martes, 9 de marzo de 2010

De mujeres, trabajadoras, profesionales, madres y amas de casa

Hoy, Día Internacional de la Mujer, he amanecido con el óscar de Kathryn Bigelow como primera “mejor directora” de la historia de los óscar y he desayunado con la ex Ministra de Sanidad Ana Pastor (bueno, y con otras doscientas personas más), que fue una gran ministra y siempre ha sido una gran profesional de la sanidad. Son dos ejemplos de mujeres de éxito en esta sociedad nuestra en la que el éxito es la medida de todas las cosas. Y desde luego que ambas se merecen el éxito y el prestigio, ganado con su trabajo y su esfuerzo, con su profesionalidad y tesón, con su buen saber y buen hacer durante muchos años. Hoy es su día. Felicidades.

Hay, en verdad, muchas mujeres en todo el mundo que merecen ser felicitadas en su día. Mujeres tenaces que se han abierto camino en un mundo de hombres (aunque cada vez menos) y que han llegado a gobernar naves a las que antes sólo podían acceder como grumetes (¿o grumetas?). Metáforas aparte, sí es cierto que hace unas décadas las mujeres españolas tenían que pedir permiso a sus maridos para viajar, para trabajar y casi casi para respirar. Hoy, le pese a quien le pese, la cosa ha cambiado mucho. Y las mujeres tienen las mismas posibilidades profesionales que los hombres, en la teoría y (casi en la misma medida) en la práctica; queda aún camino por recorrer para superar ese ‘casi’, especialmente en la equiparación de salarios y acceso a los cargos de mayor altura. Pero no es una cuestión de leyes ni de manifiestos ni de ministerios, es una cuestión de hechos.

En realidad, no sé si hoy celebramos El Día Internacional de la Mujer o El Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En mi humilde opinión de hombre, la diferencia es inexistente, pues salvo alguna excepción parasitaria, la gran mayoría de las mujeres son trabajadoras. Otra cosa es que ese trabajo sea reconocido como un éxito profesional o sea considerado un avance de la sociedad moderna y progresista. Pero trabajar, vaya si trabajan.

Personalmente, he tenido al suerte de conocer mujeres que han llegado a dirigir importantes empresas, directoras generales, consejeras delegadas y hasta presidentas. Conozco mujeres que detentan altos cargos de la Administración y manejan presupuestos millonarios; y también a muchas grandes profesionales de las finanzas, la docencia, la investigación, el deporte, la empresa, la comunicación, las fuerzas de seguridad, la hostelería… En todos los ámbitos y en todos los puestos. Y hoy es su día.
Pero también he conocido mujeres que han dejado una carrera profesional exitosa para cuidar a su marido inválido, día tras día durante años; y he conocido mujeres que lo tienen todo y han decidido vivir su vida al servicio de los que no tienen nada; y mujeres que apenas saben escribir pero poseen un doctorado en nobleza y capacidad de sacrificio; he conocido mujeres capaces de dejar su trabajo y su ciudad para cuidar a su madre enferma de soledad; y mujeres que dejaron su país para ganarse cuatro perras en el nuestro, sólo para que allá sus hijos tuvieran una educación mejor; y mujeres que nunca llegaron a prosperar porque prefirieron estar dos horas más en casa, haciendo deberes o leyendo en inglés; he conocido mujeres con tres hijos cruelmente enfermos que, a pesar de sus jornadas de 24 horas, son incapaces de perder la sonrisa y la esperanza; mujeres emprendedoras que podrían tener un despacho con vistas al éxito y que eligieron ver el fracaso de cada día atendiendo los comedores sociales; mujeres que ayudan a otras mujeres a sobrellevar el drama del aborto, víctimas del “progreso de la sociedad”; o que cuidan a enfermos que todos repudian en los rincones más miserables del mundo. Y hoy también es su día.

Mujeres que nunca se han preocupado por eso de la emancipación, la liberalización o la dignidad en el trabajo. Para las que ser “ama de casa” es tan digno como ser “directora general”; para las que el éxito social es hacer lo más felices posible a los suyos; para las que la remuneración más valiosa es entregarse a los demás; para las que su único Curriculum Vitae es el que llevan impreso en las arrugas del rostro y en los callos de las manos; para las que la carrera más prestigiosa es la “maternidad” y el título más valorado es el de “madre”. A todas ellas, en el Día Internacional de la Mujer, siempre trabajadora, felicidades. Y sobre todo, gracias.


