viernes, 16 de mayo de 2008

¡Has muerto por ser español!

Este grito de un ciudadano anónimo en el funeral por el último asesinado por ETA, resume 30 años de terrorismo en España. Es el epitafio contundente, real y trágico que podría estar, escrito con sangre, en las mil tumbas de los mil muertos a manos de la cobardía etarra. El resto de palabras sobra. Las explicaciones, las justificaciones, las excusas, las condenas huecas, todo sobra. “¡Has muerto por ser español!”. En esta frase sobrecogedoramente nítida está la esencia de la lucha de miles de valientes, voluntarios o no, que sacrifican sus vidas y las de sus familias simplemente por el hecho de ser españoles en España. Sin ninguna otra razón. Lo cuentas y no te lo crees. Y mientras, el moderado y demócrata PNV, el partido de todos los vascos y vascas, la cara amable y pacífica del nacionalismo, niega la más mínima protección, las más básicas medidas de seguridad a aquellos que se juegan cada día su vida (y la de sus familias) por protegernos a todos, peneuvistas incluidos. Eso sí, luego están en primera fila, condenando compungidos, con la mano derecha en el pecho, aquello que podían haber evitado sólo con quererlo. Mientras con la mano izquierda subvencionan a los asesinos a través de ayuntamientos, aeneuves, asociaciones, ikastolas y demás entramados. Y luego las víctimas son las malas.

“¡Has muerto por ser español!” Nunca un grito anónimo tuvo tantísima razón.

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