lunes, 23 de marzo de 2009

Robin Hood, el sastrecillo fraudulento y otros cuentos de robar


Pues ahora resulta que quieren acabar con la leyenda de unos de los héroes más admirados por los niños, los oprimidos y los desheredados de la tierra desde siglos ha. Hablamos nada menos que del mismísimo Robin de Locksley, o sea, Robin Hood, para entendernos. Y va y dice un tal Julian Luxford (que tiene nombre de malo de Supermán), presunto medievalista de la universidad de St. Andrews, en Oxford, que el gran Robin, el honrado Robin, el generoso y rebelde Robin era un farsante. ¡Que caiga el cielo sobre nuestras cabezas! Y el tío derrumba 700 años de mito universal, Hollywood incluido, por una presunta inscripción en latín, de 23 palabras exactamente, escritas por un monje anónimo en los márgenes de un libro de historia allá por el 1460, año más, año menos. Y digo yo que este Luxford de Oxford tiene el mismo método de investigación, y por consiguiente la misma credibilidad, que el diario independiente de la mañana, la tarde y la nocturnidad, y sus Mercaderes y demás astutos y honorables sabuesos a lo Sherlock Holmes, pero cuando iba puesto de vicodina hasta la última neurona, elemental. Y claro, uno duda, porque uno es bienpensante y se fía. Y uno no sabe ya si Robin Hood era un “hombre honrado” a lo Julio César en palabras de Marco Antonio, según versión del maestro Shakespeare, o era un Robin Hood al estilo planeta Melmac, que “robaba a los ricos para hacerse un chalet” (o un ático, tanto da), según palabras del inefable y entrañable Alf. Yo, en mi modesta visión de las leyendas, las verdades, las mentiras, los fraudes y la vida en general, prefiero quedarme con el Robin Hood de mi infancia, o sea, el gallardo, simpático, rebelde, bravucón, aventurero, noble y ligón de Sherwood encarnado por Errol Flynn, que siempre ha sido y será el auténtico Robin (ni el mudo Fairbanks, ni el crepuscular Sean Connery, ni mucho menos el soso Kevin Cosme o Costner o loquesea); y si el Robin de Errol robaba a los ricos para dárselo a los pobres, es que era así y punto, por mucho que venga ahora el presunto Luxford de Oxford ése a afirmar lo contrario, que seguro que domina el latín lo mismito que el erudito Pepiño, o sea, Amén.
Pero ya que hablamos de leyendas, de cuentos, de farsantes y de ladrones, me vienen a la cabeza, así, a bote pronto, unos cuantos chorizos y chorizas ibéricos e ibéricas que sí están haciendo honor a su leyenda, sin necesidad de presuntas traducciones de anónimas anotaciones al margen ni de interpretaciones posibles o imposibles. Éstos son ladrones de pro, o sea, profesionales y probados, que roban a los ricos, a los pobres, a los poderosos, a los parados, a los frailes, al fisco y a la madre que los parió, si se tercia. Muy democráticos ellos. Muy paritarios. Y muy abundantes.

Sólo vamos a enumerar los de la última semana, que si no esto nos ocupa más que las obras completas de los Hermanos Grimm y Hans Christian Andersen al alimón. Veamos:

