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Atraco a las 3, a las 4, a las 5, a las 6...
La escena tiene lugar en el palacio de Graco Ojoalvirus, el poderoso gobernador romano de Condate (hoy Rennes), que es interrumpido en su orgía mañanera por la llegada de su fiel y eficiente recaudador, Cayo Eucaliptus, quien le muestra el gran saco rebosante de monedas de oro procedentes de «los impuestos, de las multas, del estacionamiento controlado, del peaje, de las vías romanas y del "plus" por tener derecho a escuchar los pregoneros públicos». El grasiento gobernador reparte el botín: un puñado rebosante para Cayo Eucaliptus, el resto del saco para su cofre particular y tres solitarias monedas para Roma. Ante tan descarado reparto, el recaudador le pregunta al Gobernador: «¿No crees que exageras un poco? Roma acabará por extrañarse de recibir tan pocos impuestos de tu provincia». A lo que el Gobernador Ojoalvirus responde, absolutamente iracundo: «¡Me han nombrado por un año! ¡Dispongo de un año para hacerme rico! ¡Antes de que Roma reaccione ya estaré lejos! ¡Lejos y forrado! —y añade, con voz meliflua y ensoñadora mirada—: Mi vida será un largo y continuado banquete». Lo que no nos aclara el gran genio Goscinny es si el largo y continuado banquete lo celebrará Graco Ojoalvirus en El Bulli, como la orgía culinaria de tortilla deconstruida, té esferificado y nitrógeno líquido con pasas que se zampó el otro día el paradójico sindicalista capitalista Patxi San Juan, digo yo que por respeto a su cargo, que todo un Secretario de Innovación e Industria de la Comisión Ejecutiva Federal de la Unión General de Trabajadores no va a tomarse unos sencillotes huevos estrellados, así, sin innovar ni deconstruir ni nada.
El caso es que, una vez más, la fuente inagotable de irónica sabiduría que son los Asterix de Uderzo y Goscinny, da en el clavo. Y nos resume en una viñeta antológica (ver "Asterix en Helvecia") la idea que tienen nuestros políticos de lo que antes se consideraba un "servicio al ciudadano" y hoy es un "ser-vicio a uno mismo y familia" o, en el mejor de los casos, un "ser-vicio al Partido, S.L.", madre protectora y padre benefactor (el que da la paga). Y eso que Ojoalvirus fue nombrado por un año; nuestros hombres públicos, por ¡cuatro! O sea, atraco a las cuatro.
Y hablando de cuatreros, yo me pregunto ¿cuántos de todos estos políticos y sindipolíticos profesionales de la mamandurria podrían ganarse honradamente la vida fuera de la política, o sea, en lo que llamamos la "vida civil"? ¿Cuántos han estudiado una carrera acorde con las funciones que ejercen y los millopresupuestos que manejan? ¿Cuántos, siquiera, han estudiado una carrera? ¿O una FP? ¿O un CCC? Y al ir a responderme, me viene a la cabeza otra reflexión, y es que en política tienen que estar necesariamente los menos capacitados del pueblo, porque los capacitados están trabajando en sus cosas, generando riqueza en sus granjas, en sus comercios, en sus campos… En cambio, los políticos de profesión ya debían destacar en el cole por sus dotes manipuladoras de profes y por su demagogia inapelable a la hora de defender, justificar e incluso enaltecer sus malas notas. Y luego en la Universidad, donde seguían sin dar palo al agua, haciendo carrera de mitin en mitin y de kedada en kedada hasta que conseguían licenciarse en políticas (independientemente de la carrera en la que estuvieran matriculados): o sea, ser adoptados por un partido o sindicato que los amasara y amamantara por el resto de sus días. Pero como el resto de sus días puede, en algunos casos, no ser mucho tiempo, pues aquí cada cual aprovecha para hacer maratoniana carrera en los 4 años prorrogables de concejal o de ministro o de alcalde o de tránsfuga o de liberado o de secretario o deloquesea que le haya caído en gracia. El chollo, vamos.