Y como remate final, la simpática y reveladora anécdota de una mujer, trabajadora ejemplar, de profesión… bueno, sigan leyendo y lo descubrirán:

«Cierto día fui a sacar un certificado al Registro y el señor que tomaba los datos me preguntó cuál era mi ocupación. No supe cómo etiquetar mi trabajo de ‘madre’ ni qué responder. Al percatarse de ello el señor me dijo: “Me refiero a si trabaja usted o no hace nada...”. “Claro que tengo un trabajo, le contesté, soy madre”. Él respondió, “No ponemos madre como opción, vamos a ponerle ama de casa”.
Poco tiempo después me pasó exactamente lo mismo, sólo que esta vez en una Notaria Pública. La funcionaria era obviamente una mujer de carrera y muy eficiente. “¿Cuál es
su ocupación?”, me preguntó. "Soy una Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y las Relaciones Humanas”. La funcionaria se detuvo y me miró como si no hubiese escuchado bien. Repetí el título lentamente, poniendo énfasis en las palabras más
importantes.
“Me permite preguntarle, dijo la funcionaria con un aire de interés, ¿qué es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación?”. Con una voz muy pausada le contesté: “Tengo un programa continuo de investigación en el laboratorio y en el campo, estoy trabajando para mi maestría (la familia completa) y ya tengo dos créditos (mis hijos). Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de Humanidades. Habitualmente trabajo 14 horas diarias (en realidad son más, como 24), pero el trabajo tiene muchos más retos que cualquier trabajo sencillo y las remuneraciones, más que económicas, están ligadas al área de la satisfacción personal.”
Se podía sentir una creciente nota de respeto en la voz de la funcionaria mientras completaba el formulario. Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y me acompañó a la puerta personalmente.

Al llegar a mi casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salió a recibirme uno de mis socios del laboratorio, el de 8 años de edad. También podía escuchar a nuestro nuevo modelo experimental, en el programa de desarrollo infantil (de 2 años y 6 meses de edad), probando un nuevo programa de patrón en vocalización.»
...

5 comentarios:

menchu dijo...

Hola. Buenísimo el remate final... y además perfecto. Esta persona ha dado justo en el clavo. Intentaré pasarlo a las que pueda.

Mi madre, que tuvo 7 hijos contandome a mi, decia: "La labor y el trabajo mas importante del mundo es la formación de una nueva personita". Se sentia superior a mi padre y cualquier empresario... El alma de esa personita era más importante para ella que todo el oro del mundo. Lo espiritual siempre era superior a lo material. Nunca dejó que nadie le comiera el coco.
Así que yo cuando tuve que escoger entre más dinero o la formación del alma de mi hijo... dejé de lado mas dinero y vigilé su alma para que nadie se la ensuciara.
Hay personas que no pueden escoger y otras no saben... pero muchas madres optamos por los hijos.
Así que gracias por felicitarnos a todas las madres "trabajadoras" y por hacerme ver nuestra "profesión" de esta forma tan simpatica. Gracias de nuevo

Anónimo dijo...

Gracias por su articulo y a todos los hombres que sí saben amar a las mujeres.
Una madre

Anónimo dijo...

Gracias, eres el segundo hombre que valora mi trabajo com ama de casa, el primero es mi marido. Mil gracias por hacerme sentir tan útil.

gerente dijo...

como persona,hijo,hermano(el mayor) con cinco hermanas,con pareja-esposa-amante-amiga,y padre,mi respeto total a este hecho tan real y tan poco defendido.Tengo 55 años y con una educacion,como en aquellos tiempos se impartia,machista total y no necesité ningun ministerio para entender,desde los 17-18 años que todos somos iguales .mi respeto y admiracion para mi madre y para todas que como ella han formado a tanta buana gente.

Anónimo dijo...

Hoy he escuchado la tertulia de Protagonistas que eran todod mujeres y han hablado sobre la situación de la mujer en el mercado laboral, en especial del sector de la comunicación pero que se puede aplicar a cualquier ambito, aqui os dejo el link para que lo escucheis
http://www.puntoradio.com/popup/audio.php?id=45025#