jueves, 13 de noviembre de 2008

El gotelé lisérgico de Barceló y otras artísticas inversiones


El Arte. El Talento. La Creatividad. El Morro. ¿Dónde está la delgada línea roja que separa tan complejos conceptos? Pues yo no lo sé, lo siento. Lo único que puedo hacer, como todos, es tener mi propia opinión. Y expresarla. Y expresada sencillamente quedaría algo así: no me gusta la tan cacareada obra magna de Barceló, no me parece mínimamente comparable a la Capilla Sixtina (ni siquiera mínimamente comparable a la capilla de al lado de mi casa), no me parece Arte, como yo lo entiendo (¡el nuevo Picasso, he llegado a escuchar hoy en la radio! ¡Mon Dieu!), ni me demuestra más Talento que el de un albañil aventajado y bien dopado con cualquier tipo de sustancia indefinida, tipo bocata de setas alucinógenas; Creatividad, bueno, admito creatividad como animal de compañía, porque original, al menos, es. Hasta aquí todo es subjetivo, todo es opinable.

Pero lo que no es opinable, lo que es absolutamente incuestionable es el Morro que subyace en todo este asunto. El descaro de una pandilla de sinvergüenzas que juegan con nuestro dinero en su provecho mientras se parten el pecho en nuestras narices. Y no hablo sólo de Barceló. Aunque vamos a empezar por él.

· Miquel Barceló, artista del gotelé (y a mí que este tío me recuerda a Lloyd Bridges en “Aterriza como puedas” con lo de «elegí mal día para dejar de esnifar pegamento»). Seis millones de euros por la obra. Si descontamos unos miles de euros en materiales varios (cemento o plastilina o barro o lo que sea con lo que ha hecho su maravilloso gotelé estalactítico; más unos cuantos litros de pintura color arcoiris; más el mono, las máscaras antigás, las mangueras y demás herramientas artísticas; más las propinas a sus peones albañiles) calculando así, grosso modo, le quedarán unos 5,5 millones de euros netos, millón arriba, millón abajo. De los cuales 500.000 euritos, sacados del Fondo de Ayuda al Desarrollo. Bien. Enhorabuena muchacho, tú ya has salvado la crisis. En buen momento apostaste por la ceja de Zapatero, ¿verdad? Jugada redonda. Ahora, a descansar unas horitas y a por el siguiente proyecto oficial.

· Moratinos, Miguel Ángel (¡anda, como el de la Capilla Sixtina! ¡Qué cosas!), Ministro de Asuntos Exteriores y de la Alianza de Civilizaciones. Amante del arte lisérgico y de la vida multicolor. 20 millones de Euros de los españolitos que se ha gastado el tío en multicolorear una sala donde la gente va a trabajar en cosas supuestamente serias. ¿Cuánto aportarán las entidades privadas de esos 20 millones? No se sabe. Como mucho 8 millones, pero alguna ya se está echando para atrás, según dicen, conmovida por los daños colaterales. La Capilla Sixtina del siglo XXI”, según el propio Miguel Ángel (Moratinos, no Buonarroti) que ha bautizado así a la cosa. Hay que ser cursi, paleto y excesivo a partes iguales. «El arte no tiene precio» se justifica. Sí lo tiene, si lo has pagado (si lo hemos pagado); el que sea desmesurado o no, depende de la paletez y/o snobismo del comprador. Y si no, que se lo pregunten a los niños de 3 años que colgaron una “obra de arte” en ARCO y a los inclasificables entendidos que lo entendieron y analizaron en experta profundidad (ver vídeo).

· Y por último, Z, Mister Paz, el adaliz de la Alianza de Civilizaciones. El de la silla de la Bruni. El que propugnaba la austeridad gubernamental y se gasta 806.000 euros en luz y 28,28 millones en ser asesorado de 644 formas distintas. El mismo que está dejando en paro a media Ezpaña mientras él se reúne con los tirantes de Botín y demás big banks para taparles con oro los agujeros que no tienen. El mismo que encarga a su amigo Miquel, el de la ceja, sin concurso previo, una obra magna y carisísima para representar presuntamente a España y en la que no se ve —ni se intuye— España ni en el gotelé ni en los colorines ni en el nombre de la cosa, que se ha hecho llamar Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de las Civilizaciones. Olé, olé y olé. ¡Y ole tus huevos! ¡Ay, Z, cómo te gustó lo de la ceja!

