martes, 24 de noviembre de 2009

Soy de derechas

Hoy, el texto de este blog no lo escribe un servidor, sino un buen amigo de un servidor: Óscar Molina. Gran persona, magnífico escritor, coherente con sus ideas, valiente con sus valores, sobrado de sentido común (aunque eso nunca sobra) y además, añorado compañero en la tertulia de Los Últimos de Filipinas de Radio Intereconomía. Y es que, el otro día, con ocasión del aniversario del derribo del Muro, Óscar Molina escribió un artículo importante, tan rebosante de sabiduría como vacío de complejos, de esos que te reafirman en lo que crees, o en lo que antes creías que creías pero no acertabas a expresar, y que ahora vas a adoptar palabra por palabra, idea por idea, ladrillo por ladrillo. Gracias Óscar.


SOY DE DERECHAS
Publicado el 14.11.09 en Vistazo a la Prensa

«Hace veinte años, un sistema político, ideológico y económico quedaba enterrado bajo los cascotes del mismo muro que tuvo que edificar para garantizar su existencia. Posiblemente la mayor estafa de la Historia, el socialismo, recibía con estrépito el aluvión de pedradas físicas y morales de un montón de seres humanos que desmentían de una sola vez que el Paraíso pudiese edificarse a partir del Materialismo Histórico.

Dos decenios después, algunas cosas siguen vivas. La facilidad de la izquierda para reinventarse ha sido pasmosa, y la capacidad de sus profesionales de la Política para montarse en extraños trenes que les permitan seguir viviendo de ella, propia de supervivientes. La lucha de clases, la dictadura del proletariado, y los planes quinquenales ya no valen como arengas de barricada, otros mantras toman el relevo. Pero a fin de cuentas, la supremacía del Estado sobre el individuo, la reducción de la persona a miembro de una colectividad, el afán de igualarnos en lo moral e ideológico, la obsesión por la uniformización, la querencia por educar al ciudadano desde las instancias públicas, la cosificación de la persona…siguen de pie.

Yo no creo en nada de eso, sino en todo lo contrario. Por eso soy de derechas.

Yo soy de derechas, pero no sólo porque no creo en ninguno de los ladrillos de aquel muro, sino porque además me adhiero con entusiasmo a los que erigen el edificio de la sociedad abierta.

Yo creo en la Libertad y sobre todo, creo en las personas.

Creo que las personas son los únicos titulares de derechos. No creo que existan los derechos de la nación, de la patria, de la colectividad, ni de ninguna clase social. Yo creo en los derechos de las personas, que no pueden ni deben decaer ante entelequias que unas veces son mitos, y otras forzadas obras de ingeniería social. Por eso soy de derechas.

Creo en la Libertad, no en la Igualdad. La Igualdad no existe, es extraña al Mundo en el que vivimos a todos los niveles, desde el atómico al animal pasando por el celular. Creo en la capacidad del ser humano para mejorar su posición, para buscar su propio camino, explorarlo, recorrerlo, llegar a la meta y hacer de la vida una experiencia apasionante. No creo que el Estado pueda proporcionar todo lo que sólo se puede llegar a apreciar cuando se ha conseguido desde el ejercicio del albedrío y la superación personal. Por eso soy de derechas.

Creo en el mérito, no en las ficciones. Lo que no existe no puede fabricarse con sólo mencionarlo, ni ninguna Ley podrá jamás crear raseros imposibles. Las cosas no aparecen con sólo nombrarlas, y la palabra “aprobado” significa lo que significa. Que califiquemos a alguien de “apto” jamás le convertirá en ello si no lo es. Yo creo que las palabras designan conceptos, no que los conceptos puedan retorcerse para encajarse en las palabras. Por eso soy de derechas.

Quiero reír, pero sé que alguna vez me tocará llorar. No quiero que ningún ente sea el encargado de proporcionarme momentos de risa que jamás tendrán la gracia de las fiestas que yo organice; ni deseo que nadie esté pendiente de que no me caiga y evitar mi llanto. Quiero hacerme feliz, y jugarme no llegar a serlo, poner mi vida en el envite, y ganar o perder; ejercer mi Libertad asumiendo las consecuencias de equivocarme. Quiero ser adulto. Por eso soy de derechas.

No creo que haya altar en el que pueda sacrificarse al hombre, ni su condición de ser único, original e irrepetible. No hay una sola vida inútil, ni es ético subordinarla, inmolarla, ni tirarla por la ventana a cambio de su inclusión en una maquinaria que pretendidamente persigue el bien común. Para mí los seres humanos no son tuercas, son máquinas en sí mismos. Por eso soy de derechas.

Yo no creo que nadie pueda arrogarse el derecho de decidir en qué principios han de educarse mis hijos. Creo que soy yo quien tiene la responsabilidad de procurar que tengan una moral y quien les muestre que efectivamente, existen muchas formas de ver las cosas. Pero sin prejuicios, etiquetas ni maniqueísmo, porque si tolero que se eduque a mis hijos, sé que mañana será inevitable que quien les educó le diga cómo han de pensar. Por eso soy de derechas.

Yo no creo en la Política, yo creo en la sociedad, y por eso soy de derechas. No me parece que los que administran el dinero que gano trabajando puedan decidir con esa soltura sobre mi hacienda, mi salud y mi existencia. No tolero que me impongan estilos de vida, que me obliguen a aceptar que ellos saben lo que es bueno para mí, ni que estén en una posición de superioridad. Ellos son mis servidores, eligieron esa profesión como yo elegí la mía. Yo les pago, y su único trabajo es poner las condiciones para que yo, en el ejercicio de mi libertad, tenga la oportunidad de buscar mi propia felicidad.

Porque yo no creo que el Estado deba controlar a las personas, yo creo que las personas deben controlar al Estado. Por eso soy de derechas.

Por todas estas cosas, y tantas otras, cayó aquel muro. Unos tratan de taparlo, otros no quieren recordarlo.»

3 comentarios:

el burladero dijo...

Yo tambien soy de derechas,por todas esas razones y por muchas mas. Me ha gustado muncho este articulo, con el cual me identifico totalmente.Creo que hay mucha gente de derechas que deberia de escribir como Oscar Molina, sin complejos y con la libertada que nos da la Constitucion.

vertolan dijo...

yo también soy de derechas, y desearia, que hubiera libertad, para poder decirlo, y que la igualdad que la Constitución dice tenemos todos los españoles, los mandatarios, que han jurado o prometido cumlirla y hacerla cumplir, no fuera perjuros.

cárolus dijo...

Yo no digo nada, repito sólo lo que dicen mis hijos: "Eres tan de derechas, papi, que hasta te ha dado un `patatús´(hemiplejia) en todo el costado izquierdo"...Yo no digo nada, sino que a lo mejor tienen razón: militar, que es católico y de derechas, hasta en calzoncillos...¡a ver!