viernes, 17 de abril de 2009

¡Pero qué mala es la intolerancia! (y la estupidez, no digamos)

Intolerancia: desprecio,discriminación, segregación e incluso agresión hacia grupos o personas por el hecho de que éstos piensen, actúen o simplemente sean de manera diferente.

Esta semana hemos vuelto a disfrutar de nuestra ya habitual ración de intolerancia, bien condimentada de odio y compulsiva obsesión. Y además por partida doble. La primera, una vez más, ha llegado desde la quimérica nación que se encuentra entre España y Francia y que no es Andorra; y una vez más ha sido una gracieta de los cachorros de Tardá y compañía, o sea, de las simpáticas y juveniles crías de mamá ERC. La broma: entregar el Premio Guillotina a Rosa Díez por el antipatriótico delito de actuar «en contra de los intereses de los catalanes y de la personalidad nacional de Cataluña». Una cachondada, oye. Casi, casi tan jocosa como la foto de Albert Rivera con una bala incrustada en la frente, con su sangre y todo. Después del «¡muerte al Borbón!» ahora llega el «¡Rosa a la guillotina!», y así queda todo como muy revolucionario, muy republicano. Y muy simpático. Una muestra más de la infinita intolerancia, el odio enquistado y la obsesión compulsiva que esta panda de acémilas irrecuperables han convertido en su sinrazón de ser. Pero, bueno, es lo que hay. Y ni es novedad ni sorpresa. Desgraciadamente.

La segunda ración es un poco más sorprendente. No por venir de quien viene, o de quienes viene, sino por lo tonto del asunto. Sobre todo de alguien que va de inteligente por la vida, de ingenioso y de mega guai. Pero claro, el amo manda, y ya sabemos que Roures no trabaja, milita, y el rencor y la amargura que bombea su corazón en cada latido marca el ritmo de pensamiento y verborrea a sus súbditos de igual modo que el tambor del cómitre marcaba a la chusma el ritmo de las bogas en las galeras. Hablo del Gran Wyoming, o del Pequeño Monzón, tanto da. No voy a entrar ahora en su trayectoria vital/decadencia incontrolada, ya comentada en un exhaustivo artículo unos meses atrás. Lo de ahora es más cercano, y muy revelador. Y tan tonto, que cuesta creerlo.

Me explico. El simpático caradura conocido como El Charlas hace un reportaje sobre la Javierada para Intereconomía. En El Intermedio, programa de la Sexta que presenta Monzón, comentan el reportaje. Hasta ahí, normal. La cosa tonta viene cuando lo que critican resulta ser la banda sonora del reportaje en sí, no por mala (al contrario), sino por “poco católica”. Es decir, niegan el derecho a los católicos a escuchar, por ejemplo, a Elton John (por ser gay), Bruce Springsteen (por apoyar a Obama), Lou Reed (por heroinómano), Silvio Rodríguez (por castrista), Van Morrison (por… ¡protestante!) o The Who (por tener un batería alcohólico y drogadicto). Grandes argumentos. Gran razonamiento, Gran Wyoming. ¡Enhorabuena! Lo más gracioso es que pretenden vestirlo de chiste, de humorada, pero canta que van totalmente en serio, porque actúan movidos por un odio compulsivo y obsesivo hacia todo lo que huela a Iglesia o a derecha, o a conservador o simplemente a no progre, negándoles no ya el mero derecho a pensar o existir, sino lo que es infinitamente peor, el derecho a escuchar buena música. ¡Viva la intolerancia!

