTIDA
Hace 2 semanas
2 comentarios:
Le saludo afectuosamente, en la oportunidad de comunicarle que he tenido el honor de otorgarle a su excelente Blog,"El Premio 11 de Abril 2,009". Esperando sea un motivo de alegría y causa para estrechar vínculos de amistad, fraternidada y solidaridad.
Dado el calado intelectual de la sociedad española, si el PP quiere ganar las generales sería más fácil fichar a la empresa de marketing y comunicación del PSOE que pensar en un candidato responsable. Lamentablemente, aquí da igual la verdad, la responsabilidad y el desempeño de las funciones públicas. Esto se trata de llegar a la víscera de una sociedad cada vez más embrutecida, inculta, egoísta y desprovista de valores.
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