Y esto siempre ha sido así, especialmente durante los últimos 30 años; y con exagerada virulencia durante el reinado de Felipe, el del Gal; y, qué cosas, también ahora durante el quinquenio de Mister Paz. No digo, Dios me libre, que sólo se extienda la corrupción cuan pandemia de Gripe Ahhh! en los periodos de gobierno socialista, pero no me negarán que lo de ahora, así, tan a lo bestia, no lo habíamos visto desde los últimos años del Felipismo (¡qué tiempos aquéllos!). Y es que aquí no se libra ni el tato. Ves el MCE (Mapa Corrupto de España) y no sabes si lo que te embarga es la tristeza, la desolación, la depresión, la impotencia, la vergüenza, la indignación, el cabreo o todo junto y revuelto. Cienpozuelos, Boadilla, Arganda, Santa Coloma, Badalona, Castro Urdiales, Catral, Benitatxell, Abatera, Sueca, Zarra, Telde, Santa Lucía, Arrecife, La Gomera, Teguise, La Muela, Plasenzuela, Seseña, El Ejido, Marbella, Sevilla, La Línea, Palma, Ibiza, Los Alcáceres, Águilas y así hasta tropecientas urbanizaciones, aldeas, villas, ciudades y autonomías gobernadas (es un decir) por políticos (es otro decir) de todas las siglas, por orden de corruptelas: PSOE, PP, CIU, CC, CCN, NC, PAR, PAL, GIL, UM y algún egoísta Independiente, que va por su lado sin intención alguna de compartir. El oasis de los atracadores, vamos.
Y entre atracos a cara armada y robos con butrón a nuestra dignidad, llega el otro atraco, el de las cinco, o sea, el de los cinco millones de parados, que es como el timo de la estampita: un tipo con cara de tonto feliz que nos ofrece un sobre lleno de billetes si le damos otro lleno de votos y nos encontramos con que el tonto es un listo que se ha quedado con nuestros votos y nuestro dinero mientras nosotros nos quedamos con las estampitas, la ruina y una enorme sensación de haber hecho el canelo. Y en eso que llegan los otros listos, los sindicalistos y los artilistos e intelectualistos, y nos cuentan que la culpa de todo esto la tiene nuestra ambición desmedida pero que ellos, que son pobres además de progres, tienen la solución a esta crisis «económica, cultural y ecosistémica»; ¿y cuál es esa solución? Pues algo tan simple como recuperar la «imaginación progresista», o sea, que se vuelven a aplicar las auténticas políticas de izquierdas que una vez gobernaron medio mundo y ¡voilá!, todos políticamente felices, puros y sanotes como antes de caer el muro. ¡Qué tiempos aquéllos!
En fin, que los currantes y honrados ciudadanos somos atracados a todas horas, por todos lados y con cualquier excusa. Y todavía no hemos salido a la calle. Si es que somos más santos que Don Felipe (el de "Atraco a las 3", no el de "100 años de honradez").
Y por terminar homenajeando al gran José Luis López Vázquez, currante y honrado porque no era político, ni sindicalista ni "intelectual", sino Actor (así, con mayúsculas), acabo con mi película favorita, que no era película sino un anuncio de TV y una genial continuación imposible de "La Cabina" de Mercero y Garci: una cabina de teléfonos abandonada en medio de un desierto infinito; en su interior, el personaje de López Vázquez, 20 años más viejo, asoma en sus ojos toda la angustiosa desesperación acumulada en su absurda condena; de repente, la puerta se entreabre; el personaje mira, desconfiado; empuja cuidadosamente la puerta, ésta se abre del todo y él sale de su prisión, jubiloso, exultante, alzando los brazos al cielo, respirando felicidad, sintiéndose por fin ¡libre! El anuncio finaliza con el eslogan de Retevisión (primer operador que acababa con el monopolio de Telefónica): «¡Por fin hay alguien al otro lado!».
Y yo me pregunto, y dudo, si realmente hay alguien al otro lado. Si existe una alternativa que nos libere de este gobierno asfixiante que nos encierra cada día un poquito más en la impotencia y la desesperación. Si tenemos quien se preocupe por abrirnos la puerta de la cabina o todos prefieren preocuparse de exprimir al máximo su mandato, al estilo Ojoalvirus. Si hay alguien al otro lado que sea honrado y lo parezca, como la mujer del César. Si hay, en fin, quien nos devuelva la confianza y el optimismo o estamos abocados sin remedio a la indignada abstención. La respuesta la tienen ustedes, señores (y señoras) de la Oposición.
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