¡Ay, Gran Wyoming! ¡Qué pequeño te has hecho! Pero esta noche la alegría me embarga —será porque estoy escuchando a Elliot Murphy, que algo tendrá de anticristiano, fijo, pero siempre me anima— y te voy a seguir la broma. Es más, te voy a abrir los ojos. Y los oídos. Te voy a revelar qué pueden escuchar tus progres orejitas sin peligro de que pueda dañarse tu progre cerebro por llegarle información, digamos, no progre. Atento, porque seguro que hasta hoy estabas escuchando peligrosísima música antiprogre sin protección alguna (¿hay preservativos mentales?). Y tú sin saberlo. Para empezar, se acabó lo de oír a Loquillo, que es anticatalanista y eso va contra el amo Roures; tampoco Los Ramones, Alice Cooper, Marilyn Manson, ZZ Top, Kiss, Meat Loaf o Lynyrd Skynyrd que son célebres defensores del Partido Republicano; y mucho menos Ted Nugent, que además de republicano es la sintonía de Jiménez Losantos. O sea, que Alaska/Fangoria, prohibidísima, que trabaja y blogea con el mismísimo FJL. Y Macnamara, ídem. Por seguir con los patrios, también renegarás de Alejandro Sanz, que parecía de tu cuerda, pero apoyó la película antiabortista “Bella” y hasta le regaló una canción a Verástegui; y Paulina Rubio, lo mismo; y Nena Daconte, más, que ha tenido la desfachatez de arrepentirse de un aborto y además dedicarle una canción (“En qué estrella estará”). Y rechazarás toda audición del maestro Dylan, que el muy converso le regaló una guitarra al Papa de Roma; y de BB King, que le presentó Lucille a Juan Pablo II y le ofreció un concierto ¡en el mismísimo Vaticano! Y nada de Toto, que ya sé que te molan, pero Toto viene del latín totus y de ahí al Totus Tuus, pues no nos movemos del pérfido Vaticano, qué quieres que te diga. Por supuesto, cero patatero de Johnny Cash, que osa dedicarle canciones a Jesús y encima canta villancicos, al igual que Bowie, Elvis, los Beach Boys, Eagles, Queen, Jethro Tull, Sinatra, Elton John, Aretha Franklin, Prince, John Lennon y otros cientos de apestosos cristianos o simples simpatizantes. Ni escucharás a Bono, el bueno, el de U2, reconocido católico que hasta ha confesado su “posición a favor de Cristo, la gracia y la naturaleza de la salvación” (Bono in Conversation, de Michka Assayas). Pero la cosa no acaba ahí, amigo: también renunciarás a tocar tus versioncitas de los Kinks, porque su ‘Lola’ se ha utilizado para una campaña de Coca-Cola, ardua defensora de los valores tradicionales y máximo exponente del imperialismo yanqui. ¿A que son argumentos convincentes?

¿Sigo? Bien, porque te he dejado lo mejorcito para el final. ¿Te suena Víctor Manuel? Pues tengo malas noticias: resulta que cuando joven compuso una emotiva y bellísima oda a Franco; “Un gran Hombre”, se llamaba. Bonita de verdad. Y claro, quien dice Víctor Manuel, dice Ana Belén, así que ya puedes tirar ese vinilo de “La Puerta de Alcalá” que guardabas con tanto mimo y veneración. Y a todos sus amigos, ni mentarlos, que seguro que la fachitis es vírica y hasta endémica. Y ya puestos, tampoco podrás escucharte a ti mismo, que cuando joven escribiste una presunta canción ensalzando presuntamente la violencia de género, “Amor y Hematomas” («Hilos de sangre sobre tu piel / me excitan hasta desfallecer / ¿Quieres más? / No, por favor / Mi amor, no tendré piedad / Te quiero, te dolerá»), y eso hoy no es nada progre.

Podría seguir con las pelis que no podrás ver —de actores y directores republicanos o conservadores o judíos o católicos o felizmente casados o conocidos de uno que fue amigo del primo de uno que una vez leyó en Misa—. O con los libros que no podrás leer. O con los museos que no podrás admirar. O los políticos a los que no podrás votar, como tu bienamado Z, el cejas, que el muy facha no sólo se casó por la Iglesia, sino que además lo hizo con la nieta de un guardia civil fusilado por los republicanos. ¡Ni siquiera podrás ver las tertulias de María Antonia Iglesias, que tiene esa mácula infame, imborrable e innombrable en su apellido!

Así que, nada, macho. Disfruta de tu tolerancia. Y sé feliz con tu Roures, en tu galera de la Sexta, remando alegremente y escuchando a Javier Krahe y los cuatro progres puros e inmaculados que te quedan, votando al troglodítico Tardá y visionando las pelis de la ministra González-Sinde. Ahí no tendrás problemas de conciencia. Y a los demás, déjanos decidir libremente con qué queremos condenarnos.

Termino con una cita: «Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza». El gran Machado te clava, pequeño Monzón.
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2 comentarios:

Cao dijo...

Que bueno. Este y el anterior sobre el pequeño Monzon. Supongo que a todos los que, como yo, nos sentimos insultados gratuitamente por este personaje nos reconforta leer la realidad tan bien contada. Qué servilismo tan patético el de este tipo... que evolución profesional tan casposa...

Ramón Morcillo Valle dijo...

Muy bueno.
¿Denuciará la Minsitra de Igual Da a Pequeño Monzón por su canción?