jueves, 12 de febrero de 2009

El Trabuco Nacional (anexo)

Y como no hay tres sin cuatro, sobre todo cuando hablamos de cuatreros, apareció el cuarto trabuquero. Si ya teníamos al ministro, al juez y a la fiscal ¿qué nos faltaba? Pues el brazo ejecutor, claro, la poli, la pasma. Y no un poli cualquiera, no, sino uno con pedigrí: nada menos que el Comisario General de la Policía Judicial, Juan Antonio González, Juanito, también conocido como JAG. El honorable mando policial cuyas iniciales fueron encontradas en una de las agendas de Juan Antonio Roca, el de la Operación Malaya (y otro gran aficionado a la caza mayor, digo, por los bichos disecados que se encontraron en su choza).

Ahora sí que estamos todos, compadres. Así que, ¡brindemos por los próximos 2o años del PSOE en el poder! *

* No es que yo me invente tan alegórica proclama. El caso es que, según parece, tal que así convocó el juez justiciero de la nocturnidad a sus compadres de aficiones cinegéticas por SMS. Sólo le faltó lo de "pásalo".

Pues eso, que se lo pasen bien. Y las presuntas víctimas de los presuntos cuatro trabuqueros, a esconderse a la madriguera. Y si asoman la cabeza... ¡PUM!
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!

¡Que Dios nos pille confesados!
...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No entiendo como se permite que un juez pase de los tribunales a la política y después pueda volver a los juzgados.
Esto se llama incompatibilidad. Y para los progres que no quieran entender el "conceto" les pongo dos ejemplos bien claritos; incompatibles son por ejemplo el agua y el aceite y más claro todavía, incompatible es ser socialista y tener moralidad.
Son principios lógicos contradictorios.

Anónimo dijo...

¿Nadie va a alegrarse al menos que se limpie la política (bueno, un partido sólo) de corruptos y ladrones? Cierto es que que ojalá cayera el peso de la Justicia a todos por igual, pero más vale pájaro en mano que ciento volando. Pum, Pum

Anónimo dijo...

Por supuesto que nos alegramos. Los que pensamos que la política aún tiene salvación, que todavía quedan políticos vocacionales que trabajan para los ciudadanos y no para forrarse, los que aún creemos en la democracia, digo, de lo que más nos podemos alegrar es de que toda esta caterva de corruptos, mafiosos y prevaricadores acaben en la cárcel el tiempo que les corresponda y más. Pero do los dos bandos, no sólo de uno. Y sin falsas acusaciones por si acaso que luego quedan en nada (muy típico de Garzón).
Lo que no nos gusta es el juego sucio tipo Lino, agresiones falsas a Bono, Ciempozuelos, Pinto o cámaras ocultas en Alcobendas. Y que un juez autoproclamado enemigo de la derecha sea juez y parte en toda esta cacería. Y que un diario igualmente enemigo dispare portadas a bocajarro sin apuntar.
Esomes lo que nos gusta. Que Correa, el albondigulla y el bigotes vayan a la trena si son culàbles, eso nos encanta.

Anónimo dijo...

Nunca me gustó la boda de El Escorial. Nunca me dio buena espina Agag y sus contactos/manejos. Y no me gustan tampoco el Correa y el Bigotes, con esa pinta de paletos engominados reconvertidos en pijos. ¡Cuánto más daño va a hacer esa maldita boda!