Pero aún hay más, que diría Super Ratón. Porque la crisis no está reñida con el Arte. Como no tiene precio… Un par de ejemplos más:
· Verdaderas obras de arte sin precio deben ser los muebles que la Vice ha comprado con nuestro dinero por valor de 64.000 euros, que es lo que se ha gastado en el cambio de mobiliario de la Vicepresidencia Primera (¿tan viejos, arrugados y feos estaban los anteriores muebles de la Vice?). Una perversión. O una inversión, según se mire, que ya se sabe que en esto del arte, para gustos, colores. Y hablando de colores, ¿le estará decorando Barceló el casoplón palaciego que se está levantando la Viceaustera en La Granja?
· Y también como verdadero paradigma del arte post conceptual cabría definir la mesita adquirida por el amigo Belloch,180.000 euros, una ganga, a juego con 36 sillones de diseño italiano a 96.590 euros la pieza; compra que posteriormente anuló (la de los sillones italianos; la mesa se queda)en vista del escándalo, aunque no creemos que los haya sustituido por sillas de IKEA, precisamente. Todo para que sus concejales trabajen placenteramente en un ambiente artístico que eleva la moral tanto como la inmoralidad.

Y mientras, las colas del paro en progresión geométrica, los despidos masivos cada vez más masivos, los ERES de trinchera y barricada, los comedores sociales sin mesas libres, hipotecas impagadas in crescendo, fin de mes en la primera quincena… ¡menudo cuadro!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando llegamos al punto de que alguien llama "arte" a un zurruño de mierda (literalmente) y otro paga miles de euros por ello, es que algo no funciona en esta civilización tan moderna. Me asusta tanta estupidez. Pero, en fin, mientras lo hagan con su dinero...

Anónimo dijo...

Me hace gracia lo del artista del gotelé, con lo pasado de moda que está el gotelé, que hasta la gente paga para que venga un tipo con cuchillar a arrancarlo de casa como sea. Como sea... ¿No recuerda a algo, a alguien? Barceló, musa de la ceja. Y de la jeta.

M. Aranguren

Anónimo dijo...

Creo que la próxima obra de Barceló, en pos de la Alianza de Civilizaciones, va a ser alicatar la Mezquita Azul de Estambul con millones de azulejos rojos (el color favorito de Z, su mecenas). Y creo que los turcos se van a dejar hacer para demostrar que están por la labor (y por si con eso entran en la UE).

Anónimo dijo...

Bueno, esto es tan escandaloso como los futbolistas que tanta pasta cobran y luego no hacen más que estar de farra todo el día, como los políticos que firman y firman y se embolsan sin para millones, como los brokers que tienen unas indemnizaciones de aupa por dos meses trabajados (y una crisis mundial en su portfolio)... El mundo es una mierda y poco se puede hacer por él, salvo pintarlo como hace Barceló, el único que pinta lo que el mundo real es: una mierda multicolor.

Anónimo dijo...

Este gotelé no es más que una tesela del mosaico de dispendio y mal uso de fondos públicos típico socialista. Claro, como el dinero público no es de nadie, tal y como dijo al ex de cultura Carmen Calvo ya sabemos lo que podemos esperar los "escocidos" contribuyentes.
Dinero para este gotelé, 40 millones para buscar nuevos potenciales votantes del PSOE entre los exiliados, millones para desenterrar los fantasmas de la guerra civil, millones para coches tuneados oficiales o para crear nuevos cuerpos de funcionarios como los "mossos del Teide", los ciudadanos teniendo que prestar dinero a unos bancos que luego les deniegan los préstamos, y por supuesto, todo a oscuras sin luz y taquígrafos para que los beneficiados sean los amigos de los políticos.
Ah y estruendoso el silencio del PP en toda esta legislatura.
¡¡Políticos, qué plaga!!

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, Elena, pero la diferencia es que a los futbolistas les pagan sus clubes, no los contribuyentes. En cuanto a lo demás, tú lo has dicho; todo es una mierda, pero no se limpia gastándose una millonada en otra mierda más grande, sino denunciándolo por un lado y dando ejemplo por otro. No resignándonos y tampoco comprotándonos como ellos.
Te recomiendo la lectura del post del 29 de octubre: va sobre la codicia y la generosidad. Te va a gustar.

Anónimo dijo...

Y Gallardón, que se gasta 74 millones en papeleras. ¿Pero es que estamos locos o qué? ¿Las papeleras actuales no aguantan un par de años más?