· El presunto sastre de la gürtel, o sea, de la correa, que empezó de sastrecillo valiente y ciudadano ejemplar, siguió por Pedro y el lobo, cayendo en su propia mentira, y ya va por el ladrón de Bagdad, dejando agujeros de 500.000 euracos y falseando facturas en el sótano, en plan bruja de Blancanieves preparando la manzana envenenada para vendérsela a El País. Y el "yes we Camps", pues eso, que el traje invisible del emperador.
· Otra historia para reír y no parar son los 1.200 millones de euros de deuda histórica, que no salen de la lámpara maravillosa, precisamente, sino que vamos a pagar a Chaves entre todos los españoles, como premio por mantener a su gente a la cola del mundo civilizado. Olé, olé y olé.
· Y luego está lo de la lechera de Manacor, o sea, la Munar y su pléyade de lecheros, Antich a la cabeza, que llevan años cobrando peaje sin que se les rompa el cántaro; hasta ahora, claro, con 17 detenidos por cohecho, malversación, prevaricación y falsedad. Y es que tanto va el cántaro a la fuente…
· El arquitecto Midas de Gijón, que todo lo que toca se convierte en euro, sobre todo si es verde y con forma de terreno; y si encima es suyo, más todavía: como a 600.000 o así en plusvalías recalificadas, o reconvertidas más bien, de heno a oro.
· La ratoncita Pérez de La Muela, la del brindis con Bermejo (hay foto), que lleva 22 años de alcaldesa recolectando dientecitos en forma de delitos incisivos, y que ha ido a parar con sus muelas a la cárcel, con todo su séquito de ratas (17) por corrupción, cohecho y blanqueo (y no de dientes, precisamente).
· El pulgarcito de Mallorca, que en lugar de piedrecitas va dejando toneladas de onerosa grava por las carreteras que le indica su socio, el consejero de Obras Públicas, que ya es casualidad... o causalidad.
· La princesa Cisne, o sea, la Bibi, que además de provocar el canto del cisne involuntario a miles de niños no nacidos, ha repartido 2.450.000 euros entre asociaciones mayormente feministas y amigas; y si son del cine y de la ceja, pues todavía más. ¡Ah, cuánta hermosura!
· Y claro, luego está la gallina de los huevos de oro, o sea, papá Estado, que subvenciona a los colegas de la ceja (hombres y mujeres indistintamente) con más dinero del que recaudan en taquilla (85 millones subvención – 81 millones recaudación). ¡Manda huevos!
· El príncipe y el mendigo, otros personajes con mucho cuento, abundantes en el gobierno y aledaños que se dedican a vivir como reyes de la poltrona administrativa y que mendigarían un sueldo basura en la empresa privada (si alguna vez dejaran la poltrona, cosa harto improbable). Ejemplos: Bermejo, 11.000 euros de triple sueldo al mes; Pajín, 13.000 de su doblete mensual; Solbes, la Bella Durmiente, más de 25.000 euros de pensiones, indemnizaciones y demás si se jubila, como premio, suponemos, por haber arruinado el país (con minúscula).
· Y claro, tenemos también el alguacil alguacilado, o el de la vuelta al mundo en 80 permisos, o el Garzón con botas, o el justiciero de la nocturnidad, tanto da, que le han pillado con el carrito del helado por valor de 203.000 euritos sin declarar, y no sé cuántos presuntos en libertad después de haber declarado. Le gusta el dinero más que al rey Juanito sin Tierra de la versión Disney de Robin Hood; o sea, que le va el business, dicen, sus colegas. Y viajar, en business, of course (¿o era curse?).
· Y la jefa, en las maravillosas aventuras de Barbie y la viceprincesa Rapunzel (versión arrugada), que tiene más vestiditos que la cincuentona muñeca cursirrubia y nadie le ha pedido las facturas; y encima hace trampas en el censo para robarle un voto a Camps y, a día de hoy, que yo sepa no se ha estrenado Las Aventuras de ViceBarbie en el Castillo de Garzón. ¡Exigimos subvención ya! Y que la dirija el internacionalísimo y forradísimo Almodóvar.
· Y está también lo del “patillas”, bardo, alcalde y pirata de Alcaucín, y lo de Elche y el alcalde prevaricador amigo de la Pajín, y lo de la información privilegiada de Rubalcaba, y lo del juez de Ibiza que cobró de la abogada del PSOE y… y lo del ático de Pepiño (que aunque no es de esta semana, siempre mola recordarlo). Y Mister Paz, el iluminado, que sigue inmerso en el País de las Maravillas, enredado irremediablemente en su muy suya y muy absurda realidad, del que no le saca ni el "aterrador" ogro Krugman, el Nobel de Economía que ha venido a despertar a Z y se va con el Plan E bajo el brazo.

Pues eso. Que la historia hace un remake y volvemos al cuento de Alí Babá y los 40 ladrones, como en los viejos tiempos. Nostálgicos que somos, oye.

Y por terminar con un clásico, que siempre vienen a cuento, citaremos al poeta romano Décimo Junio Juvenal:, muy satírico y muy sabio él «Ayer eran rufianes de la calle, hoy controlan nuestras vidas, mañana serán los limpiadores de las letrinas públicas.» Así sea.
...


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Cree el ladrón que todos son de su condición. Y estos corrutos de nacimiento lo único que saben hacer es robar en cuanto tienen un poquito de poder (aunque sea una concejalía tonta en un pueblecito perdido); porque saben que después volverán a la miseria.
Eso sí, lo de poner el ventilador para esparcir mierda a su alrededor se les da de miedo.
(Todo esto no quita que también haya pringue en el PP; pero a día de hoy los imputados son bastantes menos que los liberados sin cargos).

Anónimo dijo...

Estaba claro que lo del sastre de el País era un bluf que iba a acabar en el traje invisible del emperador. Como lo de los espías de Mortadelo y Filemón. Se trata de dar una patada tras otra al PP con forma de portada, y si luego se demuestra que se equivocaron, ah, se siente, y el daño estará hecho. Que se lo digan a los del lino.

Anónimo dijo...

Garzón for president! Yes, we mang.

Anónimo dijo...

¿No era Gargantúa el ogro que se comía a los niños? Pues eso es el gobierno de ZP y la Bibí. Un siniestro cuento de terror.

Anónimo dijo...

Ay, ay, ay... que entre el Bárcenas, el del Jaguar, el Correa y el Bigotes, el PP está también de caquita hasta el cuello. ¡No hagan olas!
¿Para cuándo una buena barrida a fondo, señor Rajoy?